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Unidad 13, Día 2: Juan 3


Unidad 13: Día 2

Juan 3

Introducción

Una noche, un fariseo llamado Nicodemo se acercó a Jesús y conversó con Él. Jesús enseñó a Nicodemo que todos los hombres deben nacer de nuevo para entrar en el reino de Dios. Más adelante, Juan el Bautista explicó a sus discípulos que su responsabilidad era la de preparar el camino para Jesucristo.

Juan 3:1–21

Jesús enseña a Nicodemo verdades espirituales

Imagina que un día mientras hablas de religión con algunos amigos, uno de ellos dice: “Mientras sea una buena persona, puedo ir al cielo”. Piensa cómo le responderías a tu amigo.

Conforme estudies Juan 3, busca las cosas que Jesús enseñó que debemos hacer para entrar en el reino de Dios.

Cerca del inicio de Su ministerio, el Salvador fue a Jerusalén a celebrar la Pascua. Muchas personas en Jerusalén creyeron en Jesús cuando vieron los milagros que Él hizo (véase Juan 2:23–25).

Lee Juan 3:1–2 para ver quién fue a visitar al Salvador mientras se encontraba en Jerusalén.

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Jesus and disciples

Jesús habla con Nicodemo

Como “un principal entre los judíos” (Juan 3:1), Nicodemo era un miembro del Sanedrín. El Sanedrín era un consejo gobernante constituido por fariseos y saduceos que dirigía muchos de los asuntos civiles y religiosos del pueblo judío.

¿Por qué crees que Nicodemo pudo haber ido a visitar a Jesús por la noche?

El reconocimiento de Nicodemo de que Jesús era el “maestro que ha venido de Dios” (Juan 3:2) indica que él deseaba aprender de Jesús.

Lee Juan 3:3–5 para averiguar lo que el Salvador le dijo a Nicodemo. (Juan 3:5 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Sería bueno que lo marcaras de un modo especial para que puedas localizarlo en el futuro).

Jesús enseñó a Nicodemo que todos necesitaban nacer de nuevo. ¿A qué pensó Nicodemo que se refería el Salvador con la frase “nacer de nuevo” (Juan 3:3)?

Nacer de nuevo es “cuando el Espíritu del Señor efectúa un gran cambio en el corazón de una persona, de manera que ya no tiene más deseos de obrar mal, sino de seguir las vías de Dios” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Nacer de Dios, Nacer de nuevo”, scriptures.lds.org; véase Mosíah 5:2; 27:25–26).

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Prophet Joseph Smith

El profeta José Smith enseñó: “El nacer de nuevo viene por medio del Espíritu de Dios mediante las ordenanzas” (Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 101).

Si lo deseas, marca las dos cosas que Jesús enseñó en Juan 3:5 que son necesarias para entrar en el reino de Dios.

Nacer del agua significa ser bautizado, y nacer del Espíritu significa recibir el don del Espíritu Santo.

Completa la siguiente verdad basándote en lo que aprendiste de Juan 3:5: son necesarios para volver a nacer espiritualmente y recibir la exaltación en el reino celestial. Si lo deseas, escribe esa verdad en tu ejemplar de las Escrituras junto a Juan 3:5.

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President Boyd K. Packer

El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró: “Un buen comportamiento sin las ordenanzas del Evangelio no redimirá ni exaltará a la humanidad; los convenios y las ordenanzas son esenciales” (“La única iglesia verdadera”, Liahona, enero de 1986, pág. 64).

  1. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras, una respuesta al amigo que dijo que el solo ser una buena persona es suficiente para entrar en el reino de Dios. Recuerda usar en tu respuesta lo que Jesús dijo en Juan 3:5.

En Juan 3:6–12 leemos que después de que Jesús enseñó a Nicodemo que todos deben nacer espiritualmente, Nicodemo le preguntó qué hace posible que alguien nazca de nuevo. Jesús respondió al preguntar cómo Nicodemo, siendo un líder religioso del pueblo, no comprendía lo que Él estaba enseñando.

Lee Juan 3:13–15 y fíjate cómo respondió Jesús a la pregunta de Nicodemo acerca de lo que hace posible nacer de nuevo espiritualmente. Presta atención en Juan 3:13 a que Jesús testificó de Sí mismo como el Hijo de Dios que había descendido del cielo.

En Juan 3:13 Jesús enseñó a Nicodemo que nadie puede ascender al cielo por sus propios esfuerzos. Cristo es el único que puede ascender al cielo por Sí mismo.

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Moses and the Brass Serpent

Durante el tiempo en el que Moisés y los hijos de Israel anduvieron errantes por el desierto, el Señor mandó serpientes ardientes o venenosas como consecuencia de que los israelitas pecaron contra Dios. Los israelitas eran envenenados cuando las serpientes los mordían. El Señor mandó a Moisés que hiciera una serpiente de bronce que se pareciera a las serpientes ardientes y que la pusiera sobre un asta. Prometió que cualquier israelita que mirara la serpiente del asta sería sanado. (véase Números 21:4–9).

¿De qué maneras era la experiencia de Moisés al levantar la serpiente de bronce similar a lo que Jesucristo haría por todos?

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The Crucifixion

Presta atención a la bendición de Juan 3:15 que viene a aquellos que miran al Salvador.

Jesús enseñó a Nicodemo que todo el género humano puede obtener vida eterna por medio de la expiación de Jesucristo.

El Salvador también le enseñó a Nicodemo una doctrina importante acerca del Padre Celestial. Lee Juan 3:16–17 para determinar una doctrina que podemos aprender acerca del Padre Celestial.

Juan 3:16–17 enseña que el Padre Celestial ama tanto a Sus hijos que envió a Su Hijo Unigénito para sufrir por sus pecados.

Medita de qué manera enviar a la Tierra a Su Hijo, Jesucristo, muestra el amor del Padre Celestial por cada uno de nosotros.

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Elder Dallin H. Oaks

Conforme leas la siguiente declaración del élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles, considera cómo te sientes cuando te das cuenta de lo mucho que el Padre Celestial te ama: “No existe evidencia más grandiosa del infinito poder y de la perfección del amor de Dios que lo que declara el apóstol Juan: ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito’ (Juan 3:16) … Piensen cuán doloroso debió haber sido para nuestro Padre Celestial enviar a Su Hijo a soportar el incomprensible sufrimiento por nuestros pecados. ¡Ésta es la evidencia más extraordinaria de Su amor por cada uno de nosotros!” (“El amor y la ley”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 26).

  1. Lee Juan 3:16 y Doctrina y Convenios 34:3 para averiguar lo que podemos aprender acerca del amor del Padre y del amor de Jesucristo. Después, escribe en tu diario de estudio de las Escrituras cómo te sientes al saber que el Padre Celestial te ama tanto que envió a Su Hijo Unigénito para sufrir y morir por ti.

Otro principio que podemos aprender de Juan 3:16–17 es que si creemos en Jesucristo, lo que incluye arrepentirnos de nuestros pecados y obedecer Su palabra, podemos tener vida eterna por medio de Su expiación.

  1. Analiza las verdades que Jesús enseñó a Nicodemo que figuran en esta lección. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras cómo se relacionan esas verdades unas con otras. Después escribe la siguiente frase: Mostraré mi creencia en Jesucristo al… Termina esa frase escribiendo lo que harás para mostrar tu creencia en Jesucristo.

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scripture mastery icon
Dominio de las Escrituras: Juan 3:5

  1. El pasaje de dominio de las Escrituras en Juan 3:5 enseña una doctrina importante que necesitan todos los hijos de nuestro Padre Celestial. El aprenderla de memoria te ayudará a compartirla con los demás a lo largo de tu vida. Escribe todo el versículo en tu diario de estudio de las Escrituras. Recita el versículo varias veces y tacha algunas de las palabras cada vez que lo recites. Haz eso hasta que lo puedas decir de memoria. Si lo deseas, recítalo a un miembro de tu familia o amigo a fin de asegurarte que lo sabes.

Juan 3:22–36

Juan el Bautista enseña que Jesús es el Cristo

De ser posible, llena un vaso transparente o un recipiente con agua y agrega al agua una gota de colorante de alimentos. Mira cómo se esparce el color en el recipiente. Piensa cómo el colorante de alimentos se puede comparar a la influencia que tenemos en los demás.

Lee las siguientes declaraciones del presidente David O. McKay, para averiguar lo que puedes aprender acerca de tu influencia en la vida de los demás:

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President David O. McKay

“Toda persona que viva en este mundo tiene cierta influencia, ya sea para bien o para mal. No es solo por lo que diga, ni por lo que haga; es por lo que sea” (Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: David O. McKay, 2003, pág. 249).

“El efecto de nuestras palabras y acciones es inmenso en este mundo. En todo momento de su vida ustedes cambian hasta cierto punto las vidas de todo el mundo” (Enseñanzas: David O. McKay, pág. 249).

Como se registra en Juan 3:22–26, algunos de los discípulos de Juan el Bautista estaban preocupados. Le dijeron a Juan que Jesús estaba bautizando “y él recibe a todos los que vienen a él” (Traducción de José Smith, Juan 3:27 [en Juan 3:26, nota a al pie de página]). Les preocupaba que muchas personas siguieran a Jesús en vez de a Juan el Bautista.

Lee Juan 3:27–30 para ver cómo Juan el Bautista describió humildemente su papel en relación con Jesucristo.

En la analogía de Juan en Bautista, el novio representa a Jesús y la novia puede representar a aquellos que venían a Cristo, y el amigo del novio representa a Juan el Bautista. ¿Qué comprendió Juan el Bautista acerca de su papel en relación con Jesucristo? ¿Qué tipo de influencia crees que las palabras de Juan podrían haber tenido en ti si hubieras sido uno de los discípulos de Juan?

Una de las verdades que podemos aprender del ejemplo de Juan el Bautista es que podemos influir en los demás para bien al conducirlos a Jesucristo.

¿Por qué es tan importante que utilicemos nuestra influencia para conducir a los demás a Jesucristo?

  1. Piensa en alguien que has visto que conduce a los demás a Jesucristo. Describe en tu diario de estudio de las Escrituras las características de esa persona que contribuyeron a que fuera capaz de influir en los demás para amar y aceptar al Salvador.

Considera maneras en las que puedes conducir a los demás al Salvador. Puedes buscar la guía del Espíritu Santo en tus esfuerzos para hacerlo.

En Juan 3:31–36, Juan el Bautista declaró que Jesús había sido enviado por Dios y que todos los que crean en Él pueden recibir vida eterna.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Juan 3 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: