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Unidad 2, Día 2: Mateo 3


Unidad 2: Día 2

Mateo 3

Introducción

Juan el Bautista predicaba y bautizaba en Judea. Jesucristo viajó de Galilea al río Jordán, donde Juan lo bautizó. Dios el Padre testificó que Jesús es Su Hijo Amado.

Mateo 3:1–12

Juan el Bautista predica en Judea

Imagina que estás sentado en clase y un compañero toma algo que te pertenece (por ejemplo, un bolígrafo, un libro o una chaqueta). Se disculpa por haber tomado el objeto, pero continúa tomando cosas de otros alumnos. Cada vez que lo hace pide disculpas, pero sigue tomando objetos que no le pertenecen. ¿Qué pensarían de las disculpas del alumno?

¿En qué se parecen las acciones del alumno a intentar arrepentirse sin un deseo sincero?

Al estudiar Mateo 3, busca verdades que te ayuden a comprender lo que debemos hacer para arrepentirnos verdaderamente.

Jesucristo había llegado a la edad en que debía comenzar Su ministerio (la edad tradicional en que los hombres israelitas entraban al ministerio eran los 30 años [véase Números 4:3]). Lee Mateo 3:1–4 en busca de lo que sucedía en aquel momento que ayudaría a preparar al pueblo para el ministerio del Salvador.

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John teaching

Juan el Bautista era “hijo de Zacarías y de Elisabet y era de linaje sacerdotal a través de ambos padres. Dicho linaje era esencial, dado que Juan representaba la Ley de Moisés, cuyo fin era preparar el camino para el Mesías, y preparar un pueblo que lo recibiera” (Bible Dictionary [en inglés], “John the Baptist”). Elisabet también estaba emparentada con María, la madre de Jesús. Juan poseía las llaves del Sacerdocio Aarónico (véanse D. y C. 13; 84:27–28). Su ropa y alimentación, que se describen en Mateo 3:4, indican sus humildes circunstancias.

Basándote en lo que has aprendido en Mateo 3:1–4, ¿qué hacía Juan?

Isaías y otros profetas habían predicho la misión de Juan (véanse Isaías 40:3; Malaquías 3:1; 1 Nefi 10:7–10). Juan el Bautista debía preparar el camino para el Mesías (Jesucristo) al proclamar el arrepentimiento y bautizar con agua.

Lee Mateo 3:5–6 para conocer cómo respondía el pueblo al mensaje de Juan.

¿Cómo respondía el pueblo al mensaje de Juan?

Estar dispuesto a confesar nuestros pecados al Padre Celestial y, cuando sea necesario, a los líderes del sacerdocio designados, es esencial para el arrepentimiento (véase Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio, 2004, págs. 21–22).

Lee Mateo 3:7 para saber a quiénes hablaba Juan.

Los fariseos eran un grupo religioso de judíos cuyo nombre hace alusión a estar separados o aparte. Se enorgullecían de observar estrictamente la Ley de Moisés y creían que las añadiduras que los hombres le habían hecho, como, por ejemplo, la tradición [o ley] oral, eran tan importantes como la Ley Mosaica en sí (véase Guía para el estudio de las Escrituras, “Fariseos”). Los saduceos eran un grupo pequeño aunque políticamente poderoso de judíos que creía en obedecer la letra de la Ley Mosaica, pero no creía en la doctrina de la resurrección ni de la vida eterna (véase Guía para el estudio de las Escrituras, “Saduceos”).

¿Cómo llamó Juan a los fariseos y a los saduceos?

Las víboras palestinas son las serpientes venenosas más comunes en Israel. Las víboras son de hábitos nocturnos y, por lo general, para cazar, se esconden y luego se lanzan sigilosamente sobre la presa. Cuando se sienten amenazadas, enrollan el cuerpo, sisean y atacan a su rival.

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Palestinian viper

Víbora palestina

© taviphoto/Shutterstock.com

¿Por qué creen que Juan se refirió a los fariseos y saduceos como víboras?

La Traducción de José Smith contiene algunas palabras más que Juan dirigió a los fariseos y saduceos. Después de hablarles en Mateo 3:7, Juan los exhortó:

“¿Por qué no recibís la predicación del que Dios ha enviado? Si no recibís esto en vuestros corazones, no me recibís a mí; y si no me recibís a mí, no recibís a aquel del que soy enviado a dar testimonio; y no tenéis excusa por vuestros pecados.

“Arrepentíos, pues, y haced frutos dignos de arrepentimiento” (Traducción de José Smith, Mateo 3:34–35 [en el Apéndice de la Biblia SUD]).

Según Juan, si los fariseos y saduceos rechazaban su predicación, ¿a quién rechazarían también?

¿Cómo resumirían el mensaje que les dio Juan?

Si lo deseas, marca la frase “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento”, que está en Mateo 3:8.

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fruit on tree

En las Escrituras, a veces se simboliza a las personas mediante árboles que producen fruto bueno o fruto malo. Los frutos representan nuestros deseos y acciones. La frase “dignos de” del versículo 8 significa “acordes con”.

Piensa en el ejemplo del principio de la lección, el del alumno que tomaba objetos de los demás alumnos. Ese alumno, ¿demostró adecuadamente el verdadero principio del arrepentimiento por medio de sus deseos y acciones? ¿Por qué no?

Mateo 3:8 nos ayuda a entender que demostramos al Señor el verdadero arrepentimiento al cambiar nuestros deseos y acciones para seguir Sus enseñanzas. Si lo deseas, anota ese principio en el margen, junto a Mateo 3:8.

Medita sobre el el modo en que nuestros deseos y acciones pueden indicar que nos hemos arrepentido verdaderamente de nuestros pecados al considerar las siguientes conductas: hacer trampa en los exámenes escolares, ser descortés con nuestros hermanos, decir groserías y ver pornografía.

  1. Explica en el diario de estudio de las Escrituras el modo en que alguien que se haya arrepentido de tales pecados debería pensar y actuar.

Lee Mateo 3:10 en busca de las consecuencias de no arrepentirse verdaderamente.

Medita sobre los deseos o acciones que tal vez debas cambiar a fin de arrepentirte verdaderamente. Piensa en la manera en que puedes mostrar arrepentimiento verdadero al cambiar todo deseo o acción que no esté de acuerdo con las enseñanzas de Dios.

Lee Mateo 3:11 para determinar lo que Juan el Bautista dijo que haría el Salvador.

Jesús bautizaría “con el Espíritu Santo y con fuego” (Mateo 3:11). Ese bautismo es necesario después del bautismo por agua y se refiere a recibir el don del Espíritu Santo, el cual santifica y refina nuestra alma como si fuera por fuego (véase 2 Nefi 31:13–14, 17).

En Mateo 3:12 se describe lo que sucederá simbólicamente a las personas rectas que acepten a Jesucristo y a las inicuas que lo rechacen.

Mateo 3:13–17

Jesús se bautiza y el Padre proclama que Él es Su Hijo Amado

  1. Dedica un instante a reflexionar en tu bautismo. Escribe en el diario de estudio de las Escrituras lo que recuerdes sobre ese importante acontecimiento de tu vida.

Tal como se indica en Mateo 3:13–17, Jesucristo se bautizó. A medida que estudies esos versículos, busca las semejanzas entre tu bautismo y el del Salvador.

Lee Mateo 3:13–17 para conocer la respuesta a las siguientes tres preguntas sobre el bautismo de Jesús:

¿Quién lo efectuó?

¿Cómo?

¿Por qué?

Si fuera necesario, adapta tus respuestas basándote en la siguiente información:

Jesús viajó de Galilea al río Jordán para que lo bautizara Juan el Bautista ya que este poseía las llaves del Sacerdocio Aarónico y tenía la autoridad para efectuar la ordenanza del bautismo. Escribe Juan el Bautista y La debida autoridad en el renglón siguiente a “¿Quién lo efectuó?”.

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John the Baptist Baptizing Jesus

Al decir que Jesús “subió inmediatamente del agua” (Mateo 3:16) se nos indica que fue bautizado por inmersión, es decir, que lo cubrió el agua por completo. Escribe Por inmersión en el renglón siguiente a “¿Cómo?”.

Juan el Bautista sabía que la posición y la autoridad de Jesús eran superiores a las de él. Sin embargo, según Mateo 3:15, Jesús dijo que Él debía bautizarse para “cumplir toda justicia”. Escribe esa frase en el renglón siguiente a “¿Por qué?”.

“Cumplir toda justicia” significa hacer todo lo que el Padre Celestial nos pide, a fin de poder vivir de nuevo con Él; entre esas cosas, recibir las ordenanzas de salvación. Al bautizarse, Jesús nos dio el ejemplo perfecto a seguir. Lee 2 Nefi 31:4–9 y escribe esa referencia como pasaje correlacionado en el margen, junto a Mateo 3:15. Marca las palabras y frases que te ayuden a entender lo que significa “cumplir toda justicia”.

Usa las respuestas a las tres preguntas anteriores para buscar una doctrina concerniente al bautismo correcto en Mateo 3:13–17.

¿En qué puede compararse el bautismo de ustedes al ejemplo que nos dio el Salvador?

Otra doctrina importante que se halla en Mateo 3:16–17 tiene que ver con la Trinidad. Vuelve a leer los versículos en busca de lo que nos enseñan sobre el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.

En los siguientes espacios, escriba la ubicación de cada miembro de la Trinidad durante el bautismo del Salvador:

El Padre:

El Hijo:

El Espíritu Santo:

Es importante comprender que el Espíritu Santo no se transformó literalmente en una paloma, sino más bien, la paloma era una señal o un símbolo de que el Espíritu Santo había descendido sobre Jesús (véase Guía para el estudio de las Escrituras, “Paloma, Señal de la”).

¿Qué doctrina enseñan esos versículos acerca de la Trinidad? (Véase también D. y C. 130:22-23.)

Muchas personas no comprenden correcta o completamente la Trinidad. Cuanto más entendamos la verdadera naturaleza de la Trinidad, tanto más amor podremos sentir por Ellos, y tanto mejor estaremos preparados para enseñar y testificar de Ellos a los demás.

  1. Busca la palabra “Dios” o “Trinidad” en la Guía para el estudio de las Escrituras (scriptures.lds.org). Lee la definición para obtener información sobre cada uno de los miembros de la Trinidad. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe una o dos oraciones sobre cada miembro de la Trinidad que contengan información que a ti te parezca importante conocer.

Podrías compartir tu testimonio del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo con alguien que conozcas.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Mateo 3 y he terminado esta lección el (fecha).s

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: