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Prólogo


Prólogo

La importancia de estudiar el Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento ha ejercido una influencia notable sobre mucha gente a través de la historia. Tres de las religiones más importantes de la actualidad tienen sus raíces en este libro: el cristianismo, el judaismo y el islamismo. Sin contar la importancia que tuvo el Antiguo Testamento para los pueblos para los que fue escrito, es posible que tenga más valor para los que vivimos en esta época —la dispensación del cumplimiento de los tiempos— que para ningún otro pueblo, especialmente para los Santos de los Ultimos Días.

Algunos de los puntos que hacen que un estudio profundo del Antiguo Testamento sea no sólo interesante, sino también de suma importancia, son:

  1. El testimonio que da de la existencia de Dios.

  2. La historia de los comienzos del género humano, que habla del hombre como un ser de descendencia divina que ha sido puesto en la tierra con un propósito eterno.

  3. La importancia de relacionarnos con nuestro Padre Celestial por medio de convenios.

  4. La historia y las razones por las cuales Dios eligió un linaje, a través del cual se restauraría el sacerdocio en los últimos días.

  5. El establecimiento de una ley sobre la cual se basarían en el futuro la mayoría de los códigos civiles y criminales.

  6. El conocimiento de que Dios interviene directamente en la vida de los humanos y en los asuntos de las naciones, y que a través de Él muchos son protegidos y guiados.

  7. Las consecuencias de la desobediencia y rebelión en contra de Dios y Sus preceptos.

  8. Los mandamientos del Señor en contra de la idolatría y de la bajeza en cualquiera de sus formas.

  9. La necesidad de que el hombre se mantenga firme, aun teniendo que soportar sufrimientos y dolor.

  10. La manera en que los santos pueden escapar de las destrucciones más grandes que vendrán en los últimos días.

  11. El grandioso, y a la vez, terrible día en que el Señor vendrá en Su gloria.

  12. El testimonio de que el Dios del Antiguo Testamento es Jesucristo, y de que vino a la tierra para librar al hombre de la muerte espiritual y hacer posible que este se vea libre del pecado y pueda volver a la presencia de Dios el Padre.

El Antiguo Testamento tiene pasajes muy hermosos. Los autores de los libros de la Biblia deseaban que su mensaje fuera claro y fácil de entender; pero a través del tiempo, las muchas traducciones, sumadas a la corrupción de la gente, han causado que el significado de algunas partes sea un poco confuso. Afortunadamente para nosotros, los Santos de los Ultimos Días, se ha recobrado parte de la claridad de su texto, por medio de: (1) la interpretación inspirada de nuestros profetas modernos; (2) la guía del Espíritu Santo; y (3) las revelaciones de la plenitud del evangelio que se encuentran en nuestros otros libros de doctrina, especialmente en el Libro de Mormón.

¿Cuál debe ser el propósito de tomar este curso de estudio?

Moisés le dijo a Israel: “A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de El” (Deuteronomio 4:35). Este curso tiene como objetivo dar la oportunidad de conocer al Dios del Antiguo Testamento desde un punto de vista más íntimo y personal. El es nuestro Redentor, y la meta de este curso debe ser poder declarar como Job: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo” (Job 19:25). En las páginas del Antiguo Testamento podemos ver a Jesús, en su estado premortal, trabajando con los hijos de nuestro Padre Celestial para salvarlos. De esos relatos de la historia podemos aprender cómo acercarnos a Cristo. Moisés resumió el proceso con estas palabras: “Y si…buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma” (Deuteronomio 4:29). ¿Podemos desear una meta más loable que ésta?

¿Cómo podemos alcanzar esta meta con más eficacia?

Por medio del profeta Jeremías el Señor declaró: “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua” (Jeremías 2:13). Las cisternas eran de suma importancia para los antiguos porque en ellas guardaban agua y de esa forma se prevenían para lo que pudiera ocurrir por los caprichos de la naturaleza. Estas cisternas eran cavadas en la roca. Ocasionalmente la roca tenía fisuras y era incapaz de almacenar agua. Por medio de esta metáfora, el Señor hizo dos acusaciones contra Israel: la primera fue la poca confianza que tenían en El, Jehová, que era la Fuente de Agua Viva. Siempre podían confiar en El; sin embargo, los israelitas cavaron cisternas, buscando protección; es decir, se dirigieron a otras fuentes para obtener poder espiritual. Segundo, estas nuevas fuentes, o cisternas, podían conservar el Espíritu tanto como una cisterna rota conserva el agua. Por lo tanto, Israel era igual que un pueblo durante la sequía, ya que confiaba en cisternas secas, en lugar de confiar en la fuente que nunca se agotaría.

Cada uno de los capítulos de este manual tiene como objetivo ayudar a encontrar la fuente de agua viva: Jesucristo, el Senor del Antiguo Testamento, y el objetivo del alumno sera llegar a conocerlo mejor.

Como parte del estudio de cada lección, usted debe estudiar en detalle las referencias del Antiguo Testamento sobre las que se basa la le,cción. Este manual (Religión 301) cubre aproximadamente la mitad del Antiguo Testamento, desde Génesis hasta 2 Samuel, incluyendo selecciones de los Salmos. El resto del Antiguo Testamento será tratado en el manual de Religión 302

Este curso no requiere que el alumno lea cada capítulo que se ha mencionado. Sin embargo, si lee todas las partes asignadas dentro de cada lección, habrá leído la mayor parte y habrá adquirido el conocimiento necesario para comprender el resto. El estudio de las Escrituras, acompañado de la oración sincera, puede constituir el medio por el cual podamos recibir revelación personal, además de obtener más espiritualidad en nuestra vida. Es la manera de acercarse a la cisterna que saciará nuestra sed; la que está llena de agua viva.

¿Por qué publicamos este manual para el alumno?

Algunas partes de las Escrituras antiguas no son fáciles de entender. Hasta los judíos cuando volvieron del exilio, alrededor del año 500 A.C., necesitaron ayuda para interpretar las Escrituras. La Biblia dice que Esdras y otros escribas “hacían entender al pueblo la ley;…y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido de modo que entendiesen la lectura” (Nehemías 8:7-8). A pesar de que el problema se debía sobre todo a cambios en el idioma que hablaban, la palabra del Señor aún necesitaba explicación, al igual que hoy. Algunas de las dificultades que existen para leer y comprender el Antiguo Testamento se deben al idioma arcaico y a la falta de comprensión de la doctrina, de la historia y de la geografía de la época, además de los cambios que se han hecho debido a la alteración de textos. Por esta razón, el manual para el estudiante provee la ayuda siguiente:

  1. Información que ayuda a comprender el mundo del Medio Oriente en el cual los profetas dieron sus mensajes.

  2. Información acerca de los profetas del Antiguo Testamento, así como también acerca de otros personajes importantes de la época.

  3. Información general acerca de muchos de los libros del Antiguo Testamento.

  4. Interpretaciones muchas veces proféticas, de los pasajes más importantes y de algunos de los más difíciles.

  5. Una sección de mapas y gráficas que contiene ayuda para localizar los puntos geográficos, las actividades más importantes de los profetas y de los israelitas, un esquema cronológico de los acontecimientos y las equivalencias modernas a las medidas usadas en aquellos tiempos.

El manual en sí

Los veintiocho capítulos de este manual siguen el mismo orden que los libros del Antiguo Testamento, exceptuando el último que trata el libro de los Salmos; puesto que David escribió muchos de ellos, los estudiaremos al terminar de estudiar su vida.

Además de los capítulos, el manual contiene siete secciones especiales que tienen el propósito de ayudar al alumno a comprender mejor los capítulos que les siguen.

El alumno debe usar este manual para que le ayude a organizarse y sacar el mayor provecho posible de su estudio de las Escrituras. Para alcanzar este propósito, cada uno de los capítulos consta de los siguientes puntos:

  1. Una introducción como preámbulo a las Escrituras que han de estudiarse.

  2. Las instrucciones para el alumno que contienen las asignaciones de lectura.

  3. Una sección de comentarios (por lo general citas de palabras pronunciadas por Autoridades Generales) para ayudar al alumno a entender pasajes difíciles.

  4. Un resumen analítico para indicarle al alumno las enseñanzas más importantes contenidas en lo que ha leído, dándole la oportunidad de tomarlas en consideración para poder aplicarlas en su vida.

    Los capítulos y las secciones están a su vez sub-divididas en pasajes que llevan números entre paréntesis: por ejemplo (5-3) en los capítulos, y letras y números en las secciones (C-4). El primero corresponde al capítulo 5, pasaje 3; el segundo a la sección C, pasaje 4.

¿Cómo debe usarse el manual para el alumno?

El texto básico para este curso es el Antiguo Testamento. Este manual para el alumno no tiene como propósito tomar el lugar de las Escrituras, ni tampoco puede substituir la inspiración que puede recibirse del Espíritu Santo cuando se solicita con una oración humilde. A continuación brindamos algunas sugerencias para que el uso del manual resulte más fructífero:

  1. Antes de leer las referencias de las Escrituras, debe estudiar el mapa correspondiente para tener una idea de la distribución geográfica de los pueblos y las ciudades, y para aprender acerca de las características topográficas de la región. A medida que estudia, puede consultar los mapas si alguna duda surgiera.

  2. Lea la lectura asignada para cada capítulo. El número de capítulos que se le pida que lea para cada clase puede variar de acuerdo con los deseos de su maestro y según esté siguiendo un curso semestral, trimestral o el sistema de estudio individual. Cualquiera que sea el sistema, se le pedirá que complete la lectura de la mayor parte del Antiguo Testamento, desde Génesis a 2 Samuel, y de los Salmos seleccionados.

  3. Estudie las secciones especiales cuando llegue a ellas, ya que al hacerlo se dará cuenta de que el comprendpr la historia, la geografía y la teología explicada en estas secciones le ayudará a comprender mejor las Escrituras, a medida que las lea.

  4. Lea las notas y comentarios respecto a los pasajes que son difíciles de comprender.

  5. Lleve a cabo las asignaciones que se encuentran en el resumen analítico, según lo solicite el maestro.

  6. Use los índices que están al final del manual a fin de ubicar un pasaje en particular, un autor, o una materia.