Manuales y llamamientos
Presidencia de la rama


Presidencia de la rama

Cuando se organiza una rama, el presidente de misión o el presidente de distrito, con autorización del presidente de misión, llama y aparta bajo la inspiración del Señor a un digno poseedor del Sacerdocio de Melquisedec como presidente de la rama. El presidente de misión o de distrito confiere las llaves de la presidencia al presidente de rama. Si no hubiera ningún digno poseedor del Sacerdocio de Melquisedec, un presbítero digno puede ser llamado y apartado como presidente de rama.

Hasta que haya al menos dos miembros de la rama que posean el Sacerdocio de Melquisedec, el presidente de rama vela por los miembros y los fortalece, visita sus hogares a menudo en calidad de maestro orientador, lleva a cabo las reuniones sacramentales, dirige las actividades de la rama y se encarga de llenar los informes. A medida que más hermanos de la rama reciban el sacerdocio, el presidente de misión, bajo la guía del Espíritu del Señor, puede llamar a dos consejeros del presidente de la rama y a un secretario que ayude a mantener los registros de la rama. El presidente y sus dos consejeros componen la presidencia de rama.

El presidente de rama es el pastor de una rama y preside con amor y bondad a los miembros de ella. Él pone el ejemplo al ofrecer como sacrificio al Señor “un corazón quebrantado y un espíritu contrito” (3 Nefi 9:20) y testifica de la divinidad del Señor, Jesucristo. En la rama, el presidente desempeña las siguientes funciones:

  • Es el líder del sacerdocio que preside.

  • Es el juez común.

  • Supervisa el cuidado de los pobres y de los necesitados.

  • Se ocupa de los registros y las finanzas de la rama.

Los miembros de la presidencia de la rama velan por los miembros de la rama y los fortalecen, dirigen los ejercicios de apertura de las reuniones del sacerdocio, presiden el Sacerdocio Aarónico y dirigen las reuniones sacramentales.

Líder del sacerdocio que preside

Como líder del sacerdocio que preside, al presidente de rama se han otorgado las llaves de la presidencia para administrar la obra del Señor en la rama. Él preside, vela y fortalece a todos los miembros de la rama y les enseña a ser responsables en sus llamamientos. A medida que aumenta el número de miembros de la rama, los consejeros de la presidencia de rama, los líderes de los quórumes del sacerdocio y los maestros orientadores colaborarán con él. El presidente de rama alienta al presidente del quórum de élderes para asegurar que se asignen maestros orientadores y que todos los hogares se visiten de forma regular. Los informes periódicos de orientación familiar que facilita el presidente del quórum de élderes son de utilidad para el presidente de rama para estar al tanto de las necesidades de los miembros.

El presidente de rama supervisa los quórumes, las organizaciones auxiliares y las actividades de la rama, y presta especial atención a los hombres jóvenes del Sacerdocio Aarónico y a las mujeres jóvenes que son de la misma edad que ellos. Él es el presidente del Sacerdocio Aarónico en la rama. Como parte de su responsabilidad de velar por los jóvenes y las jovencitas de 12 a 18 años de la rama, les entrevista con regularidad para ayudarles a aprender y vivir los preceptos del Evangelio y prepararse para su vida futura. Recalca a los hombres jóvenes y también a las mujeres jóvenes que lo deseen, la importancia de prepararse para servir una misión. Llama a hombres jóvenes para que dirijan los quórumes del Sacerdocio Aarónico. Llama también a miembros para que presidan las organizaciones auxiliares (Sociedad de Socorro, Hombres Jóvenes, Mujeres Jóvenes, Primaria y Escuela Dominical). (Véase la Guía para los líderes del Sacerdocio y de las organizaciones auxiliares para más detalles en cuanto a las organizaciones auxiliares.) Con la ayuda de sus consejeros, el presidente llama a miembros para que enseñen clases y presten servicio en otros llamamientos de la rama. Entrevista a los líderes de los quórumes y de las organizaciones auxiliares para que le informen en cuanto a sus llamamientos y para tratar sus asuntos.

El presidente de rama preside las reuniones sacramentales, las reuniones del sacerdocio y todas las reuniones de la rama a las que asista, a no ser que esté presente un miembro de la presidencia del distrito o de la misión, un Setenta Autoridad de Área o una Autoridad General. El presidente de rama invita a estas autoridades visitantes que presiden a tomar asiento en el estrado. Se esfuerza sinceramente a fin de asegurar que todas las reuniones y las actividades ayuden a los miembros a venir a Cristo.

El presidente de rama dirige la realización de la mayoría de las ordenanzas (véase la Guía para la familia). Se asegura que toda persona que lleve a cabo una ordenanza posea la debida autoridad del sacerdocio, de que sea digno y de que siga el procedimiento correcto. Él aprueba las ordenaciones al Sacerdocio Aarónico y los avances dentro de él. Después de deliberar en consejo con el presidente de distrito o de misión, recomienda a hermanos para que reciban el Sacerdocio de Melquisedec y sean ordenados al oficio de élder. Con la aprobación del presidente de misión, el presidente de distrito, el presidente de rama o cualquier otro digno poseedor del Sacerdocio de Melquisedec puede conferir el Sacerdocio de Melquisedec y ordenar élderes.

Juez común

El presidente de rama es el juez común de los miembros de la rama. Él los entrevista para determinar su dignidad para recibir la recomendación para el templo, para ser ordenados a oficios, para recibir ordenanzas, llamamientos y la bendición patriarcal. También tiene la facultad de aconsejar a los miembros que buscan guía espiritual.

Para ayudar al presidente de rama en sus responsabilidades como juez común, el Señor le promete el don de discernimiento. Según su dignidad, este don le ayudará a conocer el corazón de las personas; le ayudará a saber qué decir y hacer para ayudar a una persona.

Cuando los miembros de la Iglesia cometen una transgresión, el presidente de rama puede darles aliento y ayudarles a arrepentirse al confesar sus pecados a él y al Señor.

Si un miembro comete un pecado grave, es posible que sea necesario aplicar la disciplina formal de la Iglesia, ya sea a través de un periodo formal de prueba, de la suspensión de derechos o de la excomunión. El presidente de rama trata el asunto en cuestión con el presidente de misión, que decide si es necesario llevar a cabo un consejo disciplinario. Bajo la dirección del presidente de misión, el presidente de distrito o el presidente de rama que posea el Sacerdocio de Melquisedec, puede presidir un consejo disciplinario. Estos consejos se llevan a cabo en un espíritu de amor; tienen como fin el ayudar al transgresor a arrepentirse y disfrutar una vez más todas las bendiciones del Evangelio.

Si el presidente de rama es un presbítero, no está autorizado para ser un juez común. En esta situación, el presidente de misión es el juez común de los miembros de la rama.

El cuidado de los pobres y necesitados

El presidente de rama enseña a los miembros a ser autosuficientes y a contribuir ofrendas de ayuno para ayudar en el cuidado de los necesitados. Tiene la sagrada responsabilidad de localizar a los pobres y necesitados que sean miembros dignos de la rama y utilizar las ofrendas de ayuno para ayudarlos. El presidente del quórum de élderes y la presidenta de la Sociedad de Socorro pueden colaborar con él.

De acuerdo con las normas de la Iglesia, el presidente de rama determina la forma en que las ofrendas de ayuno se utilizarán para el cuidado de los pobres y los necesitados.

Supervisión de finanzas y registros

El presidente de la rama recibe los diezmos y las ofrendas de los miembros de la rama y es el responsable de ellos. Él determina el uso y la disposición de todos los fondos de la rama, realiza el ajuste de diezmos anual y se asegura que los registros e informes de la rama sean correctos y estén al día, según las normas de la Iglesia, bajo la dirección del presidente de distrito o de misión. Jamás, bajo ninguna condición, puede un líder utilizar los fondos de la Iglesia locales para su propio beneficio.

El presidente se asegura que la rama colecte ofrendas de ayuno mensuales de una manera ordenada. Cuando los miembros ayunan, deben abstenerse de comer y beber durante dos comidas consecutivas y donar una ofrenda de ayuno que por lo menos equivalga al costo de la comida y bebida que hubieran consumido.

Cuando el presidente de rama es un presbítero, el presidente de misión supervisa las donaciones y los gastos de la rama.

Tan pronto como sea razonable, el presidente debe llamar y capacitar a un secretario que posea el sacerdocio, que pague un diezmo íntegro, que posea un firme testimonio del Evangelio y que demuestre disposición a obedecer los mandamientos del Señor. El presidente de rama se asegura que el secretario siga las normas de la Iglesia en el manejo de los fondos de la Iglesia.