2020
“¿Quién atropelló a mi hijo?”
Julio de 2020


“¿Quién atropelló a mi hijo?”

Me había imaginado gritando a la persona que había atropellado a mi hijo, pero luego me encontré cara a cara con la conductora.

Imagen
women hugging

Ilustración por Ellerie Arnold.

Acababa de dejar a mi hija en casa de una amiga cuando me llamó por teléfono mi esposo, Jonathan. Me dijo que un coche había atropellado a nuestro hijo de once años, Aiden, mientras cruzaban la calle.

La persona que conducía había dado vuelta a la izquierda delante de Jonathan y no vio a Aiden en su bicicleta. El auto golpeó la parte delantera de la bicicleta de Aiden; lo lanzó por el aire, mientras él sujetaba todavía la bicicleta, y al caer, se golpeó la cabeza en el lateral del coche. Luego cayó sobre la carretera con la bicicleta encima. Afortunadamente, llevaba casco. El conductor y varias personas se detuvieron para ayudarlo mientras Jonathan llamaba a una ambulancia.

Mi mente y mis emociones se volvieron repentinamente frenéticas. Aceleré hacia la intersección donde había ocurrido el accidente, esperando alcanzar la ambulancia para poder estar con Aiden.

Me asaltó el pensamiento de arremeter contra el conductor. “¿En qué estaría pensando el conductor?”, me dije. “¿Estarían borrachos?, ¿estarían usando el teléfono?”. Estaba furiosa y muy preocupada. No tenía ni idea de lo mal que podía estar Aiden.

Cuando llegué al lugar del accidente, la ambulancia ya se había ido. Solo quedaban allí un par de autos de la policía y un auto estacionado a un lado de la carretera. Una mujer consternada estaba de pie junto al vehículo.

Me acerqué a ella y le pregunté: “¿Ha visto quién atropelló a mi hijo?”.

La mujer susurró: “Fui yo”.

Me había imaginado gritando a la persona descuidada que había atropellado a mi hijo, pero cuando me encontré cara a cara con la conductora, mi actitud negativa desapareció. Me encontré llorando y abrazándola. La mujer se disculpó y le dije que todo estaría bien. Más tarde me enteré que esas fueron las palabras exactas que Aiden le había dicho a ella antes de que llegara la policía. Al final, Aiden se recuperó, con solo algunos rasguños y moretones.

Estoy agradecida de que en ese momento crucial, nuestro amado Padre Celestial me bendijo con la fuerza para extender perdón en lugar de odio, incluso cuando no se lo había pedido. Sé que Él está pendiente de nosotros y siempre nos brinda Su ayuda.