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Reconozca que la revelación es un proceso


“Reconozca que la revelación es un proceso”, Temas y preguntas, 2023

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Una mujer joven de Ghana está sentada afuera en un escalón escribiendo en un diario

Cómo buscar respuestas a sus preguntas

Reconozca que la revelación es un proceso

Es fácil imaginar que cuando Dios desea comunicar algo, se dirige a los líderes de la Iglesia para hacérselo saber. No obstante, la historia de la restauración demuestra que la revelación es un proceso de buscar conocer la voluntad de Dios y que se recibe con más frecuencia después de meditar y suplicar. Eso es cierto para los profetas y para cada uno de nosotros. El presidente Nelson nos ha instado a “esf[orzarnos] más allá de [nuestra] capacidad espiritual actual para recibir revelación personal”1.

Aquí hay algunos principios que le ayudarán a estudiar cómo funciona la revelación, tanto en la Iglesia como en su propia vida:

  • Recuerde que la revelación por lo general comienza con preguntas. El ejemplo de José Smith ilustra que nuestro albedrío y nuestras preguntas sinceras desempeñan una función vital en el proceso de la revelación. Casi todas las secciones de Doctrina y Convenios vinieron en respuesta a una pregunta. El Señor le enseñó a José a estudiar las cosas en su mente y a buscar el espíritu de revelación. El proceso de afrontar problemas, buscar entendimiento, probar diferentes respuestas posibles y orar para pedir guía prepara nuestro corazón y abre nuestra mente. Nos ayuda a recibir, entender y actuar de acuerdo con la revelación.

  • Reconozca que la revelación viene línea por línea. “Somos testigos de un proceso de restauración”, como dijo el presidente Russell M. Nelson. “Si piensan que la Iglesia ha sido restaurada completamente, les digo que apenas están observando el principio”2. Esta es una Iglesia viviente. Aunque las verdades esenciales del Evangelio son inmutables, las normas, los programas, las organizaciones y las enseñanzas de la Iglesia se han revelado línea por línea a lo largo de meses, años y décadas; y el proceso continúa. No siempre podemos ver el fin desde el principio, pero podemos confiar en que el Señor continuará obrando en Sus hijos para traerles más luz.

  • Recuerde que Dios nos habla de acuerdo con nuestro entendimiento. Todos los seres humanos son moldeados por la cultura: las creencias, las costumbres, los idiomas y los valores que compartimos. Las culturas varían mucho de un lugar a otro y con el tiempo. La voluntad de Dios de entregarnos una revelación que nos hable conforme a nuestra cultura y según nuestro entendimiento es una hermosa verdad de la restauración. Recordar esto puede ayudarnos a tratar las Escrituras y las palabras de los profetas anteriores con humildad. Dios habló a los israelitas de la antigüedad de acuerdo con el entendimiento que tenían en el Cercano Oriente de la antigüedad. Habló a José Smith utilizando símbolos y lenguaje de la cultura estadounidense del siglo XIX. Y Dios se comunica con nosotros hoy, según nuestra capacidad limitada, de maneras que podamos entender.

  • Sea fiel y crea. Los Santos de los Últimos Días a menudo declaran “Yo sé” cuando manifiestan su testimonio. Estas expresiones sinceras describen experiencias espirituales personales que se obtienen al estudiar y vivir el Evangelio. Sin embargo, todos andamos por fe en esta vida. Jesucristo simplemente nos pide que comencemos creyendo. Está bien si usted tiene dudas. Está bien si en este momento todo lo que tiene es un deseo de creer. Al igual que el padre que le pidió a Jesús que sanara a su hijo, usted puede decir: “Creo; ayuda mi incredulidad”3.

  • Recuerde que todo lo bueno proviene de Dios. Cuando el ángel Moroni se apareció a José Smith, recitó la profecía de Joel de que el Señor derramaría Su Espíritu sobre toda carne en los últimos días4. Aunque hay mucho mal en el mundo, también hay mucha bondad y verdad. Esto incluye avances en la ciencia y la medicina, y esfuerzos por aumentar el respeto por todas las personas. Los líderes de la Iglesia han enseñado que Dios habla a las personas en cada cultura. Así como invitamos a otras personas a que se unan a nosotros y a que “traigan consigo todo lo bueno que tengan”, aceptamos la verdad dondequiera que la encontremos5.

  • Sepa que obtener revelación puede ser una lucha. Aunque las respuestas a nuestras preguntas a veces llegan rápida y fácilmente, la revelación también puede llevar años de esfuerzo. Nuestra situación en la vida también puede hacer que tengamos dificultades cuando busquemos revelación personal. Por ejemplo, algunas personas experimentan enfermedades como la depresión, que hacen que sea más difícil sentirse cerca de Dios. Podemos hacer nuestra parte para tratar esos desafíos al mismo tiempo que seguimos confiando en que el Señor nos ayudará a encontrar paz. El solo hecho de no haber recibido respuestas de Dios no significa necesariamente que usted esté haciendo algo malo. Sea paciente y cultive su fe mientras espera en el Señor.

  • Continúe buscando revelación. Mientras busque la paz relacionada con sus preguntas, siga haciendo lo básico: orar, estudiar las Escrituras, participar de la Santa Cena, esforzarse por guardar los mandamientos y adorar en el templo. Además, podría buscar la cercanía al Señor conforme sirva a los demás en su familia, congregación o comunidad; pase tiempo en la naturaleza; o medite en las cosas espirituales. Acercarse más a Dios ayudará a asegurar que los canales de revelación permanezcan abiertos.

Pasajes clave de las Escrituras: Santiago 1:5–6; 2 Nefi 28:30; 31:3; Alma 5:45–47; Doctrina y Convenios 1:24; 88:63