2019
La ordenanza más importante: el sellamiento en el templo de la familia Oseguera Baires
Julio de 2019


Voces de los Santos de los Últimos Días

La ordenanza más importante: el sellamiento en el templo de la familia Oseguera Baires

Los esposos Franklin y Eleanor ahorraron para ir al Templo de Tegucigalpa, Honduras, junto con su hijo, en agosto de 2018. Su preparación espiritual fue determinante para lograr la meta de sellarse como familia en la Casa del Señor.

Franklin Oseguera y Eleanor Baires, miembros del Barrio Smith, Estaca San Pedro Sula, Honduras, tenían la meta de sellarse en el templo. Cuando el barrio anunció una excursión a la Casa del Señor, en Tegucigalpa, justo en el mes en que él cumpliría un año como miembro de la Iglesia, les permitió poner una fecha para su sellamiento.

“El primer indicio de que todo estaría bien, fue cuando superamos el primer desafío: el jefe de Franklin, sin hacer preguntas, le dio permiso para ausentarse por motivos personales durante dos días, a pesar de que solo tenía un par de meses en ese trabajo”, cuenta Eleanor.

Los esposos Oseguera Baires estaban determinados a lograr su objetivo y comenzaron a ahorrar tres meses antes de la visita. Fue un tiempo de muchas limitaciones para la familia, pero lo hacían para tener todo el dinero necesario para el viaje.

La familia de Eleanor, que no es miembro, decidió acompañarlos a pesar de saber que no podrían entrar a la ceremonia. Al hacer las ordenanzas, los esposos Oseguera Baires fueron llenos del Espíritu Santo y pudieron aprender más del Evangelio.

Algunas personas dicen que no recuerdan mucho de su primera entrada al templo, así que Franklin y Eleanor se esforzaron por absorber todo lo que pudieron, y sabían que el Padre Celestial los observaba complacido. “Encontrarse en el salón celestial fue la mejor parte de la experiencia”, recuerda Eleanor. Durante el sellamiento estaban nerviosos, pero fueron sellados como esposos por esta vida y por toda la eternidad, y luego su hijo, Franklin, fue sellado a ellos; entonces supieron que él era suyo por esta vida y por toda la eternidad.

De esa experiencia sagrada, recuerdan que, al haber sido reverentes dentro del templo, lograron amar los convenios que realizaron y sintieron un inmenso deseo de regresar para seguir aprendiendo. El haber hecho convenios en el templo ha despertado en ellos un mayor sentimiento de servir, de estar firmes, de mantenerse dignos y guardar los mandamientos, y de ser más fuertes ante cualquier dificultad y prueba, aseguran los esposos Oseguera Baires.

Eleanor, que fue quien invitó a su ahora esposo a aprender del Evangelio, tiene un testimonio de las ordenanzas que hizo junto a su familia y lo resume en esta oración: “Mi Padre Celestial me ha bendecido con una familia eterna y sé que Él está más cerca de nosotros”.