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25 febrero–3 marzo. Mateo 6–7: ‘Les enseñaba como quien tiene autoridad’


“25 febrero–3 marzo. Mateo 6–7: ‘Les enseñaba como quien tiene autoridad’” Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Nuevo Testamento 2019 (2019)

“25 febrero–3 marzo. Mateo 6–7”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2019

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Jesús enseña a la orilla del mar

Jesús enseña a la gente a orillas del mar, por James Tissot

25 febrero–3 marzo

Mateo 6–7

“Les enseñaba como quien tiene autoridad”

Cuando se prepare para enseñar, empiece por prepararse usted mismo. Estudie Mateo 6–7 y anote las impresiones espirituales. Esto le permitirá recibir revelación sobre la mejor manera de atender las necesidades de la clase. A continuación, escudriñe esta reseña en busca de ideas para la enseñanza.

Anote sus impresiones

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Invitar a compartir

Invite a los miembros de la clase a que compartan los pasajes del Sermón del Monte que consideran que son más necesarios en la actualidad y aliéntelos a que se complementen las reflexiones entre ellos.

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Enseñar la doctrina

Mateo 6–7

Si oímos las enseñanzas del Señor y las aplicamos, nuestra vida se edificará sobre un cimiento firme.

  • ¿Qué enseñanzas específicas de Mateo 6–7 serán más beneficiosas para las personas a las que enseña? Considere escribir en la pizarra varias referencias de Mateo 6–7 que contengan dichas enseñanzas. Los miembros de la clase podrían seleccionar una de las referencias para estudiarla en silencio y luego escribir en la pizarra las verdades espirituales que aprendan. ¿Cómo influyen esas enseñanzas en nosotros?

  • El Salvador concluyó Su sermón con una parábola que podría ayudar a la clase a entender mejor la importancia de vivir de acuerdo con Sus enseñanzas (véase Mateo 7:24–27; véase también Helamán 5:12). A fin de visualizar esta parábola, los miembros de la clase podrían trabajar juntos para construir un cimiento fuerte utilizando bloques de madera, vasos de plástico u otros materiales, y entonces comprobar la resistencia de sus cimientos. También podrían rotular los materiales que emplearon con cosas que ellos pueden hacer para aplicar las enseñanzas del Salvador. ¿Cómo podrían ayudarnos esas cosas a soportar las tormentas de la vida?

Mateo 6:5–13

El Salvador nos enseñó a orar.

  • Estudiar el Padrenuestro podría servir para que los miembros de la clase determinen cómo pueden mejorar sus oraciones al seguir el ejemplo del Señor. Podría invitarlos a escribir en la pizarra frases de Mateo 6:9–13 (o Lucas 11:1–4) que les llamen la atención. Cuando meditamos en las palabras del Salvador, ¿qué aprendemos de la actitud que deberíamos tener al orar? ¿Qué aprendemos acerca del tipo de cosas por las que debemos orar? Podría resultar instructivo para los miembros de la clase parafrasear algunas de las frases del Salvador como si fueran cosas que podrían decir en sus oraciones personales. Por ejemplo, “Danos hoy el pan nuestro de cada día” podría parafrasearse como: “Por favor, ayúdame en mis esfuerzos para proveer a mi familia”.

  • A las personas a las que enseña podrían beneficiarles otros ejemplos del Salvador orando a Su Padre, como los de Mateo 26:36–42 y Juan 17. Podría invitar a los miembros de la clase a que estudien algunos de estos pasajes en busca de respuesta a preguntas como: “¿Qué aprendemos sobre la oración gracias a la manera en que oró el Salvador?” y “¿Cómo podemos hacer que nuestras oraciones se parezcan más a la del Salvador?”. Pueden verse otras oraciones ejemplares en Enós 1:3–17; Alma 31:26–35; 33:3–11.

  • ¿Podría compartir alguna experiencia relacionada con la oración? Compartir sus experiencias podría alentar a los miembros de la clase a hacer lo mismo. El presidente Thomas S. Monson compartió varias experiencias personales relacionadas con la oración en su mensaje “Consideren las bendiciones” (Liahona, noviembre de 2012, págs. 86–89). Podría analizar los principios de este mensaje y de las citas de “Recursos adicionales”. La sección “Oración”, en la Guía para el Estudio de las Escrituras, también podría ser útil.

Mateo 7:7–11

El Padre Celestial contesta las oraciones.

  • A fin de ayudar a los miembros de la clase a fortalecer su fe en que Dios escuchará y contestará sus oraciones, podría escribir pedid, buscad y llamad en la pizarra y después invitarles a que busquen en las Escrituras ejemplos de personas que pidieron, buscaron y llamaron (algunos ejemplos se encuentran en 1 Nefi 11:1; Éter 2:18–3:6; José Smith—Historia 1:11–17). ¿Qué aprendemos en esos ejemplos acerca de cómo recibir respuesta a nuestras oraciones?

  • En la Traducción de José Smith de Mateo 7:12–17 (en el apéndice de la Biblia) podemos hallar contexto importante para Mateo 7:7–11. En estos versículos, los discípulos de Jesús anticiparon algunas de las razones que la gente podría dar para no acudir al Padre Celestial en busca de la verdad. Podría pedir a los miembros de la clase que se imaginen que tienen un amigo que es reacio a acudir al Señor en busca de guía o bendiciones. ¿Qué podrían decirle a ese amigo para animarlo? ¿Cómo podrían utilizar las palabras del Salvador en Mateo 7:7–11?

Mateo 7:15–20

Podemos reconocer a los verdaderos profetas y a los falsos profetas mediante sus frutos.

  • Es probable que los miembros de la clase hayan estado expuestos a filosofías falsas y otros engaños del adversario, ya sea en internet o en otros lugares. Es posible que hayan oído a otras personas criticar a los siervos del Señor. ¿Cómo puede ayudarles a entender la forma de discernir a los falsos profetas y a sus enseñanzas de los que son verdaderos? Podría mostrar varios tipos de fruta y pedirles que deduzcan los árboles de los que proceden. ¿Cómo nos ayuda este ejercicio a entender Mateo 7:15–20? También podrían leer juntos algunos de los mensajes recientes de los profetas vivientes. ¿Qué “frutos” o resultados produce el seguir sus consejos?

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    Fruto

    Podemos conocer a los profetas verdaderos mediante sus frutos.

  • Mateo 7:15–20 podría ayudar a los miembros de la clase a edificar su fe en la misión divina del profeta José Smith. ¿Cuáles son los frutos de la obra que llevó a cabo José Smith? Pueden verse otras ideas en el mensaje del élder Neil L. Andersen “José Smith” (Liahona, noviembre de 2014, págs. 28–31). ¿Cómo podríamos valernos de la analogía del Salvador en Mateo 7:15–20 para testificar de José Smith a nuestros amigos y familiares?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Esta semana, cuando los miembros de la clase estudien muchos de los milagros que efectuó el Salvador, invítelos a que mediten en ejemplos de milagros modernos (ya sean grandes o pequeños) que hayan visto o de los que hayan oído.

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Recursos adicionales

Mateo 6–7

Canciones para usar en las clases.

  • ¿Qué principios relacionados con la oración aprenden los miembros de la clase en la letra de “La oración del alma es”? (Himnos, nro. 79).

  • Leer, cantar o escuchar “Loor al Profeta” (Himnos, nro. 15) podría ayudar a los miembros de la clase a pensar en algunos de los frutos por los que podemos saber que José Smith fue un profeta de Dios (véanse también D. y C. 135:3; “José Smith”, Temas del Evangelio, topics.lds.org).

Historias sobre la oración.

El presidente Boyd K. Packer habló de una oración familiar que tuvo su familia antes de salir de viaje para California. Un veterinario les había dicho que la vaca no sobreviviría un día más. “[La oración] la hizo nuestro hijito. Después de pedirle a nuestro Padre Celestial que bendijera a papi en sus viajes y a todos nosotros, hizo una sincera súplica; dijo: ‘Padre Celestial, por favor bendice a la vaca Bossy para que se mejore’”.

“Estando en California, relaté el incidente y dije: ‘Tiene que aprender que no recibimos tan fácilmente todo lo que pedimos’.

“Había una lección que aprender, pero fui yo el que la aprendió y no mi hijo. Cuando regresé el domingo por la noche, Bossy se encontraba mejor’” (véase “La oración y las impresiones del Espíritu”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 45).

El hermano Mangal Dan Dipty, miembro de la Iglesia en la India, dijo: “De niño, asistía a la iglesia luterana-alemana con regularidad y solíamos ir a las montañas para orar juntos. Un día lluvioso, todos los que participaban en el grupo de oración estaban empapados y uno de los predicadores ofreció una ferviente oración para suplicarle al Señor que detuviera la lluvia. Para nuestra sorpresa, dejó de llover. Ese fue el comienzo de mi fe en Dios y en la oración” (véase “Mi trayecto como pionero de la India”, Liahona, julio de 2016, pág. 21).

Pueden verse otros relatos sobre la oración en la sección Voces de los Santos de los Últimos Días de la revista Liahona.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

No teman el silencio. “Se tarda un tiempo en contestar las buenas preguntas, ya que requieren reflexión, análisis e inspiración. El tiempo que dedique a esperar las respuestas a una pregunta puede ser un tiempo sagrado de reflexión. Evite la tentación de concluir ese tiempo demasiado pronto respondiendo usted mismo su propia pregunta o pasando a otro tema” (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 31).