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Unidad 15, Día 2: Juan 12


Unidad 15 Día 2

Juan 12

Introducción

María de Betania, la hermana de Marta y de Lázaro, ungió los pies de Jesús como símbolo de Su muerte y sepultura inminentes. Al día siguiente, Jesús hizo Su entrada triunfal en Jerusalén y predijo Su muerte. A pesar de Sus milagros, algunas personas no creyeron que Él fuera el Salvador, el Mesías prometido. Él enseñó sobre las consecuencias de creer y de no creer en Él.

Juan 12:1–19

María unge los pies de Jesús, y Él hace Su entrada triunfal en Jerusalén

  1. En el diario de estudio de las Escrituras, haz un dibujo o escribe sobre alguno de los milagros del Salvador que están registrados en el Nuevo Testamento. Medita en cómo presenciar un milagro como ese podría influir en tu creencia en el Salvador.

A medida que estudies Juan 12, busca las diferentes maneras en que el pueblo reaccionó ante los milagros del Salvador, así como verdades que nos ayuden a entender esas reacciones.

En Juan 12:1–9 leemos que seis días antes de la Pascua, Jesús cenó con unos amigos en Betania, una pequeña ciudad en las afueras de Jerusalén. María, la hermana de Marta y de Lázaro, ungió los pies de Jesús con un perfume costoso. Judas Iscariote protestó por el uso de ese costoso perfume, alegando que el dinero podría haberse dado a los pobres (véase Juan 12:4–5). No obstante, el verdadero motivo era “no porque le importasen los pobres, sino porque era ladrón, y tenía la bolsa” (Juan 12:6). La frase “tenía la bolsa” se refiere a la función de Judas como tesorero entre quienes viajaban con el Salvador.

Muchas personas se enteraron que Jesús estaba en Betania y fueron a verlo a Él y a Lázaro, a quien Jesús había levantado de entre los muertos. Recuerda que, puesto que Jesús había traído a Lázaro de nuevo a la vida, los líderes judíos habían comenzado a planear cómo podrían matar a Jesús.

Lee Juan 12:10–11 para ver lo que los principales sacerdotes querían hacer a Lázaro.

¿Por qué los principales sacerdotes querían que se diera muerte a Lázaro?

Los principales sacerdotes querían que se diera muerte a Lázaro a fin de destruir la prueba del milagro del Salvador. ¿Cómo describirías las distintas reacciones de las personas que habían visto o sabido que Jesús había levantado a Lázaro de entre los muertos?

En Juan 12:12–16, aprendemos que el día después de que María ungió los pies de Jesús, Él hizo Su entrada triunfal en Jerusalén. Lee Juan 12:17–19 para saber lo que las personas que habían sabido que Jesús había levantado a Lázaro de entre los muertos hicieron durante la entrada triunfal del Salvador en Jerusalén.

Observa en el versículo 19 la reacción de los fariseos ante lo que ocurría. Estos sentían que su esfuerzo por evitar que el pueblo siguiera a Jesús no había tenido éxito. ¿Por qué crees que algunas personas que oyeron sobre los milagros de Jesús creyeron en Él y lo siguieron, mientras que otras decidieron rechazarlo?

Juan 12:20–36

Jesús predice Su muerte

En Juan 12:20–22 aprendemos que “ciertos griegos” (Juan 12:20), posibles conversos al judaísmo, que habían ido a Jerusalén para celebrar la Pascua, pidieron hablar con Jesús. Cuando Jesús se enteró de su súplica, enseñó acerca de Su inminente padecimiento, muerte y resurrección.

Lee Juan 12:23–24 para saber lo que Jesús enseñó sobre Su muerte. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

La referencia que el Salvador hizo a que “el grano de trigo” necesitaba “[caer] en la tierra y [morir]” (véase Juan 12:24) para que diera mucho fruto era una metáfora de Su victoria sobre la muerte y el pecado. Su expiación permitiría que todas las personas resucitaran, y brindaría vida eterna a todos los que tengan fe en Él, se arrepientan y obedezcan Sus mandamientos. En Juan 12:25–26 leemos que el Señor instó a toda persona a que se perdiera a sí misma en Su servicio.

En Juan 12:27–31 aprendemos que, al percibir el peso de Su padecimiento inminente, Jesús decidió seguir adelante para lograr Su propósito. Oró para que el nombre del Padre fuera glorificado y quienes se hallaban escuchando oyeron una voz testificar que sería glorificado. La declaración del Padre reflejaba Su confianza total en que Su Hijo efectuaría la Expiación.

Lee Juan 12:32–33 para saber qué tipo de muerte dijo el Salvador que sufriría y qué efecto tendría esta en el género humano.

Tras escuchar las enseñanzas de Jesús, la gente preguntó quién era el “Hijo del Hombre” que sería “levantado” (Juan 12:34). En Juan 12:35–36, aprendemos que Jesús respondió refiriéndose a Sí mismo como “la Luz”. Jesús instó a las personas a andar en la luz mientras Él estaba con ellos.

Juan 12:37–50

Jesús enseña sobre las consecuencias de creer en Él y de no hacerlo

¿Recuerdas haber leído en Juan 12:9–11 la forma en que las personas reaccionaron ante los milagros del Salvador? Lee Juan 12:37 para conocer el modo en que otro grupo de personas reaccionó a los milagros de Jesús.

Esas reacciones diferentes a los milagros que Jesús realizó demuestran que los milagros por sí solos no nos hacen creer en Jesucristo.

Aunque los milagros solos no nos hacen creer en Jesucristo, piensa en cómo pueden influir en nuestra fe en Él.

En Juan 12:38–41 aprendemos que las profecías que hizo el profeta Isaías (véanse Isaías 6:9–10; 53:1–3) se cumplieron por medio de aquellas personas que decidieron no creer en Jesús. A pesar de las poderosas obras del Salvador, algunas personas decidieron cegar sus propios ojos y endurecer el corazón contra Él.

El élder Gerrit W. Gong, de los Setenta, testificó sobre las bendiciones que se reciben por decidir creer en Jesucristo y seguirlo:

Imagen
Elder Gerrit W. Gong

“Creer es una decisión [véase Mosíah 4:9 ]…

“Cuando decidimos creer, entendemos y vemos las cosas de una manera diferente. Cuando vemos y vivimos de esa manera, somos felices y dichosos de un modo que solo el Evangelio puede lograr” (“Choose Goodness and Joy”, New Era, agosto de 2011, pág. 44).

  1. Piensa en la afirmación del élder Gong de que “creer es una decisión”. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe sobre lo que dicha afirmación significa para ti.

Lee Juan 12:42–43 para averiguar por qué algunos de los principales gobernantes judíos no reconocían abiertamente que creían en Jesús.

Explica con tus propias palabras lo que crees que significa amar “más la gloria de los hombres que la gloria de Dios” (Juan 12:43):

De esos versículos aprendemos que el que nos importe más complacer a los demás que complacer a Dios puede impedirnos reconocer abiertamente que creemos en Jesucristo y en Su evangelio. Si lo deseas, escribe ese principio en tus Escrituras.

  1. Contesta una o más de las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuáles son algunos ejemplos actuales de cómo la preocupación por lo que los demás piensen impide que la gente reconozca abiertamente que cree en Jesucristo y en Su evangelio?

    2. ¿De qué maneras podemos mostrar que nos importa más complacer a Dios que complacer a quienes nos rodean?

    3. ¿Qué consecuencias positivas resultan de demostrar que creemos en Jesucristo y en Su evangelio?

Piensa en alguna ocasión en que hayas estado en completa oscuridad. Piensa en cómo te sentiste. ¿Sentiste que corrías algún posible peligro? ¿Cómo te habría ayudado tener luz en esa situación?

¿En qué se asemeja estar en oscuridad física a estar en oscuridad espiritual?

¿Qué peligros presenta vivir en oscuridad espiritual?

Lee Juan 12:44–46 para conocer la forma en que se bendice a quienes creen en Jesucristo.

Un principio que aprendemos en el versículo 46 es que si creemos en Jesucristo, no tenemos que vivir en oscuridad espiritual.

Considera el modo en que Jesucristo es una luz y la forma en que creer en Él puede eliminar la oscuridad espiritual de la vida de las personas.

  1. Escoge uno de los siguientes temas y luego contesta las dos preguntas en el diario de estudio de las Escrituras: el propósito de nuestro cuerpo físico, la diversión y los medios de comunicación, cómo obtener paz y felicidad, el matrimonio y la familia, la vida después de la muerte. Si alguien más está disponible, podrías tratar las preguntas con esa persona y escribir sobre lo que hayan hablado.

    1. ¿Qué podrían creer sobre este tema las personas que están en oscuridad espiritual?

    2. ¿Qué luz, o guía y claridad, brindan Jesucristo y Su evangelio sobre este tema?

Piensa en cómo el principio que se enseña en Juan 12:46 puede ayudarnos a entender por qué podríamos ver ciertos temas y problemas de manera diferente que otras personas. Recuerda que también podríamos ver ciertos temas y problemas de manera parecida a la que los ven las personas de otras religiones. Hay personas que no tienen el don del Espíritu Santo, pero que, aun así, creen firmemente en Jesucristo, y cuyas decisiones son iluminadas por la luz de Cristo (véanse Moroni 7:16–19; D. y C. 88:7, 11) y por las enseñanzas de Él.

Tal como dice en Juan 12:47–50, Jesús explicó que a quienes no crean en Sus palabras y lo rechacen, los juzgarán las palabras que Él ha hablado, las cuales son las palabras que el Padre Celestial le mandó hablar.

  1. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Juan 12 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: