Seminario
Unidad 20: Día 1, Alma 39


Unidad 20: Día 1

Alma 39

Introducción

Alma reprendió a su hijo descarriado, Coriantón, que había abandonado el ministerio y cometido un pecado sexual grave. Alma le enseñó a Coriantón la gravedad de sus acciones y expresó la desilusión que sentía por el hecho de que fuera culpable de una ofensa tan grave. Alma mandó a Coriantón que dejara de ir tras “las concupiscencias de sus ojos” y que se arrepintiera (Alma 39:9). El mensaje de Alma a Coriantón se encuentra en Alma 39–42.

Alma 39:1–6

Alma le explica la gravedad del pecado sexual a su hijo Coriantón

Considera esta frase: Algunos pecados son más graves que otros.

  1. Responde las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras: ¿Estás de acuerdo con que algunos pecados son más graves que otros? ¿Por qué sí o por qué no?

Según consta en Alma 39, Alma le dio consejos a su hijo Coriantón que pueden ayudarte a comprender la naturaleza grave de ciertos pecados. Coriantón había acompañado a Alma y a su hermano Shiblón a una misión para predicarles el Evangelio a los zoramitas, pero durante ese tiempo cometió un grave pecado sexual.

Lee Alma 39:1–4 y fíjate en qué era lo que Coriantón había hecho mal. A fin de ayudarte a entender mejor estos versículos, podría resultarte útil saber que una ramera es una mujer inmoral o una prostituta. Es importante entender que “el Señor… no [puede] considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia” (D. y C. 1:31); los pecados sexuales son especialmente graves. Fíjate en que Coriantón abandonó su misión a propósito para ir tras la ramera Isabel, lo cual contribuyó a la gravedad de su pecado.

Lee Alma 39:5 y fíjate en cómo Alma explicó la gravedad del pecado sexual en comparación con otros pecados. Una abominación es algo pecaminoso, inicuo o vil. De esos versículos aprendemos que el pecado sexual es una abominación a los ojos del Señor. Medita en por qué el pecado sexual está a la misma altura que el asesinato en cuanto a gravedad.

El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, ofreció esta explicación acerca de por qué el pecado sexual es abominable para el Señor: “Al adjudicarle esa seriedad a un apetito sexual de carácter tan universal, ¿qué nos trata de decir Dios en cuanto al lugar que eso ocupa en el plan que Él tiene para todos los hombres y todas las mujeres? Les afirmo que Él está haciendo precisamente eso: haciendo hincapié en el plan de vida mismo. Está claro que, entre las preocupaciones más grandes que Él tiene acerca de la vida terrenal, están la forma en que una persona llega al mundo y la forma en que sale de éste. Él ha puesto límites muy estrictos al respecto” (“La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, pág. 90).

Lee los siguientes párrafos y busca y marca respuestas a la siguiente pregunta: ¿Cuáles son algunas de las bendiciones del mantenernos puros sexualmente?

“La intimidad física entre el esposo y la esposa es hermosa y sagrada; es ordenada por Dios para la creación de los hijos y para la expresión de amor entre el esposo y la esposa. Dios ha mandado que la intimidad sexual se reserve para el matrimonio.

“Cuando eres sexualmente puro, te preparas para hacer y guardar convenios sagrados en el templo; te preparas para establecer un matrimonio fuerte y para traer hijos al mundo como parte de una familia eterna y amorosa. Te proteges del daño espiritual y emocional que resulta del compartir la intimidad sexual fuera del matrimonio; además, te proteges de enfermedades nocivas. El permanecer sexualmente puro te ayuda a estar seguro de ti mismo y a ser verdaderamente feliz, aumenta tu habilidad para tomar buenas decisiones ahora y en el futuro” (Para la Fortaleza de la Juventud, folleto, 2011, pág. 35).

Ahora lee los párrafos siguientes y busca respuestas a esta pregunta: ¿Cuáles son las normas del Señor para mantenernos puros sexualmente?

“La norma del Señor en cuanto a la pureza sexual es clara e inalterable. No tengas ninguna clase de relación sexual antes del matrimonio y sé completamente fiel a tu cónyuge después del casamiento. No permitas que los medios de comunicación, ni tus amistades, ni otras personas te persuadan a pensar que la intimidad sexual antes del matrimonio es aceptable. No lo es. A la vista de Dios, los pecados sexuales son sumamente graves y profanan el sagrado poder que Dios nos ha dado para engendrar vida. El profeta Alma enseñó que los pecados sexuales son más abominables que cualquier otra clase de pecado, con excepción del asesinato y el negar el Espíritu Santo (véase Alma 39:5).

“Nunca hagas nada que pudiera llevarte a una transgresión sexual. Trata a los demás con respeto, no como objetos para satisfacer deseos lujuriosos y egoístas. Antes del matrimonio, no participes de besos apasionados, no te acuestes encima de otra persona ni toques las partes privadas y sagradas del cuerpo de otra persona, con ropa o sin ropa. No hagas nada que despierte emociones sexuales; ni despiertes esas emociones en tu propio cuerpo. Pon atención a los susurros del Espíritu para que puedas ser limpio y virtuoso. El Espíritu del Señor se retirará de quien esté cometiendo una transgresión sexual.

“Evita situaciones que provoquen una mayor tentación, como las actividades hasta tarde en la noche, las actividades que incluyan pasar la noche fuera de casa o las actividades que no cuenten con la supervisión de un adulto. No participes en conversaciones ni en ningún tipo de medio de comunicación que despierte emociones sexuales. No participes en ningún tipo de pornografía. El Espíritu puede ayudarte a saber si te encuentras en peligro y te dará la fuerza para alejarte de esa situación. Ten fe y sé obediente a los consejos rectos de tus padres y de tus líderes.

“El comportamiento homosexual entre varones y el lesbianismo son pecados graves. Si te encuentras luchando contra la atracción hacia las personas del mismo sexo o se te está persuadiendo a participar en conductas inapropiadas, busca el consejo de tus padres y el de tu obispo; ellos te ayudarán.

“Las víctimas de abuso sexual no son culpables de pecado y no tienen que arrepentirse. Si tú has sido víctima de abuso, debes saber que eres inocente y que Dios te ama. Habla con tus padres o con otro adulto en el que confíes y busca inmediatamente el consejo de tu obispo. Ellos te pueden apoyar espiritualmente, así como a obtener la protección y la ayuda que necesites. El proceso de sanación puede llevar tiempo. Confía en el Salvador; Él te sanará y te dará paz.

Si sientes la tentación de cometer cualquier clase de transgresión sexual, busca la ayuda de tus padres y la del obispo. Ora a tu Padre Celestial, quien te ayudará a resistir la tentación y a vencer pensamientos y sentimientos inapropiados. Si has cometido una transgresión sexual, habla con tu obispo hoy mismo e inicia el proceso del arrepentimiento a fin de que puedas hallar paz y tener la plena compañía del Espíritu.

“Adquiere el compromiso personal de ser sexualmente puro. Anima a los demás a hacer lo mismo por medio de tus palabras y hechos” (Para la Fortaleza de la Juventud, págs. 35–37).

De lo que acabas de leer, reflexiona en cuál es el mensaje en el que el Señor desea que te centres.

Alma 39:7–19

Alma insta a Coriantón a arrepentirse

Imagina que tienes una conversación con tus padres, tus líderes de las Mujeres Jóvenes o los Hombres Jóvenes, o tu obispo o presidente de rama en cuanto a la importancia de la pureza sexual. Piensa en cómo reaccionarías ante los consejos de tus padres o líderes de la Iglesia en lo referente a la importancia de mantenernos sexualmente puros. Lee Alma 39:7–8 para enterarte de cuál era el objetivo de Alma al enseñarle a Coriantón sobre la gravedad de su pecado. Piensa detenidamente en esto: ¿Cómo influiría en tu reacción al consejo de tus padres o líderes de la Iglesia el saber que es una invitación amorosa a mantenerte puro o a arrepentirte y evitar los juicios de Dios?

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Élder D. Todd Christofferson

El élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó por qué los padres, como Alma, invitan a sus hijos a arrepentirse: “La invitación al arrepentimiento es una expresión de amor… Si no invitamos a otras personas a cambiar o si no nos exigimos a nosotros mismos el arrepentimiento, no cumplimos un deber fundamental que tenemos el uno hacia el otro y hacia nosotros mismos. Un padre permisivo, un amigo indulgente, un líder de la Iglesia temeroso están más preocupados por sí mismos que por el bienestar y la felicidad de aquellos a quienes podrían ayudar. Sí, el llamado al arrepentimiento a veces se considera intolerante u ofensivo, e incluso puede resentirse, pero cuando es inducido por el Espíritu, en realidad es un acto de interés genuino” (“El divino don del arrepentimiento”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 39).

  1. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras: El arrepentimiento incluye… Luego, mientras estudias Alma 39:9–14, haz una lista en el diario de estudio de las Escrituras de lo que Alma le enseñó a Coriantón en cuanto al arrepentimiento que podría servirte de ayuda para completar esta declaración.

Usa las siguientes preguntas y comentarios como ayuda para comprender y poner en práctica el consejo de Alma. Trata de encontrar y escribir al menos una verdad en cada versículo incluido a continuación que podría ayudarte a completar la frase en el diario de estudio de las Escrituras. No hace falta que contestes las preguntas en el diario de estudio de las Escrituras.

Lee Alma 39:9. (Alma 39:9 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Sería bueno que lo marcaras de un modo llamativo para que puedas ubicarlo más adelante.) ¿Qué tienen que ver las frases “no te [dejes] llevar más por las concupiscencias de tus ojos” y “que te [refrenes] de todas estas cosas” con abandonar el pecado?

En nuestra época, la frase “concupiscencias de tus ojos” se asocia rápidamente a la inmoralidad y las imágenes o el entretenimiento que sea pornográfico en cualquier modo. Refrenarse, tal como se usa en Alma 39:9, significa abstenerse de algo . Parte del significado de refrenar es reprimir, que es “contener, detener…” (Diccionario de la Real Academia Española, vigésima segunda edición, 2001). Si aplicamos estas definiciones a lo que Alma le estaba enseñando a su hijo, podemos entender la importancia de deshacernos de cualquier aspecto de inmoralidad (incluso de las fuentes de tentación sobre las que tenemos control y que nos podrían llevar a cometer una inmoralidad) a fin de poder “heredar el reino de Dios”. ¿Cuáles son algunas formas en las que los jóvenes Santos de los Últimos Días pueden fijar un límite para sí mismos en cuestiones de pureza sexual y evitar ir en pos de las concupiscencias de sus ojos?

Lee Alma 39:10. ¿Cómo nos ayuda a arrepentirnos el buscar alimento espiritual de los padres, los líderes de la Iglesia, los hermanos o los amigos de confianza?

Lee Alma 39:11–12 y medita en las siguientes preguntas:

  • ¿Qué cambio debe producirse en el corazón de una persona durante el proceso de arrepentimiento a fin de que no vuelva a ser descarriado por el diablo y pecar?

  • ¿Cómo puede ayudarnos a arrepentirnos el evitar ir tras cosas vanas o insensatas?

Lee Alma 39:13. Recuerda que Alma le dijo a Coriantón que, dado que los zoramitas habían visto la conducta de Coriantón, no querían creer en las palabras de Alma (véase Alma 39:11). Podría ser útil entender que, en las Escrituras, la frase “[volver] al Señor” implica estar arrepentido. Arrepentirse implica el que uno “entregue su corazón y su voluntad a Dios” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Arrepentirse”).

  • ¿Qué crees que significa arrepentirse con toda tu “mente, poder y fuerza”?

  • Cuando nuestros pecados afectan a otras personas, ¿qué debemos hacer como parte de nuestro arrepentimiento?

  • Cuando se comete un pecado grave, ¿por qué es necesario buscar la ayuda del obispo o el presidente de rama?

De Alma 39:9–13 aprendemos: Arrepentirse incluye reconocer y abandonar nuestros pecados y volvernos al Señor con toda nuestra mente, poder y fuerza.

Medita en qué sientes que el Señor desearía que hicieras a fin de volver más plenamente tu corazón y tu voluntad a Él. ¿Qué puedes hacer hoy para empezar a actuar de acuerdo con esas impresiones?

Sin Jesucristo y Su expiación no sería posible que fueras perdonado de tus pecados. Lee Alma 39:15–16, 19 y fíjate en cómo Alma describe el conocimiento de que Jesucristo vendría a quitar los pecados del mundo.

  1. Escribe en el diario de estudio de las Escrituras en cuanto a por qué la venida de Jesucristo es una buena noticia para Coriantón y para ti.

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Dominio de las Escrituras: Alma 39:9

El élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo lo siguiente en cuanto a memorizar pasajes de las Escrituras:

“Aprender, meditar, escudriñar y memorizar las Escrituras es como llenar un archivo con amigos, valores y verdades a las que podemos recurrir en cualquier momento, en cualquier parte del mundo.

“Se obtiene un gran poder al memorizar pasajes de Escrituras. El memorizar un pasaje es como crear una nueva amistad. Es como descubrir a una persona nueva que puede ayudarnos en tiempos de necesidad, darnos inspiración y consuelo, y ser la fuente de motivación para lograr un cambio necesario” (“El poder de las Escrituras”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 6).

  1. Trata de memorizar Alma 39:9. Escribe en el diario de estudio de las Escrituras una oración o dos acerca de cómo el aprender de memoria ese versículo podría protegerte en un momento de tentación.

  2. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Alma 39 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: