2021
PFJ en el Área Sudamérica Sur
Junio de 2021


Páginas Locales

PFJ en el Área Sudamérica Sur

Claudia Isabel González Suárez, Paraguay

Ha sido para mí una hermosa oportunidad. Como matrimonio director fue nuestra segunda experiencia. En la primera nos sentimos muy emocionados y llenos de luz, pero personalmente sentí que no había dado el 100%. Había pedido en oración tener otra oportunidad de servir en el PFJ, conocer más a los consejeros y a los jovencitos.

Cuando el presidente de estaca nos entrevistó no fue una sorpresa para mí sino una demostración del amor de mi Salvador y de que el Padre Celestial me ama y me tiene en cuenta. La experiencia PFJ, modo virtual, fue inolvidable. Tuve la oportunidad de comunicarme con jóvenes y con consejeros de forma más personal; y de conocer a personas extraordinarias.

No tengo dudas de que esta es la Iglesia de Jesucristo, que gracias a Él encontramos consuelo, y también el perdón de nuestros pecados. Sé que las Escrituras son partículas de luz que iluminan la mente y la vida de uno, que los profetas son portavoces del Dios de Israel y que Russell M. Nelson es el profeta vidente, viviente y revelador de esta la última dispensación. Sé que por medio de José Smith la Iglesia fue restaurada por un deseo de conocer la verdad, y que, por medio de ese deseo, hoy estamos aquí teniendo estas verdades y la oportunidad de hacer convenios eternos. Sé que por medios pequeños se realizan grandes obras y que hay promesas para los fieles que se cumplirán a medida que sigamos firmes y obedientes. En el nombre de Jesucristo. Amén.

Nahiara Torales, Encarnación, Paraguay

Tuve la grandiosa oportunidad de poder ser parte del programa musical y del programa PFJ. Fue realmente una grandiosa experiencia, una semana muy edificante. Es glorioso cómo las canciones nos llegan a lo más profundo del corazón y hacen sentir tan fuerte el Espíritu Santo. De cada charla y devocional pude aprender y sentir las verdades que nos enseñaban. Estoy muy agradecida por haber participado de este maravilloso programa que hace crecer nuestro testimonio y nos da amigos eternos con los que compartimos las mismas creencias y valores. Sé que somos parte de la gran obra y qué Él nos ama con un enorme amor.

Nora Rios Torales y Francisco Torales, Encarnación, Paraguay

Estamos muy agradecidos con mi esposo por la asignación de trabajar con los jóvenes en el PFJ. Sé que el programa es inspirado por Dios. Pudimos sentir muy fuerte el Espíritu y acompañar a los jóvenes y consejeros en esta gran obra.

Nos sentimos muy felices.

Sabemos que el Evangelio es verdadero, que nuestro Padre Celestial nos ama.

Digno Israel Duarte Castillo, Asunción, Paraguay

El 2020 fue un año difícil; durante la pandemia me tocó despedir de esta vida a amigos, muchos de ellos jóvenes. Fue un golpe muy duro para mí y creo que para muchos otros también fue muy difícil.

Me anoté como consejero para el PFJ, pensando en muchos jóvenes que esperaban ansiosos el PFJ con la esperanza de adquirir consuelo de nuestro amado Padre Celestial. Teniendo en mi mente que son jóvenes al igual que mis amigos que fallecieron.

Sé que cada PFJ los jóvenes salen con un espíritu increíble; he visto milagros durante el PFJ, cómo fortalece el testimonio de los jóvenes cuando reciben respuestas e impresiones por medio del Espíritu.

Somos tan bendecidos de tener el Evangelio en nuestra vida. Sé que Dios tiene para cada uno de nosotros una obra. Me emociona ver que todos somos parte de Su ejército y que en estos tiempos el Evangelio continúa expandiéndose en cada lugar. Sé que podemos encontrarnos con nuestros seres queridos, que los programas en este Evangelio, como el PFJ, son para fortalecernos; sé que Dios vive, que esta es la Iglesia verdadera. Sé si ninguna duda que El Libro de Mormón es otro testamento de Jesucristo, que tenemos un profeta viviente y revelador. Dios nos bendice siempre a todos. De esto testifico en el nombre de Jesucristo. Amén.

Elissette Aracely Spielmann Vásquez, Chiguayante, Chile

Me siento bendecida de contar con el PFJ en mi vida; me ha ayudado en mi conversión. El escudriñar, meditar las Escrituras, orar y escuchar los devocionales de los líderes han traído una lluvia de revelación personal que ha llenado mi alma de fortaleza en estos momentos difíciles debido al COVID. Este año ha sido diferente, participé del PFJ en mi hogar de forma online, pero aun así pude sentir que el Señor me ama de un modo personal e infinito, y aquel amor traspasa toda barrera, que no importa en el lugar que estemos, siempre podemos recibir revelación si procuramos buscarla. Además, tuvimos la oportunidad de compartir con jóvenes de otros países, dándome cuenta así de que no estoy sola. Cientos de jóvenes nos estamos sumando al “batallón de jóvenes del Señor”. Él tiene una gran obra preparada para mí y para ti, como dice la canción del lema “Si el corazón le das, sabrás tu identidad y lo que Él sueña para ti”. Nos necesita en Su gran obra, para recoger a Israel en ambos lados del velo y para la edificación de Sion. Yo me esforzaré en servirle y seguir su ejemplo.

Melissa Viveros, Estaca San Lorenzo, Paraguay

A lo largo de mis años como participante del programa PFJ, sentí el poder del Evangelio en mi vida de diferentes maneras. El primer año que asistí me pregunté: ¿En el año, uno se prepara para el PFJ, o el PFJ te prepara para enfrentar el año?

La respuesta a esa pregunta la pude obtener con las experiencias de asistir los siguientes años. Debemos estar preparados siempre para recibir más luz y así también para recibir fortaleza. En ese entonces el lema era “Pide a Dios”, que singularmente se conectó al lema del año siguiente “Paz en Cristo” y así sucesivamente para concluir con “Una Gran Obra” como broche de oro a mis años de participante.

Este año fue un desafío, debido a la pandemia que azotó al mundo. Sin embargo, el Gran Pastor preparó a Su rebaño; así también el profeta nos dio las herramientas necesarias para prepararnos y enfrentar todo lo que vendría.

A raíz de eso se implementó la interesante modalidad virtual/semi presencial. Tuve el privilegio de asistir y participar del espiritual y cautivador programa musical que, a pesar de las dificultades, pudimos grabar y enviar el video, junto con mi hermana menor que también participó de esta experiencia.

Los óptimos resultados se vieron reflejados el día que presentaron los videos del programa musical. Sentí la calidez del amor de mi Padre Celestial reflejado en aquellas canciones, el Espíritu me confirmó la veracidad y el poder de esta obra. Lloré, me agoté ante la potente presencia del Espíritu, y lo único que tenía en mente era “Lo hicieron bien, aquí está su recompensa”.

Pude compartir parte de estos sentimientos en la reunión del área luego del programa musical, lo que también fue para mí un gran desafío: hablar en público, ya que me considero una persona muy tímida, y hacerlo para toda el área fue un gran reto y sentí que el Espíritu Santo me acompañó en cada palabra, dándome el valor necesario para levantarme de aquel asiento y tomar el micrófono. Sé con certeza que el Señor prepara una vía para que podamos enfrentar cualquier situación. Si le pedimos (2017) nos da paz (2018) si lo amamos (2019) querremos ir y hacer lo que Él nos manda (2020) y así contribuiremos en esta “Su Gran Obra” (2021).

Yamila P., Encarnación, Paraguay

Quisiera testificar de que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es verdadera, su Evangelio nos ayuda a enfrentar situaciones de la vida cotidiana y situaciones difíciles, nos fortalece y nos acerca más a Cristo; y si nos acercamos a Él e intentamos ser más como Él, seremos sumamente bendecidos y Él nos ayudará a perseverar hasta el fin.

Claro, ese fin seria cuando Él venga por segunda vez y haga su recogimiento; y para lograr estar en dicho recogimiento debemos ser firmes y diligentes en cumplir con la obra de Dios, y en eso entran sus mandamientos y perseverar hasta el fin con nuestra familia y amigos. Tengo fe en Dios, en Jesucristo y el Espíritu Santo. Sé que si hacemos estas cosas seremos bendecidos. Que no nos cansemos de hacer lo bueno porque como encontramos en Doctrina y Convenios 64:3: “de las cosas pequeñas proceden las grandes”.

Francis Sanhueza Reyes, Concepción, Chile

Este año fue muy distinto el PFJ, ya que fue desde nuestros hogares; algunos de los jóvenes no tenían mucho tiempo para participar. A pesar de varias dificultades, el Espíritu se pudo sentir muy fuerte porque los jóvenes hicieron todo lo posible por participar y los mensajes de los matrimonios, consejeros e invitados fueron tan hermosos que hicieron pensar que estábamos todos juntos en un solo lugar. Fue tan fuerte el Espíritu que muchos lloraron y muchos otros querían compartir sus sentimientos con los demás.

Pedro Daniel Martínez Franco, Coronel Oviedo, Paraguay

Muchas veces nos sentimos confundidos, desamparados y solos, con preguntas sobre nuestra propia existencia: ¿Qué hago aquí?, ¿Cuál es mi propósito?

En el PFJ pude responder muchas de mis preguntas, me han ayudado a saber cuál es mi propósito aquí en la vida, para qué fui enviado en estos tiempos y qué es lo que El Señor requiere de mí.

Sin dudas la actividad de PFJ puede cambiar vidas. Si vamos con un corazón deseoso de aprender, de edificarnos espiritualmente y de obtener un testimonio real y poderoso del Evangelio de Jesucristo, podemos lograrlo, podemos acercarnos mucho más a nuestro Salvador, aprender más de Él, recibir revelación personal y sentir la compañía constante del Espíritu Santo.

Si tienen dudas, vayan al PFJ. Si tienen desafíos o problemas, vayan al PFJ. Si quieren crecer espiritualmente, vayan al PFJ.

Animo a todos los jóvenes, dondequiera que se encuentren, a que puedan prepararse desde ahora para poder asistir a esta actividad. Sé que el Señor les ayudará y preparará el camino para que puedan lograrlo. Estamos en uno de los tiempos más difíciles, pero también en los que hay más oportunidades.

El Señor requiere un corazón y una mente bien dispuesta para ayudar en esta obra, la de recoger a Israel. Somos espíritus escogidos, somos muy bendecidos al tener la oportunidad de servir y ayudar en su Gran Obra.

Angélica Albarrán C., Valdivia, Chile

Hola, quiero contar cómo fue este PFJ para mí. Para comenzar, en la semana donde me dieron mi compañía sentí inmediatamente el amor de mis consejeros, y cómo cada participante tenía que estar en esa compañía. Cuando empezaron a dar actividades para el día, cada una era perfecta. A pesar de que me costaba encontrar el cómo hacer lo que me pedían, al terminar el día me sentía totalmente agradecida de lo que hice.

Cuando ya llegó el día de poder participar del PFJ, la emoción que sentía era impresionante; cada tema se tocó de la mejor manera posible. Me asombra cómo es que el Padre Celestial nos ama de una manera infinita y eterna que nos mandó este programa para poder fortalecernos.

Me animó a poder esforzarme para trabajar en su obra cada día, me ayudó a recordar qué es lo más importante para nosotros, volver a meditar y reflexionar lo que nos enseñan. Estoy muy agradecida de poder estar en este Evangelio restaurado y verdadero. Sé que el Padre nos ama a cada uno y que Él está siempre con nosotros.

Ricardo Riveros, Paraguay

Fue una experiencia única el haber servido como consejero del PFJ Paraguay, más en esta época de pandemia. Fue tan genial compartir con los jóvenes y los consejeros, fortalecer mi testimonio y aprender el uno del otro durante cuatro días. Escuchar a nuestros líderes locales y generales que nos enseñaron y demostraron su amor durante esos días del PFJ. 

Estoy muy agradecido por el amor que el Padre Celestial siempre nos da y por la oportunidad de poder ser parte de su gran obra.

Luciano Rodríguez, Concepción, Chile

Cuando era menor y tenía menos conciencia, cada año se anunciaba el PFJ. Yo veía a mis amigos jóvenes maestros y presbíteros emocionados y con ansias de juntar dinero para ir al PFJ. En ese momento no entendía para qué necesitaban dinero ni por qué estaban entusiasmados por lo que a mí me parecía solo un simple campamento. No fue sino hasta hace unos días que lo entendí. Tengo 13 años y este fue mi primer PFJ. Por comentarios de mis compañeros jóvenes decían que este PFJ no sería tan bueno, ya que era online. Debo decir que no estaba tan emocionado con este programa, por los comentarios de que es mejor presencial; eso era un poco desmotivador.

Llegó el día martes, cansado por levantarme temprano, pero nuestros consejeros sonrientes y felices por comenzar la actividad de estudiar las Escrituras. No pude evitar sentirme alegre y entusiasmado.

En mi vida pocas veces he sentido el Espíritu Santo, y no estaba muy familiarizado con ese sentimiento, pero en el PFJ lo pude sentir en todo momento. Fue una sensación de paz, tranquilidad y de que todo iría bien.

Todos los días me despertaba ansioso por prender el computador y conectarme al PFJ.

Al terminar el PFJ, no pude evitar sentir un cambio en mi espíritu, lo cual no había pasado antes.

Ahora hago mis oraciones personales todas las noches y de vez en cuando leo las Escrituras, estos hábitos se hicieron gracias a mis consejeros del PFJ, el Espíritu Santo y por el amor de nuestro señor Jesucristo. Esto lo dejo en el nombre de Jesucristo. Amén.