2021
Nuestro gozo por un nuevo templo en Vanuatu
Octubre de 2021


Solo para versión digital: Jóvenes adultos

Nuestro gozo por un nuevo templo en Vanuatu

Los jóvenes adultos de esta nación isleña comparten su gozo y emoción por el anuncio de un templo en su país.

Imagen
mujer joven con una flor en el pelo, de pie en el exterior

Louisette Desire Waiane, de Vanuatu

Fotografía por Emmalee Bazar

Él se acuerda de ustedes, de mí y de todas las islas del mar

“Recuerdo haber oído la palabra templo por primera vez cuando tenía ocho años y me estaban enseñando los misioneros. Me habían criado con creencias diferentes y, aunque no entendía todo el significado de la palabra templo en el contexto del evangelio de Jesucristo, más adelante comprendí qué son los templos, por qué son tan importantes y cómo podemos prepararnos para realizar las ordenanzas allí.

“Siempre me ha gustado leer en las revistas de la Iglesia sobre tantas experiencias maravillosas y milagrosas de miembros de la Iglesia que han podido asistir al templo. Sus experiencias han fortalecido mi deseo de vivir dignamente, aunque no tenga un templo en mi isla. También siento empatía por otras personas que, como yo, no tienen un templo cerca. Es muy importante para mí que, no importa dónde vivas, las bendiciones del templo siempre llegarán a su debido tiempo.

“Siempre he sabido que el Señor no dejará de derramar Sus bendiciones sobre nosotros cuando seamos fieles a Él, independientemente de que tengamos un templo cerca. Estoy más que agradecida por la simplicidad de un pequeño paso de fe: que podamos aprender fielmente y esperar con paciencia por el Señor ‘línea por línea, precepto por precepto’ (2 Nefi 28:30). Reconozco y alabo el tiempo del Señor y Su gran obra de la que quiere que forme parte.

“Cuando nuestro amado profeta, el presidente Russell M. Nelson, anunció durante la Conferencia General de octubre de 2020 que Port Vila, Vanuatu, tendría un templo, sentí mucha paz.

“No olvidaré las lágrimas de alegría que derramé. Debido a que Él ama y tiene presente a Sus hijos, todavía ‘se acuerda de los que viven en las islas del mar’ (2 Nefi 29:7).

“Doy mi testimonio de que el Señor tiene propósitos y planes únicos para todos los países del mundo. Él conoce el deseo de Sus hijos de recibir todas las bendiciones del Evangelio, incluso las que provienen del templo. A los que todavía no tienen templos, les invito a esperar pacientemente, a seguir siendo fieles y a esperar las bendiciones que están en camino. Amo enormemente este Evangelio por su plenitud de santidad y de luz”.

Louisette Desire Waiane, Estaca Port Vila, Vanuatu

El Señor está acelerando Su obra y yo estoy aquí para ayudar

“El momento en el que el presidente Nelson anunció que se construiría un templo en Vanuatu fue un sentimiento indescriptible y un momento que atesoraré toda la vida. Fue una noticia inesperada, pero confío en el Señor, en Su tiempo y en Su obra.

“Me di cuenta de que el Señor está acelerando Su obra con Su propia sabiduría.

“Cuando se hizo el anuncio, lo único en lo que podía pensar era en mi familia, amigos, líderes y todos los que se habían sacrificado para ayudar a construir el reino de Dios en Vanuatu. Adquirí más aprecio por nuestros propios pioneros que abrieron el camino. Sé que algunos de ellos han dejado esta vida mortal y ahora se regocijan al otro lado del velo. ¡A ellos les doy las gracias!

“Me siento humilde al saber que mi familia ahora puede participar de las bendiciones y las ordenanzas del templo. Ahora mismo, los miembros de la Iglesia de Vanuatu sacrifican mucho para llegar al templo en Fiyi o en Nueva Zelanda. Algunos solo pueden asistir una vez en su vida. Ahora tenemos la bendición de tener la casa del Señor construida en nuestra propia tierra y por eso estoy eternamente agradecido.

“Me gustaría invitarnos a todos a prepararnos espiritualmente para cuando recibamos casas del Señor en nuestras propias tierras. Haremos convenios eternos y participaremos en la obra de salvación a ambos lados del velo. Sé que a medida que nos esforzamos por ser dignos de la compañía constante del Espíritu Santo, estaremos mejor preparados para entrar en la santa casa del Señor.

“Ahora mismo estoy sirviendo como secretario de distrito. Estoy animado para ayudar a nuestro presidente de distrito y a los hijos de Dios que el Padre Celestial ha confiado a nuestro cuidado a prepararse para ese gran día en el que el Templo de Vanuatu esté abierto. Y oro para que ese mismo Espíritu que sentí en el momento en que se hizo el anuncio sea una motivación para ayudarme a seguir adelante.

“Agradezco la oportunidad de expresar mis pensamientos y sentimientos sobre este gran anuncio histórico. Todo lo que puedo decir es: gracias al Padre Celestial, y al presidente Nelson por ser el portavoz del Señor en la tierra hoy”.

Dack Tivles, distrito de Luganville, Vanuatu

El templo nos da una visión del cielo

“Todo el mundo busca algo que le inspire o le cure, tanto espiritual como temporalmente, en esta vida mortal. Para mí, ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es precisamente eso. Desde que me uní a la Iglesia hace doce años, nunca me he arrepentido de esa decisión. Ha bendecido mi vida inmensamente.

“Cuando me bauticé, empecé a escuchar mucho sobre el templo. Otros miembros siempre hablaban de lo importante que era para ellos. Era algo que siempre traía paz a mi corazón y me motivaba a seguir adelante. Sabía que quería ir allí algún día y experimentar la alegría que ellos habían sentido.

“Un tiempo después, decidí servir en una misión y se me asignó la Misión Australia Brisbane. Entrar en el Templo de Hamilton, Nueva Zelanda, por primera vez fue la mejor sensación. Nunca olvidaré esa experiencia. Las palabras que usaría para describir cómo me sentí son gozo, paz y felicidad. Sentí el amor del Padre Celestial por mí y el Espíritu fue muy fuerte. Me motivó a mantenerme siempre fuerte durante mi misión y después de ella.

“Como miembros de la Iglesia en Vanuatu, siempre habíamos soñado con tener un templo en nuestra nación, y entonces, cuando el presidente Nelson lo anunció, fue como si nuestros sueños se hicieran realidad.

“Tener un templo aquí en Vanuatu significa que nuestras vidas estarán mucho más ocupadas, pero en el buen sentido, porque tendremos la posibilidad de trabajar más en la obra del templo y de historia familiar.

“Recuerdo haber oído en una conferencia general hablar de tener siempre el templo en la mira1. Cuando lo haces, tienes esa promesa: siempre tendrás algo que anhelar.

“El templo nos ayuda a mantener la perspectiva de que la vida no está limitada por los problemas. La perspectiva eterna puede darnos la motivación para seguir intentando, seguir creyendo, seguir ejerciendo la fe y seguir confiando. Para mí, tener un templo aquí en Vanuatu es una gran bendición: es un atisbo de cielo”.

Eunice Hoiesi James, Estaca Port Vila, Vanuatu

Nota

  1. (Véase también Thomas S. Monson, “El Santo Templo: Un faro para el mundo”, Liahona, mayo de 2011, págs. 90–94).