Manuales y llamamientos
4: Lograr mis metas


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Lograr mis metas

Comiencen con una oración.

Informar:

Empecemos por presentarnos al grupo y compartamos las experiencias que tuvimos al cumplir con los compromisos de la semana pasada. Cuando se presente, tenga a bien compartir lo siguiente:

  • Su nombre

  • Su misión

  • Cuánto hace que terminó la misión

  • Una reflexión o una pregunta que tuvo al cumplir con los compromisos de la semana pasada

Fijar metas de alta prioridad

Leer:

Considere sus prioridades al crear metas. Muchas metas pueden ayudarnos a mejorar, pero con la guía del Señor podemos seleccionar las mejores metas para la vida.

El presidente Oaks dijo: “Debemos [reconocer] que el solo hecho de que algo sea bueno no es razón suficiente para hacerlo. El número de cosas buenas que podemos hacer es mucho mayor que el tiempo disponible para lograrlas. Algunas cosas son mejores que buenas, y merecen que les demos prioridad” (véase “Bueno, mejor, excelente”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 104).

Las metas son más eficaces cuando nos animan, desafían y motivan. Cuando cree o mejore sus metas, sea específico en cuanto a lo que quiere lograr, cree alguna manera de medir su progreso y prepare un cronograma para lograrlo.

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Presidente M. Russell Ballard

“Estoy plenamente convencido de que si no nos fijamos metas en nuestra vida ni aprendemos a dominar las técnicas del vivir para lograrlas, llegaremos a la vejez y miraremos hacia atrás en la vida y nos daremos cuenta de que hemos logrado tan solo una pequeña porción de nuestro pleno potencial”.

M. Russell Ballard, “Do Things That Make a Difference,” Ensign, junio de 1983, págs. 69–70.

Actividad: (3 minutos)

Dedique un momento a solas y repase las metas que se fijó en Mi plan durante la misión. Si no empezó Mi plan en la misión, repase la hoja de trabajo que hay al final del manual.

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mujer sonriente

Meta de alta prioridad: Salir con jóvenes del sexo opuesto y el matrimonio

Leer:

El matrimonio eterno es una parte esencial del plan de Dios para Sus hijos. Si participó en Mi plan durante la misión, recordará cómo uno de los propósitos más importantes de la misión era prepararse para tener una familia eterna. De todas sus metas, el matrimonio sellado en el templo debe ser la de mayor prioridad. Cuando uno se centra en actividades personales dignas, como metas de formación académica y profesionales, puede ser fácil dejar que otras prioridades se interpongan en el camino. El matrimonio brinda oportunidades de crecimiento personal y espiritual que no están disponibles de ninguna otra manera. Esa es la razón por la que los profetas aconsejan a los misioneros que se centren activamente en el matrimonio.

El presidente Thomas S. Monson dijo: “Soy consciente de que hay muchas razones por las cuales pueden estar dudando en cuanto a [dar] el paso de casarse… Tal vez tengan miedo a tomar la decisión equivocada, a lo cual les digo que tienen que ejercer fe” (véase “El poder del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2011, pág. 67).

El presidente Ballard declaró: “Adultos solteros, tienen que salir con jóvenes del sexo opuesto y casarse. ¡Dejen de posponerlo!… muchos de los problemas que encuentren se evitarán si se hallan ‘anhelosamente consagrados’ a salir en citas de forma recta, al cortejo y al matrimonio” (véase “La generación más grandiosa de jóvenes adultos”, Liahona, mayo de 2015, pág. 69).

El élder Richard G. Scott enseñó: “Si eres una persona soltera y aún no cuentas con un firme candidato para un matrimonio celestial, vive para lograrlo. Ora por ello. Espéralo en el debido tiempo del Señor… Sus profetas han dicho que obtendrás tal bendición si eres constante al vivir de manera tal que lo merezcas. No sabemos si sucederá en este lado o en el otro lado del velo, pero vive para lograrlo. Ora por ello” (“Recibe las bendiciones del templo”, Liahona, julio de 1999, pág. 31).

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Hermana Elaine S. Dalton

“Un matrimonio en el templo por el tiempo de esta vida y toda la eternidad merece que ustedes hagan su mayor esfuerzo y que le den la máxima prioridad. Fue solo después de que Nefi había terminado el templo en el desierto que dijo: ‘Y… vivimos de una manera feliz’. La ‘manera feliz’ se halla en el templo; es guardar los convenios”.

Elaine S. Dalton, “Amar a su madre”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 77.

Meditar:

Analizar:

¿Qué impresiones ha recibido al orar, estudiar las Escrituras o ir al templo en cuanto a cómo prepararse para casarse en el templo?

Logre sus metas

Leer:

Aun cuando tenemos metas buenas, no siempre las logramos. Podría haber muchas razones para ello, pero tal vez haya aprendido en la misión o a través de otras experiencias algunas maneras de ceñirse a lo planeado. Anote sus ideas en el diario de estudio.

Escriba las metas

Leer:

El presidente M. Russell Ballard ofreció el consejo siguiente sobre cómo seguir adelante con lo que se tiene planeado: “Mi sugerencia es que, si quieren tener éxito con el proceso de ponerse metas, aprendan a… ponerlas en un lugar prominente: en un espejo o en la puerta del refrigerador. Tengan las metas frente a ustedes, por escrito. Luego, con el deseo de lograr las metas que han escrito, estarán más dispuestos a pagar el precio que deben pagar las personas exitosas que se ponen metas” (“Do Things That Make a Difference”, Ensign, junio de 1983, pág. 70).

Actividad: (5 minutos)

Formen grupos de tres y analicen la pregunta siguiente: ¿Cuál creen que es la mejor manera de tener “las metas frente a ustedes”, como aconsejó el presidente Ballard?

Ejerza fe, arrepentimiento y autodisciplina

Leer:

Para lograr sus metas debe ejercer fe en Dios y en usted mismo, así como ejercer autodisciplina para trabajar en su consecución.

El presidente Ballard también enseñó: “Debemos tener fe. Debemos tener fe en Dios. Debemos tener fe en el Señor Jesucristo. ¡Ah, y cuán desesperadamente debemos tener fe en nosotros mismos!… Cuando se ponen una meta y se comprometen a tener la autodisciplina necesaria para alcanzarla, eliminarán la mayoría de los problemas de la vida. Esfuércense por hacer aquello que marque una diferencia”, (“Do Things That Make a Difference,” págs. 71, 72).

Meditar:

Analizar:

¿Cómo puede ayudarnos el principio del arrepentimiento a lograr nuestras metas?

Sea diligente y paciente

Leer:

El presidente Dieter F. Uchtdorf dio el siguiente consejo:

“Aprendí que la paciencia era más que sencillamente esperar a que algo pasara. La paciencia exigía esmerarse de forma activa por lograr metas dignas y no desalentarse cuando los resultados no se dieran de inmediato o sin esfuerzo.

Aquí tenemos un concepto importante: la paciencia no es ni una resignación pasiva, ni es dejar de actuar por causa de nuestros temores. Ser paciente significa esperar y perseverar de forma activa. Significa persistir en algo y hacer todo cuanto podamos: trabajar, tener esperanza, ejercer la fe y enfrentar las dificultades con fortaleza, incluso cuando los deseos de nuestro corazón se ven demorados. ¡La paciencia no es simplemente sobrellevar las cosas, sino hacerlo bien!” (“Continuemos con paciencia”, Liahona, mayo de 2010, pág. 57).

Meditar:

Analizar:

¿Qué es lo que más le ha ayudado a llegar a ser resistente y diligente para alcanzar sus metas?

Haga planes específicos

Leer:

Para aumentar las probabilidades de lograr sus metas, haga planes específicos con pasos claramente definidos.

Lea los ejemplos de metas en la tabla siguiente. Fíjese en cómo cada meta tiene un plan, un cronograma y una persona específica a la que presentar informes.

Meta

Pasos específicos para lograr la meta

Cronograma

A quién presentaré informes

Estudiaré las Escrituras durante 30 minutos diarios.

  1. Despertarme cada día a las 6 de la mañana.

  2. Leer las Escrituras antes de desayunar

  3. Anotar el progreso en una tabla.

Evaluaré mi progreso en un mes.

Compartiré la tabla de progreso con un mentor.

Ganaré dinero suficiente para empezar a estudiar en seis meses.

  1. Seleccionaré 10 empresas en las que me gustaría trabajar.

  2. Visitaré cada empresa y preguntaré si hay oportunidades de empleo.

Visitaré cada empresa en los próximos tres días.

Daré un informe a mi mentor.

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Presidente Heber J. Grant

“Aquello en lo cual perseveramos se vuelve más fácil de realizar no porque su naturaleza haya cambiado, sino porque nuestra capacidad para realizarlo ha aumentado”.

Cita atribuida a Ralph Waldo Emerson, en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Heber J. Grant, 2002, pág. 36.

Comprométase:

  • Dedique un momento a repasar las metas que se fijó en Mi plan durante la misión. Si no empezó Mi plan en la misión, repase la hoja de trabajo que hay al final del manual.

  • Cree una meta para algo que quiera lograr este mes. Estudie la meta y los planes específicos a diario. Siga las impresiones que reciba y trabaje diligentemente para alcanzar la meta.

  • Comparta lo que haya aprendido hoy con otro misionero retornado, otro joven adulto soltero o un familiar.

Seleccione un compañero de acción para esta semana y dediquen un par de minutos a compartir el uno con el otro los compromisos en los que han sentido que deben trabajar. Decidan cómo van a realizar el seguimiento el uno con el otro durante la semana.

Ofrezcan la última oración.