Lucas 3-4

Juan el Bautista predicó el arrepentimiento y testificó del Mesías que venía. Juan bautizó a Jesucristo, quien entonces ayunó en el desierto durante cuarenta días. Después de viajar a Galilea, Jesús declaró a las personas de Nazaret que Él era el Mesías. Las personas de Nazaret le rechazaron, y Él fue a Capernaúm, donde sanó a los enfermos y echó fuera demonios.

Dedica unos momentos a meditar en cuanto a las siguientes preguntas:

• ¿Alguna vez alguien se ha reído o burlado de ti porque eras miembro de la Iglesia?

• ¿Alguna vez se ha burlado alguien o ha desafiado algo en lo que crees o una norma que tratas de vivir?

• ¿Hay fiestas o reuniones a las que no estabas invitado o en las que te sentiste incómodo debido a tu religión?

Al estudiar Lucas 3:1–22, busca una verdad que pueda explicar por qué las personas que viven el Evangelio se pueden sentir apartadas de los demás en ocasiones.

Bajo la ley de Moisés, al oficial principal del Sacerdocio Aarónico se le llamaba sumo sacerdote. Sin embargo, para la época del ministerio del Salvador, el oficio de sumo sacerdote se había vuelto corrupto. El sumo sacerdote también era la cabeza política de la nación, pero en ese momento, Dios no seleccionaba a los que poseían ese oficio. Los seleccionaban hombres como Herodes y otros oficiales romanos (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Sumo sacerdote”).

Lee Lucas 3:2–6, y mira en el versículo 2 a quién habló Dios en lugar de los sumos sacerdotes.

Resume lo que Juan el Bautista estaba enseñando a las personas en Lucas 3:3–6. (Para ayuda adicional con lo que Juan estaba enseñando, lee la Traducción de José Smith, Lucas 3:4–11 [en el apéndice de la Biblia]).

En los días de Juan, algunas personas pensaban que por ser descendientes de Abraham, eran mejores que otras personas, o que Dios les amaba más que a las personas que no eran israelitas (véase la notadal pie de página de Lucas 3:8). Esa situación podría ser como si las personas de hoy en día pensaran que iban a ir al cielo tan solo por ser miembros de la Iglesia.

Lee Lucas 3:7–9 para saber lo que Juan enseñó a los judíos que debían hacer para recibir la salvación. (En el versículo 9, el fruto es un símbolo de los resultados de las decisiones que tomamos).

En el versículo 9, fíjate en lo que sucederá a aquel que no “da buen fruto”, o no vive de forma justa.

En Lucas 3:10–15, leemos que Juan enseñó a grupos específicos de la sociedad judía cómo podrían dar buen fruto si vivían justamente. El ministerio de Juan fue impactante, y algunas personas pensaban que podía ser el Mesías.

Lee Lucas 3:16–17 para saber lo que Juan dijo que haría el Mesías cuando viniera.

La frase “os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego” (Lucas 3:16) se refiere al efecto purificador y santificador de recibir el don del Espíritu Santo. El profeta José Smith enseñó lo siguiente: “El individuo debe nacer de agua y del Espíritu para poder entrar en el reino de Dios” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 95).

Para entender mejor Lucas 3:17, es útil entender la separación del trigo de la paja.

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separating wheat from chaff

Después de que el trigo se cosechaba y se trillaba (cuando el grano se separaba del resto de la planta), entonces el granjero aventaba el grano. Aventar era un método antiguo que se usaba para separar los granos de trigo de la paja y de la cáscara. El aventador usaba una pala o una horca para tirar el trigo trillado al aire. La brisa se llevaba la paja ligera e inútil, y los granos de trigo más pesados caían al suelo del aventador.

En la analogía de Juan, ¿qué podría representar el trigo?

¿Qué podría representar la paja?

Una doctrina importante que se enseña en Lucas 3:16–17 es que Jesucristo separa a los justos de los inicuos.

1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

   1. Aunque la última separación de los justos y los inicuos tomará lugar en el Día del Juicio, ¿de qué forma el seguir a Jesucristo y vivir Su evangelio puede hacer que Sus discípulos se separen ahora de la iniquidad?

   2. ¿Por qué debemos entender que al procurar seguir a Jesucristo y vivir Su evangelio podemos sentirnos o estar alejados de los demás?

En Lucas 3:18–22 está registrado que Jesús fue a que le bautizara Juan el Bautista (véase también Mateo 3:13–17). Más tarde, Herodes encarceló a Juan el Bautista.

En Lucas 3:23–38, Lucas incluye la genealogía de Jesús que ofrece la línea de sangre directa o precisa. También testificó que “según se creía” (no de hecho) José era el padre de Jesús (Lucas 3:23).

En Lucas 4:1–13 se encuentra un relato de Jesús, que ayunó durante cuarenta días en el desierto y rechazó las tentaciones de Satanás (véase también Mateo 4:1–11).

Piensa en cuanto a las siguientes palabras: quebrantado de corazón, quebrantado, cautivo, pobre y ciego. ¿Has sentido alguna vez que una o más de esas palabras podrían describir cómo te sientes acerca de ti mismo? En Lucas 4:14–30, busca las palabras que enseñan que Jesucristo se envió para sanar a los quebrantados de corazón y poner en libertad a los cautivos.

En Lucas 4:1–11 leemos que después de que Jesús regresó de ayunar y ser tentado en el desierto, comenzó a predicar en las sinagogas de Galilea. Al poco tiempo, regresó a su ciudad de origen, Nazaret. Mientras estaba allí, se puso de pie en una sinagoga para leer del Libro de Isaías, quien profetizaba concerniente a la misión divina del Mesías.

Lee Lucas 4:18–20 para aprender lo que Isaías profetizó que haría el Mesías por las personas. Podrías marcar lo que encuentres.

Lee Lucas 4:21 para saber lo que dijo Jesús en cuanto a un pasaje de las Escrituras que había leído.

Al decir que la profecía de Isaías se había cumplido, Jesús estaba anunciando que Él era el Mesías al que se hacía referencia en la profecía. Si lo deseas, anota la siguiente doctrina en tus Escrituras: Se envió a Jesucristo para sanar a los quebrantados de corazón y liberar a aquellos que estaban cautivos espiritualmente.

Según lo que sabes del ministerio del Salvador, ¿cuáles son algunas cosas que hizo que cumplieron esta profecía?

2. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué experiencias has visto que muestran que Jesucristo sigue sanando y liberándonos en nuestros días?

Lee Lucas 4:22 y averigua cómo reaccionaron las personas de Nazaret ante la declaración de Jesús de que Él era el Mesías que habían esperado tanto tiempo.

En Lucas 4:23 leemos que Jesús sabía que las personas de Nazaret le desafiarían a demostrar que Él era el Mesías al repetir los milagros que había efectuado en Capernaúm. Jesús respondió citando dos relatos de las Escrituras para enseñarles un principio en cuanto a la fe.

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Elijah, widow of Zarephath, and her son

Lee Lucas 4:24–27 y busca los dos relatos que Jesús mencionó. Si lo deseas, lee brevemente el relato de Elías y la viuda de Sarepta en 1 Reyes 17:1–16y el relato de Naamán y Eliseo en 2 Reyes 5:1–14. Presta especial atención a lo que la viuda y Naamán hicieron para demostrar su fe.

¿En qué forma demostraron fe la viuda de Sarepta y Naamán?

Es importante saber que los profetas del Antiguo Testamento, Elías el Profeta y Eliseo llevaron a cabo milagros para personas que no eran israelitas (gentiles). Jesús estaba enseñando a las personas en Nazaret que, aunque había viudas y leprosos entre los israelitas, dos gentiles pudieron experimentar milagros porque tenían fe y aceptaron a los profetas de Dios.

Debido a que muchas personas en Nazaret carecían de fe en Él, Jesús hizo muy pocos milagros allí (véanse Mateo 13:54–58; Marcos 6:1–6). Podemos aprender un principio importante en cuanto a la fe cuando comparamos a las personas de Nazaret con la viuda de Sarepta y Naamán: Cuando demostramos nuestra fe en Jesucristo, vemos que ocurren milagros.

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Naaman and servant of Elijah

3. En tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de maneras en las que podemos demostrar nuestra fe en Jesucristo como nuestro Salvador. Repasa Lucas 4:18 y piensa en maneras en las que debes demostrar fe en Jesucristo para que puedas recibir las bendiciones que se encuentran allí.

Lee Lucas 4:28–30 para averiguar cómo respondieron las personas de la sinagoga a lo que dijo Jesús.

Medita en cuanto a cómo ese relato muestra cómo Jesucristo separará a los inicuos de los justos (véase Lucas 3:17).

Lee Lucas 4:31–44 para averiguar en qué se diferenciaba la reacción de las personas de Capernaúm de la de las de Nazaret.

¿Cómo ilustran esos relatos el principio de que cuando demostramos nuestra fe en Jesucristo podemos recibir sus bendiciones?

4. Para concluir tu estudio del día, escribe en tu diario de estudio de las Escrituras tu testimonio de Jesucristo como el Salvador, y de las bendiciones que has experimentado al demostrar fe en Él.

5. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

   He estudiado Lucas 3–4 y he terminado esta lección el (fecha).

   Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: