Biblioteca
Unidad 14, Día 4: Juan 10


Unidad 14: Día 4

Juan 10

Introducción

Jesús enseñó que Él es el Buen Pastor y que daría Su vida por Sus ovejas. Algunas personas lo acusaron de blasfemia, porque proclamó que Él era el Hijo de Dios.

Juan 10:1–24

Jesús enseña que Él es el Buen Pastor y que dará Su vida por Su pueblo

Si te pusieran una venda en los ojos y te pidieran que identificaras a los miembros de tu familia y a algunos amigos cercanos tocándoles la cara, ¿piensas que podrías hacerlo? Si tu madre tuviera una venda en los ojos, ¿piensas que podría identificar a todos sus hijos con tan solo tocarles la cara?

Una vez le preguntaron a un pastor en Medio Oriente cuán bien conocía a sus ovejas. Él respondió: “Si me pusieran un paño sobre los ojos y me trajeran cualquier oveja y me dejaran ponerle las manos sobre su cara, les podría decir en un momento si era mía o no” (citado en G. M. Mackie, Bible Manners and Customs, sin fecha, pág. 35).

Si fueras un pastor, ¿qué piensas que se requeriría para llegar a conocer las ovejas de tu rebaño tan bien como ese pastor?

  1. Lee Juan 10:14 y piensa por qué Jesús se llamaba a Sí mismo el Buen Pastor. Escribe la siguiente declaración en tu diario de estudio de las Escrituras. Jesucristo es el Buen Pastor. Conforme estudies Juan 10, busca las verdades que nos enseñan cómo el Salvador es nuestro Buen Pastor. Escribe esas verdades en tu diario debajo de esa declaración.

Las personas que escucharon las enseñanzas de Jesús que se encuentran en Juan 10 sabían en cuanto a las ovejas, los pastores y los rediles. En los días del Salvador, los pastores llevaban sus rebaños donde hubiera comida, agua y refugio durante el día. Por la noche, varios pastores reunían a sus rebaños individuales en un corral o redil común. Un redil es una cueva o un recinto rodeado de paredes de piedra que tienen espinas afiladas colocadas en la parte superior para evitar que entren animales salvajes o ladrones.

Imagen
sheepfold

Lee Juan 10:1–5 para averiguar lo que hace un buen pastor. En tu diario de estudio de las Escrituras escribe lo que encuentres debajo de la declaración “Jesucristo es el Buen Pastor”.

Juan 10:3 describe cómo cada pastor entraba por la puerta y llamaba a sus ovejas por su nombre. Solamente las ovejas de su rebaño le seguían para salir del redil, mientras que las otras permanecían adentro.

¿Por qué las ovejas seguían solamente a su pastor?

Fíjate en los versículos 1 y 5 lo que el Salvador llamó a aquellos que intentaban entrar en el redil de otras maneras aparte de la puerta.

Tal vez sea útil saber que los fariseos estaban entre el grupo de personas de las que hablaba el Salvador (véase Juan 9:40). ¿De qué formas eran muchos de los fariseos semejantes a ladrones, salteadores y extraños?

En Juan 10:6, aprendemos que los fariseos no entendían lo que Jesús estaba enseñando. Lee Juan 10:7–10 para ver cómo el Salvador empezó a explicar el simbolismo del redil.

Fíjate que la Traducción de José Smith [en inglés] aclara lo que Jesús dijo en los versículos 7 y 8:

“De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta del redil.

“Todos los que vinieron antes de mí y que no testificaron de mí, eran ladrones y salteadores, mas no los oyeron las ovejas” (Traducción de José Smith, Juan 10:7–8 [véase la nota a al pie de página de Juan 10:8]).

¿Qué piensas que quiso decir el Salvador cuando dijo “Yo soy la puerta” en los versículos 7 y 9?

“En Israel, los pastores se ponían a la entrada del redil e inspeccionaban a cada oveja a medida que entraban, curando lesiones según era necesario. Después de que las ovejas estaban reunidas en el recinto para pasar la noche, el pastor se echaba a dormir a la entrada, bloqueándola para que los predadores o ladrones no pudieran herir a las ovejas” (Manual del alumno del Nuevo Testamento[Manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2014], págs. 231–232).

¿En qué se parecen las acciones de esos pastores a lo que el Salvador hace por nosotros?

¿Cómo piensas que el Salvador da vida “en abundancia” (Juan 10:10) a aquellos que le siguen?

Lee Juan 10:11–15 para ver qué más dijo el Salvador que hacen los buenos pastores. (Un asalariado es alguien cuyo objetivo principal al trabajar es simplemente que le paguen). Escribe lo que averigües en cuanto a los buenos pastores bajo la declaración “Jesucristo es el Buen Pastor” en tu diario de estudio de las Escrituras.

En Juan 10:11, 13, 15, presta atención a lo que está dispuesto a hacer un buen pastor que el asalariado no está dispuesto a hacer.

Juan 10:11–15 nos enseña que como el Buen Pastor, Jesucristo nos conoce a cada uno y dio Su vida por nosotros. Escribe ese principio bajo “Jesucristo es el Buen Pastor” en tu diario de estudio de las Escrituras.

  1. Recuerda lo que dijo el pastor del Medio Oriente en cuanto a cuán bien conocía a sus ovejas, y contesta las siguientes preguntas en una nueva página de tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuán bien piensas que te conoce el Salvador? ¿Por qué crees que es importante comprender eso?

    2. ¿Cómo puede afectar la forma en que vives cada día el entender que el Salvador te conoce y estuvo dispuesto a ofrecer Su vida por ti?

Después de enseñar que Él daría Su vida por nosotros, el Salvador dijo algo más que haría. Lee Juan 10:16 para ver qué más dijo el Salvador que haría por Sus ovejas (refiriéndose a Su pueblo).

En Juan 10:16, el Salvador estaba enseñando a los judíos en Jerusalén que Él visitaría a los hijos del Padre Celestial en otras tierras, les enseñaría Su evangelio y les traería a Su redil (Su Iglesia). El Libro de Mormón proporciona más información en cuanto a ese versículo. Lee 3 Nefi 15:14–24, y considera escribir esa referencia en tus Escrituras junto a Juan 10:16, o marca la nota a al pie de página de Juan 10:16. También podrías escribir el pasaje correlacionado de Juan 10:16 junto a 3 Nefi 15:14–24.

  1. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo nos ayudan esos versículos del Libro de Mormón a entender mejor Juan 10:16?

Lee Juan 10:17–18 para encontrar una doctrina acerca del Salvador.

Termina la siguiente frase para descubrir esta doctrina: Como Hijo literal de Dios, Jesucristo tenía el poder de . Podrías marcar las palabras que enseñan esa doctrina en esos versículos.

De Su madre, María, una mujer mortal, Jesús heredó la mortalidad, incluyendo la capacidad para morir. De Elohim, Su Padre divino, heredó la inmortalidad y el poder de vivir para siempre. Por tanto, había heredado la capacidad de morir y levantarse de nuevo. Eso era necesario para que pudiera llevar a cabo la Expiación.

En Juan 10:19–24 aprendemos que después de que el Salvador hubo enseñado esas cosas, las personas estaban divididas en cuanto a sus opiniones de quién era Jesús. Se acercaron a Jesús en el templo y le presionaron para que proclamara Su verdadera identidad como el Cristo o el Mesías.

Juan 10:25–42

Jesús proclama que Él es el Hijo de Dios

Piensa en algunas de las personas con las que tienes contacto a diario e intenta recordar cómo suena su voz. ¿Por qué te puede ser más fácil reconocer unas voces que otras?

Lee Juan 10:25–27 y observa cómo respondió el Salvador a la petición de las personas de decirles si Él era el Cristo. Si lo deseas, marca lo que determina si alguien es una de las ovejas del Salvador.

Como se encuentra registrado en Juan 10:28–30, Jesús habló de Su Padre y testificó: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30).

Imagen
President Joseph F. Smith

El presidente Joseph F. Smith dio la siguiente explicación de cómo son uno: “Jesús y Su Padre… son uno en conocimiento, en verdad, en sabiduría, entendimiento y propósito; así como el propio Señor Jesús amonestó a Sus discípulos a que fueran uno con Él, y que fueran uno en Él para que Él pudiera estar en ellos. Es en ese sentido que entiendo estas palabras, y no como las interpretan algunos de que Cristo y Su Padre son una sola persona. Yo les declaro que no son una persona sino dos, dos cuerpos separados y aparte, y tan distintos como cualquier padre e hijo” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, 1998, pág. 383).

Lee Juan 10:28–30 para ver la bendición que se dará a los que oigan la voz del Salvador y le sigan.

Esos versículos nos enseñan que si llegamos a conocer la voz del Buen Pastor y le seguimos, Él nos llevará a la vida eterna. Escribe ese principio en tu diario de estudio de las Escrituras, debajo de “Jesucristo es el Buen Pastor”. Quizás también quieras escribirlo o anotarlo en tus Escrituras junto a Juan 10:27–28.

Lee los pasajes a continuación, y mira cómo te ayudan a comprender ese principio: Enós 1:4–8; Doctrina y Convenios 1:38; 8:2–3; 18:34–36.

Imagen
shepherd leading sheep

Reflexiona en cuanto a cada una de las siguientes preguntas:

  • ¿Qué has hecho para reconocer más la voz del Salvador?

  • ¿Qué puedes hacer para llegar a conocer mejor la voz del Salvador?

  • ¿Qué te has sentido inspirado a hacer en tu vida para seguir mejor al Salvador?

En una hoja aparte, escribe ya sea (1) una meta de escuchar con más cuidado la voz del Señor y maneras específicas de hacerlo, o (2) una meta de seguir mejor Su voz y cómo planeas hacerlo. Coloca tu meta en algún lugar donde la veas y puedas recordar trabajar en ella.

En Juan 10:31–42 se registra que después de que el Salvador testificó de la relación que existía entre Él y Su Padre, los fariseos querían apedrearle por blasfemia. Sin embargo, el Salvador respondió a su acusación citando Salmos 82:6, que dice: “Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo” (véase Juan 10:34). Entonces, el Salvador preguntó a los judíos por qué le acusaban de blasfemia porque decía que era el Hijo de Dios, cuando las Escrituras dicen que somos hijos de Dios y nosotros mismos podemos ser dioses. Les amonestó a que creyeran en Él y en Sus obras, las cuales testifican del Él y del Padre que le envió.

  1. Escribe lo siguiente al final de las asignaciones de hoy en tu diario de estudio de las Escrituras:

    He estudiado Juan 10 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: