2022
El Evangelio ha bendecido hasta tres generaciones
Febrero de 2022


Voces de los Santos de los Últimos Días

El Evangelio ha bendecido hasta tres generaciones

“Y si acontece que trabajáis todos vuestros días proclamando el arrepentimiento a este pueblo y me traéis aun cuando fuere una sola alma, ¡cuán grande será vuestro gozo con ella en el reino de mi Padre!” (Doctrina y Convenios 18:15)

Hace veinte años serví como misionero de tiempo completo en la Misión Panamá. Con mi compañero fuimos asignados a la rama El Empalme, Distrito Changuinola, a más de 600 kilómetros de la capital. Ninguno de los dos había estado allí, por lo que no conocíamos a nadie.

Un recurso valioso fue la carpeta misional porque vimos algunos nombres de investigadores anteriores, entre ellos estaba Paula Gaitán. Pudimos contactarla y enseñarle el Evangelio por varias semanas. La hermana nos expresó que ya no deseaba seguir escuchando más, pero logramos construir fuertes lazos de amistad y continuamos visitándola y prestándole servicio cuando era oportuno. Pasaron varios meses y decidió ser bautizada.

Transcurrieron los años, perdimos la comunicación. Me preguntaba qué habría sido de la hermana Gaitán. Veinte años después, gracias a la tecnología logré establecer comunicación de nuevo con la hermana y con otras personas.

Sentí un gran gozo saber que ella permanece aferrada a la barra de hierro, entró al templo para completar sus ordenanzas y continúa firme en su testimonio de Jesucristo. Además, la hermana tiene cinco hijos y siete nietos que son miembros de la Iglesia.

Por su parte, ella compartía la ocasión en que fue bautizada y preguntaba si alguien conocía a los misioneros que le habían enseñado y no obtuvo una respuesta.

Las Escrituras nos enseñan que la misma sociabilidad que existe acá en la tierra nos acompañará después de esta vida (Doctrina y Convenios 130:2). También aprendemos de las Escrituras modernas que si llevamos a Dios aunque sea una sola alma, grande será nuestro gozo con ella.

Como misionero no imaginé las bendiciones de compartir el Evangelio. Ahora mi alma se llena de gozo al ver cómo los esfuerzos de años atrás se ven reflejados hasta en tres generaciones. Mi invitación es que todos compartamos el Evangelio restaurado. Los jóvenes que tienen la oportunidad de servir una misión de tiempo completo que lo hagan sin dudarlo. Las bendiciones que se reciben son eternas y cuán grande es el gozo en el reino de nuestro Padre.