2019
Virreyes
Julio de 2019


Este es mi barrio

Virreyes

El domingo 25 de agosto de 1996, se creaba una pequeña rama del barrio San Fernando de la Estaca Litoral: la rama Virreyes. El centro de reuniones de esta rama seguiría siendo la capilla de San Fernando ubicada a 3 kilómetros por fuera de los límites de la nueva unidad.

Muchas historias se iniciaron aquel día con el esfuerzo y sacrificio que realizaban cada semana las familias para asistir y congregarse, ya sea en una actividad durante la semana, la clase de Seminario, la Mutual o las reuniones dominicales. Historias de Mutuales que empezaban con caravanas de bicicletas recorriendo cada casa de los hombres y mujeres jóvenes para llegar a la capilla y finalizaban con una oración y la caravana de bicicletas de regreso.

Luego de unos 8 años de la creación de la rama, con un gran espíritu de alegría y gratitud, se anunciaba la tan esperada compra de un terreno, para algún día edificar allí el centro de reuniones de Virreyes. La nueva capilla estaría ubicada justo en el medio del área geográfica de la unidad; todos tendrían un acceso más rápido y sencillo para llegar y congregarse. A este anuncio le siguieron años de continuo sacrificio y esperanza. A pesar de que aún no había una fecha oficial para el inicio de la construcción del nuevo edificio, los miembros continuaban perseverando hasta el fin, participando cada domingo de la Santa Cena y recorriendo los más de 3 kilómetros a pie, en colectivo, bicicletas, sillas de ruedas o como sus recursos se lo permitían. En ocasiones, las familias salían a caminar el domingo temprano en la mañana en dirección a la capilla y se encontraban con alguna otra familia que, tras apretarse un poquito, les ofrecían subir a su auto para ir juntos.

Todo ese sacrificio siempre se vivió con corazones sonrientes y un espíritu de paz que testificaba que el camino recorrido no era en vano.

Pasaron diecisiete años desde la creación de la rama, del anuncio de la compra del terreno, del esfuerzo y constancia de los miembros sirviendo en su unidad, para que el 1º de mayo del año 2013 se realizara la ceremonia de la “palada inicial”, anunciando así oficialmente la construcción de un nuevo centro de reuniones para la rama Virreyes.

Fue una ocasión muy especial; cada miembro se preparó para aquel gran acontecimiento. Se realizaron visitas a los hermanos menos activos, se repartieron invitaciones a todos aquellos que alguna vez habían sido parte de la construcción de esos cimientos espirituales que ahora se hacían sólidos tras el esperado anuncio. Algunos se habían mudado, otros ya no asistían regularmente, pero todos fueron invitados y se llenaron de alegría al escuchar la noticia.

Aquella reunión fue sin dudas memorable; un día fresco y nublado, todas las sillas ubicadas listas en el terreno vacío, un coro de la rama daba apertura a la reunión más esperada que se llevaría a cabo entre música, testimonios, lágrimas y una oración final con paraguas abiertos. Todos inclinados bajo ese maravilloso cielo lluvioso; una lluvia de la que nadie corrió, nadie se apuró: todos deseaban estar allí.

Durante el año que duró la construcción era inevitable, al pasar cada día frente a la obra, no detenerse a contemplar y encontrarse siempre a otro miembro de la Iglesia haciendo lo mismo.

En el año 2014 la nueva capilla fue dedicada. Previo a ese domingo se llevó a cabo un programa de puertas abierta para que toda la comunidad fuera a conocer el nuevo edificio que todos observaron con curiosidad mientras se construía. Durante esta actividad se recibió a muchos vecinos y amigos que deseaban saber un poco más de la Iglesia, se tomaron referencias, se encontraron a familias que habían estado alejadas de la actividad en la Iglesia y que al enterarse de que tendrían una capilla tan cerca decidieron darse una nueva oportunidad.

El domingo 4 de mayo de 2014 asistieron a la reunión de dedicación unas 280 personas a una capilla con capacidad para 160. El trabajo, el sacrificio y la fe de tantos años continuaban dando frutos. Todos sentían que el Señor les había permitido, a cada uno, ser parte del gran recogimiento de Sus hijos en esa pequeña parte de Su viña. Tan grande fue el impacto, que luego de tan solo un mes después de la dedicación de la capilla, la pequeña rama de Virreyes pasó a ser un barrio y, un año después, ese barrio se dividió en una nueva unidad quedando así el barrio Virreyes 1 y la rama Virreyes 2.

Actualmente, en esa área funcionan dos unidades que con mucho amor brindan la posibilidad de acercar las ordenanzas de salvación a más hijos de nuestro Padre Celestial.