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Lección 10: Las funciones y responsabilidades divinas de las mujeres


Lección 10

Las funciones y responsabilidades divinas de las mujeres

Introducción

Como parte importante de Su plan de felicidad, el Padre Celestial ha dado a las mujeres las funciones divinas de ser esposas y madres. “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” enseña que la “madre es principalmente responsable del cuidado de sus hijos” y que los padres y las madres deben, “como compañeros iguales… ayudarse el uno al otro” (Liahona, noviembre de 2010, pág. 129).

Lectura preparatoria

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 25:1–3, 10, 13–16

La gran influencia de las mujeres rectas de la Iglesia en los últimos días

Muestre la siguiente profecía del presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) y pida a un alumno que la lea en voz alta:

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President Spencer W. Kimball

“…Gran parte del progreso que tendrá la Iglesia en los últimos días se deberá a que gran número de las buenas mujeres del mundo… se sentirán atraídas a la Iglesia. Eso solo sucederá si las mujeres de la Iglesia reflejan rectitud y saben expresarse bien, y si la gente las considera diferentes —en forma positiva— de las mujeres del mundo” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, pág. 247).

  • ¿Por qué piensan que las mujeres rectas Santos de los Últimos Días serán el motivo de un importante progreso de la Iglesia?

Para ampliar esa idea, pida a los alumnos que busquen Doctrina y Convenios 25:1–3, 10, 13–16 y que encuentren palabras y frases que muestren la forma en la que las mujeres Santos de los Últimos Días pueden ser “diferentes” en forma positiva de las mujeres del mundo. Para ayudar a los alumnos a comprender el contexto de esa revelación, explique que se trata de una revelación personal para Emma Smith, pero que se aplica a todas las mujeres de la Iglesia.

  • ¿Qué podemos aprender de esos versículos acerca de las características que las mujeres rectas deben tratar de lograr?

  • ¿Cómo enunciarían una doctrina o principio que se enseña en Doctrina y Convenios 25? (A medida que los alumnos responden, señale este principio: Como discípulas del Señor, las mujeres pueden utilizar sus dones y talentos divinos para ayudar a edificar el reino de Dios).

Comparta las siguiente declaraciones del presidente Spencer W. Kimball y del élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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President Spencer W. Kimball

“El ser una mujer justa es algo glorioso en cualquier época; El ser una mujer justa durante estas cruciales y finales etapas de la tierra, antes de la segunda venida del Salvador, es en especial un llamamiento noble. En la actualidad, la fortaleza e influencia de una mujer justa puede ser diez veces superior al que tendría en tiempos más pacíficos” (Enseñanzas: Spencer W. Kimballpágs. 240–241).

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Elder M. Russell Ballard

“Hermanas, su ámbito de influencia es único; los hombres no pueden duplicarlo. Nadie puede defender a nuestro Salvador con mayor persuasión ni poder que ustedes, las hijas de Dios, quienes poseen tan gran fortaleza y convicción interior. El poder de la voz de una mujer convertida es inconmensurable, y la Iglesia necesita sus voces ahora más que nunca” (M. Russell Ballard, “Los hombres y las mujeres, y el poder del sacerdocio”, Liahona, septiembre de 2014, pág. 37).

Pregunte a las mujeres de la clase qué pensamientos y sentimientos tienen cuando reflexionan sobre la influencia que pueden tener en sus hogares, en la Iglesia y en sus comunidades. Haga hincapié en las funciones destacadas que las mujeres tienen como líderes en la Iglesia.

Podría pedirles a los hermanos de la clase que comenten sobre ocasiones en las que han visto cómo la fortaleza y la influencia de las mujeres de su barrio o rama han servido para que las personas se acerquen más a nuestro Padre Celestial.

2 Timoteo 1:5; 3:14–15; Alma 56:47–48; 57:21

La función divinamente designada de las mujeres como madres en Sion

Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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Elder M. Russell Ballard

“El hombre y la mujer tienen dones diferentes, distintos puntos fuertes, así como diferentes puntos de vista e inclinaciones. Ésa es una de las razones fundamentales por las que nos necesitamos unos a otros. Se requiere un hombre y una mujer para establecer una familia, y se requiere del hombre y de la mujer para llevar a cabo la obra del Señor” (“Los hombres y las mujeres, y el poder del sacerdocio”, pág. 36).

  • Aparte de las diferencias físicas obvias, ¿cuáles son algunas de las maneras en las que han observado que los hombres y las mujeres son diferentes en general?

Explique que, aparte de esas diferencias generales, los hombres y las mujeres también tienen diferentes funciones divinamente designadas, como se describe en “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” (véase el séptimo párrafo). Muestre la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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Elder Russell M. Nelson

“…y ustedes, hermanas, fueron elegidas desde antes de la fundación del mundo para dar a luz y cuidar a los hijos de Dios; al hacerlo, glorifican a Dios (véase D. y C. 132:63)” (“¿Qué es lo que escogerán?”, Liahona, enero de 2015, pág. 19).

  • ¿Cómo pueden las mujeres glorificar a Dios al dar a luz a Sus hijos y cuidarlos? (A medida que los alumnos comparten sus pensamientos, ayúdeles a comprender este principio: Cuando las mujeres aceptan con gozo su función divinamente designada como madres para dar a luz y cuidar a los hijos de Dios, lo glorifican a Él y llegan a ser más como nuestros Padres Divinos. Explique que el traer hijos al mundo es una parte esencial del plan de salvación de nuestro Padre Celestial).

Comparta la siguiente declaración del élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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Elder Neil L. Andersen

“Muchas voces del mundo de hoy disminuyen la importancia de tener hijos o proponen que se demoren o que se limiten los hijos en una familia. Recientemente, mi hija me habló de un blog escrito por una madre cristiana (que no es de nuestra fe) y que tiene cinco hijos; ella comentaba: ‘[Al crecer] en esta cultura, es muy difícil obtener una perspectiva bíblica en cuanto a la maternidad… Los hijos ocupan un lugar más inferior que el ir a la universidad; ciertamente más inferior que el viajar; más inferior que el poder salir por la noche a divertirse… más inferior a cualquier trabajo que uno pudiera tener o que esperara tener’. Después agrega: ‘La maternidad no es un pasatiempo; es un llamamiento’” (“Los hijos”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 28).

  • ¿Qué significa “disminuir” la importancia de tener hijos?

  • ¿Qué presiones han visto que se ejercen sobre las mujeres para que “disminuyan” la importancia de tener hijos?

  • ¿Qué pueden hacer los jóvenes adultos de la Iglesia para mantener una perspectiva adecuada sobre la importancia de tener hijos?

Asegure a los alumnos que las decisiones acerca de cuándo tener hijos y cuántos hijos tener son asuntos privados entre el esposo, la esposa y Dios. En una próxima lección se analizarán esas cuestiones con más detalle.

Pida a los alumnos que lean y comparen 2 Timoteo 1:5; 3:14–15 y Alma 56:47–48; 57:21 y que presten atención a la influencia recta que las madres pueden tener en sus hijos. (El aprender a comparar pasajes de las Escrituras es una técnica para el estudio de las Escrituras que los alumnos pueden utilizar durante toda su vida).

  • ¿Qué enseñan esos pasajes acerca de la función de una madre? (Haga hincapié en el siguiente principio: Cuando las madres enseñan el Evangelio a sus hijos, les ayudan a obtener fe y los preparan para vivir rectamente).

  • ¿En qué forma ayudan esos pasajes a explicar por qué Satanás trabaja tan arduamente para menospreciar la función de las madres?

  • ¿Qué características tienen las mujeres que pueden ayudarles a tener éxito en su función de madres?

Sea sensible ante el hecho de que algunas jóvenes de su clase quizás no se casen nunca y que, aun si lo hacen, tal vez no puedan tener hijos. Utilice la siguiente declaración de la hermana Sheri L. Dew, ex consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, para ayudar a sus alumnos a comprender que la función de madre es la herencia divina de todas las mujeres:

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Sheri L. Dew

“…Así como los varones justos fueron preordenados para recibir el sacerdocio en la vida terrenal, las mujeres justas fueron dotadas en la existencia preterrenal del privilegio de la maternidad. La maternidad es más que dar a luz hijos. Se trata de la esencia de quiénes somos como mujeres. Define nuestra identidad, nuestra estatura y naturaleza divinas, así como los rasgos exclusivos que nos ha dado nuestro Padre…

“…a algunas mujeres se les requiere esperar a tener hijos… pero el horario que el Señor dispone para cada una de nosotras no anula nuestra naturaleza. Por lo tanto, algunas simplemente debemos buscar otras formas de ser madres, y todos los que están a nuestro alrededor son los que necesitan ser amados y guiados” (“¿No somos todas madres?”, Liahona, enero de 2002, págs. 112–113).

  • ¿De qué manera ayuda la declaración de la hermana Dew a ampliar la comprensión que tienen de la maternidad?

Pregunte a los alumnos si a alguno de ellos le gustaría compartir sus pensamientos y sentimientos acerca de la influencia recta de su propia madre.

Muestre la siguiente declaración de la hermana Julie B. Beck, ex Presidenta General de la Sociedad de Socorro, quien habló a las mujeres acerca de su necesidad de cumplir con las funciones que Dios les dio. Pida a un alumno que la lea en voz alta, e invite a los alumnos a reflexionar sobre lo que sucedería si las mujeres no cumplieran con sus funciones.

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Julie B. Beck

© Busath.com

“…y si no lo hacemos [nuestra parte], nadie lo va a hacer por nosotras… no podemos delegarla [nuestra parte en el plan de felicidad de nuestro Padre Celestial] ni pasarla a otra persona; es solo nuestra. Es posible que rehusemos aceptarla, que la neguemos, pero aun así sigue siendo nuestra parte y somos responsables de ella. Llegará el día en que todos recordemos lo que sabíamos antes de nacer; recordaremos entonces que luchamos en un gran conflicto por este privilegio. ¿Cómo enfrentamos esa responsabilidad? Dedicamos diariamente nuestras energías a esa obra que es exclusivamente nuestra” (véase “Comprendamos las funciones divinas que tiene la mujer”, Liahona, febrero de 2009, pág. 25).

  • ¿Qué piensan y sienten con respecto a la frase: “…y si no lo hacemos [nuestra parte], nadie lo va a hacer por nosotras”?

  • ¿Qué se perdería en la familia, en sus barrios o ramas, o en el mundo si las mujeres ya no hicieran su “parte”?

  • ¿Cuáles son algunas de las maneras en que las jóvenes adultas pueden cumplir sus funciones divinas como mujeres en el reino de nuestro Padre Celestial?

Testifique acerca de las funciones sagradas y esenciales que tienen las mujeres de ser esposas y madres rectas, y haga hincapié en que nuestro Padre Celestial algún día dará todas las bendiciones a Sus hijos justos. Invite a los alumnos a considerar la posibilidad de decirle a una madre que conozcan cuánto la admiran por la forma en que ha cumplido con su función divina.

Para concluir, pregunte a los alumnos si a alguno de ellos le gustaría compartir su testimonio acerca de las bendiciones que se reciben cuando las mujeres saben quiénes son en el plan de salvación de nuestro Padre Celestial y actúan de acuerdo con ese conocimiento.

Material de lectura para el alumno