El apóstol Pablo explicó a los santos de Corinto la función de los misioneros en la edificación del reino de Dios. Enseñó que sus congregaciones eran lugares donde podía morar el Espíritu y los exhortó a no pensar que algunas personas son mejores que otras. Por otra parte, Pablo les dijo que no permitieran que las personas inicuas influyeran en ellos. También les advirtió que evitaran las filosofías y prácticas inmorales que eran comunes en Corinto.
Pablo explica la función que cumplen los misioneros y los miembros de la Iglesia en la edificación del reino de Dios
Imagina que un amigo tuyo se inscribe para tomar una clase de matemática avanzada, como cálculo, sin haber tomado los cursos preparatorios, como álgebra básica.
Reflexiona sobre cuánto éxito podría tener tu amigo en la clase de matemática avanzada. ¿Por qué es necesario comprender las ideas básicas sobre un tema antes de poder dominar los conceptos más avanzados?
Lee 1 Corintios 3:1–3 y busca la analogía que utilizó el apóstol Pablo para mostrar a los santos de Corinto que aún no estaban listos para recibir verdades adicionales del Evangelio. Si lo deseas, marca las palabras leche y alimento sólido que figuran en 1 Corintios 3:2.
¿Qué sugiere la expresión “niños en Cristo”, en 1 Corintios 3:1, acerca de la madurez espiritual de los santos corintios?
Recuerda que los santos de Corinto no eran unidos y que algunos de ellos incluían creencias y prácticas paganas (impías) en su observancia del Evangelio. También comenzaron a dividirse en grupos según las diferentes interpretaciones de la doctrina de la Iglesia, y apoyaban sus puntos de vista al citar a líderes prominentes de la Iglesia (véase 1 Corintios 1:10–16; 3:4).
Lee 1 Corintios 3:5–8 y presta atención a la metáfora que utilizó Pablo para ayudar a los santos a comprender la función de los misioneros que habían llevado el Evangelio a Corinto.
En tu diario de estudio de las Escrituras, haz un dibujo de la metáfora de Pablo y escribe lo que piensas que él estaba tratando de enseñar a los santos corintios con esa metáfora.
Fíjate en 1 Corintios 3:6–7 quién es el que ocasiona los cambios en el corazón de las personas que las llevan a la conversión. De esos versículos podemos aprender que si bien podemos ayudar a los demás a aprender acerca del evangelio de Jesucristo, es por medio del poder del Espíritu Santo que las personas se convierten.
Reflexiona acerca de por qué es importante comprender que el poder de Dios es el que convierte, no el nuestro.
En 1 Corintios 3:9–23 aprendemos que Pablo instó a los santos de Corinto a edificar sobre el fundamento de su fe en Jesucristo y a permitir que el Espíritu more en la Iglesia. Pablo también aconsejó a los santos que no se apoyaran en la sabiduría del mundo porque es “insensatez” (1 Corintios 3:19) comparada con la sabiduría de Dios.
Pablo les dice a los santos de Corinto que no piensen que algunas personas son mejores que otras
Según el consejo del apóstol Pablo que se encuentra en 1 Corintios 4:1–3, parece que algunos miembros de la Iglesia de Corinto habían juzgado el desempeño de Pablo como misionero y líder de la Iglesia. Tal vez hayan cuestionado su criterio o hayan pensado que alguien más podría haber hecho un mejor trabajo.
Como se registra en 1 Corintios 4:3–5, Pablo enseñó que el Señor sería su juez y que Él “[aclararía] lo oculto” y “[manifestaría] las intenciones de los corazones” (1 Corintios 4:5). De ello podemos aprender que a pesar de la forma en que nos juzguen otras personas, el Señor nos juzgará con imparcialidad porque conoce todas las cosas, incluso los pensamientos y las intenciones de nuestro corazón.
En 1 Corintios 4:6–21 aprendemos que Pablo les dijo a los santos de Corinto que no se enorgullecieran de uno de sus líderes de la Iglesia a expensas de otro. También les dijo que los apóstoles de Jesucristo son llamados a sufrir a causa de la iniquidad del mundo. El mundo considera “insensatos” a los apóstoles y a otros líderes de la Iglesia (1 Corintios 4:10) por procurar seguir a Cristo. Luego, Pablo enseñó que el reino de Dios está dirigido por el poder de Dios por medio de quienes poseen las llaves del sacerdocio.
Pablo advierte a los santos que no deben hermanar a quienes intencionalmente escogen pecar
Imagina que tienes una vasija llena de fruta fresca que contiene una fruta podrida.
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bowl of mangoes
¿Qué sucedería si permitieras que la fruta podrida permaneciera en la vasija con la otra fruta?
¿Qué puede representar en nuestra vida la fruta podrida?
Al estudiar 1 Corintios 5, busca verdades que puedan ayudarte a responder mejor a las influencias dañinas en tu vida.
Lee 1 Corintios 5:1–2 y busca un pecado contra el cual los santos corintios no habían tomado ninguna medida disciplinaria.
La fornicación se refiere a cualquier relación sexual fuera del matrimonio. Parece que uno de los miembros de la Iglesia de Corinto había participado del pecado sexual con su madrastra.
La expresión “fuese quitado de en medio de vosotros” en 1 Corintios 5:2 significa que el pecador debía ser excomulgado de la Iglesia. Los líderes de la Iglesia consideran cuidadosamente muchos factores antes de llevar a cabo la excomunión o cualquier otra medida disciplinaria de la Iglesia. Además de tener en cuenta la gravedad de la transgresión, los líderes de la Iglesia consideran los diversos propósitos de la disciplina de la Iglesia: ayudar a la persona a arrepentirse, proteger a quienes se verían afectados de forma negativa por las acciones o creencias de la persona, y proteger la integridad de las enseñanzas de la Iglesia (véase “Church Discipline”, mormonnewsroom.org/article/church–discipline).
Lee 1 Corintios 5:6–7 y fíjate en la analogía que utilizó Pablo para explicar por qué esa persona debía perder su calidad de miembro de la Iglesia.
La levadura causa que el pan se levante. También hace que el pan se eche a perder y se vuelva mohoso. La masa representa a la Iglesia de Jesucristo. ¿Cómo resumirías el significado de esa analogía?
De la analogía de Pablo podemos aprender la siguiente verdad: Si escogemos asociarnos estrechamente con quienes acogen el pecado, su iniquidad puede influir en nosotros.
Lee 1 Corintios 5:9–11 para ver el consejo que Pablo dio a los santos corintios para ayudarlos a poner en práctica el principio que se enseña en el versículo 6.
Considera de qué manera la enseñanza de Pablo se relaciona con la vasija de fruta que contenía una fruta podrida.
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Elder Neal A. Maxwell
Para entender aún más el consejo de Pablo de no estar en compañía de fornicarios o de otras personas que se niegan a arrepentirse del pecado, lee la siguiente declaración del élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “No anden en la compañía de fornicarios, no porque ustedes sean demasiado buenos para andar con ellos sino porque, como [C. S.] Lewis escribió, ustedes no son lo suficientemente buenos. Recuerden que las malas situaciones pueden quebrantar aun a los buenos” (“The Stern but Sweet Seventh Commandment”, New Era, junio de 1979, pág. 42).
Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cuáles son algunos ejemplos de malas situaciones que pueden quebrantar a las buenas personas de forma tal que pongan en peligro sus normas y acepten la conducta pecaminosa?
Debemos tratar de ayudar e inspirar a las personas que están luchando con el pecado sin comprometer nuestras propias normas. Con espíritu de oración, considera lo que puedes hacer para influir en los demás de manera positiva sin comprometer tus normas.
En 1 Corintios 5:12–13 aprendemos que los líderes de la Iglesia tienen la responsabilidad de juzgar y, si es necesario, excomulgar a los que cometer transgresiones graves.
Pablo enseña a los santos acerca de la unidad y de la ley de castidad
La antigua Corinto tenía la reputación de ser inmoral, y muchos corintios fomentaban la idea de que nuestro cuerpo se había hecho para el placer. En 1 Corintios 6:13–17, el apóstol Pablo enseñó a los santos corintios que nuestro cuerpo fue creado para llevar a cabo los propósitos del Señor y no para participar en el pecado sexual o incluso simplemente para disfrutar de los placeres físicos, tales como la comida. Quienes se unen a la Iglesia llegan a ser uno con Cristo como “miembros” espirituales de Su cuerpo. La inmoralidad sexual es incompatible con una relación espiritual con Jesucristo.
Lee 1 Corintios 6:18–20 para ver lo que Pablo enseñó acerca de nuestro cuerpo. (1 Corintios 6:19–20 es un pasaje para el Dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de un modo especial para que puedas ubicarlo más adelante).
Completa las siguientes asignaciones en tu diario de estudio de las Escrituras:
Haz un resumen de la verdad que Pablo enseñó en 1 Corintios 6:19.
Explica de qué manera el comprender que nuestro cuerpo es templo de Dios debería influir en cómo tratamos nuestro cuerpo y el cuerpo de los demás.
Haz un resumen de la verdad que Pablo enseñó en 1 Corintios 6:20.
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Cordoba Argentina Temple
El apóstol Pablo enseñó que nuestro cuerpo es templo de Dios.
Reflexiona sobre cómo el conocer esas verdades acerca de nuestro cuerpo puede ayudarte a permanecer puro cuando te encuentres rodeado de iniquidad.
Para ayudarte a memorizar ese pasaje de Dominio de las Escrituras, repite las líneas que aparecen a continuación, tapando algunas de ellas con un papel a medida que te familiarizas con las palabras. Continúa repitiendo el pasaje hasta que lo hayas memorizado. Luego, recita el pasaje a un familiar o amigo y pídele que firme tu diario de estudio de las Escrituras.
[19] ¿O no sabéis
que vuestro cuerpo es templo
del Espíritu Santo, que está en vosotros,
el que tenéis de Dios,
y que no sois vuestros?
[20] Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo
y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios.
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado 1 Corintios 3–6 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: