Biblioteca
Unidad 4, Día 2: Mateo 14


Unidad 4: Día 2

Mateo 14

Introducción

Tras enterarse de la muerte de Juan el Bautista, Jesús buscó un lugar solitario, pero una multitud lo siguió. Él sintió compasión por ellos, sanó a sus enfermos y alimentó de manera milagrosa a más de cinco mil. Esa noche, Jesús caminó sobre el mar hacia el barco en el que se encontraban Sus discípulos.

Mateo 14:1–21

Jesús busca un lugar solitario y luego alimenta a más de cinco mil personas

Piensa en alguna ocasión en la que te sentiste muy triste. ¿Qué hiciste para sobrellevar y superar la tristeza?

Haz una lista con algunas maneras en que las personas tratan de sobrellevar y superar la tristeza:

A medida que estudias Mateo 14:1–21, busca maneras que te pueden ayudar a sobrellevar y superar el pesar.

Mateo 14:1–11 relata que el rey Herodes encarceló injustamente a Juan el Bautista por la insistencia de su nueva esposa, Herodías, la cual deseaba que Juan el Bautista cesara de condenar su ilegítimo matrimonio con el rey Herodes (véase Marcos 6:17–19). Después que Salomé, la hija de su esposa, bailó ante él, Herodes prometió públicamente que ella podría tener “todo lo que pidiese” (Mateo 14:7). La hija consultó a su madre y pidió la cabeza de Juan el Bautista y, en consecuencia, Herodes hizo que Juan fuera decapitado.

Juan el Bautista era amigo y familiar de Jesucristo, y fue elegido por Dios para ser el profeta que prepararía el camino para el Mesías.

Imagina que Juan el Bautista y tú son buenos amigos. ¿Cómo habrías reaccionado al escuchar acerca de su muerte injusta?

Lee Mateo 14:12–13 y averigua lo que hizo Jesús cuando supo de la muerte de Juan.

La expresión “un lugar desierto y apartado”, en el versículo 13, se refiere a un lugar solitario [véase Marcos 6:31, nota a al pie de página].

¿Qué sucedió cuando Jesús trató de estar solo?

¿Cómo te sentirías si estuvieses triste y deseases estar solo, pero otras personas procurasen tu atención?

Lee Mateo 14:14 para saber cómo reaccionó Jesús cuando vio a la multitud que lo seguía.

De ese relato aprendemos que, al mostrar compasión hacia los demás aun cuando nos sentimos tristes, seguimos el ejemplo de Jesucristo.

  1. Hazle a un familiar o a un amigo un resumen del relato de cuando Jesús mostró compasión tras enterarse de la muerte de Juan el Bautista; luego analiza las siguientes preguntas con esa persona. En tu diario de estudio de las Escrituras, anota el nombre de la persona con quien hablaste y una breve descripción de la conversación que tuvieron.

    1. El mostrar compasión por los demás, ¿cómo puede ayudarnos cuando nosotros mismos estamos sufriendo?

    2. ¿Por qué puede resultar difícil mostrar compasión por otras personas cuando estamos sufriendo?

    3. ¿Cuándo has sentido tú (o alguien a quien conoces) una gran tristeza, y aun así has mostrado compasión hacia otra persona? ¿De qué maneras ayudó el servir a alguien más?

Lee Mateo 14:15–21 para saber cómo continuó Jesucristo mostrando compasión por la multitud.

Mateo 14:22–36

Jesús camina sobre el mar durante una tormenta

Fíjate en los dos casos siguientes:

Caso 1: Una jovencita se siente indefensa al ver que su madre padece una enfermedad terminal, y comienza a cuestionarse si el Padre Celestial está al tanto del dolor que siente su familia. Ella desea desesperadamente creer en Dios, pero sus dudas están comenzando a abrumarla.

Caso 2: Un joven se ha unido recientemente a la Iglesia. Muchos de sus antiguos amigos han criticado abiertamente su decisión, y él está comenzando a preguntarse si debe seguir siendo un miembro activo y fiel de la Iglesia.

¿De qué otras maneras pueden las personas sentir duda o temor al procurar seguir a Jesucristo?

A medida que estudias lo que queda de Mateo 14, busca declaraciones de verdades que te pueden ayudar a vencer los temores, las dudas y el desaliento.

Lee Mateo 14:24–25 para saber lo que sucedió cuando los discípulos atravesaban el mar de Galilea obedeciendo el mandato del Salvador.

La expresión “el viento era contrario”, en el versículo 24, significa que el viento soplaba en dirección opuesta a la del lugar adonde se dirigían.

Fíjate que, según Mateo 14:23, era de noche cuando Jesús estaba solo en el monte y los discípulos atravesaban el mar de Galilea. La distancia para atravesar el mar era de unos ocho kilómetros, aproximadamente, y con buen tiempo podrían haberlo atravesado en dos o tres horas. El Salvador vino a ellos durante la cuarta vigilia, es decir, en algún momento “entre las tres y las seis [en punto] de la mañana” (Mateo 14:25, nota a al pie de página). Eso significa que los discípulos habían luchado toda la noche contra el viento para atravesar el mar.

Lee Marcos 6:47–48 para conocer otros detalles que Marcos proporcionó sobre ese suceso.

Si Jesús sabía que Sus discípulos estaban en apuros, ¿crees que podría haberles librado antes de sus dificultades? ¿Qué propósito habría tenido dejar que los discípulos lucharan por un tiempo antes de librarlos?

De esos relatos de los discípulos atravesando el mar aprendemos que, aun cuando puede que Dios no siempre nos libre de nuestras dificultades, Él sabe lo que estamos pasando y, en Su propio tiempo, vendrá a socorrernos.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué cosas buenas nos puede traer el luchar por un tiempo en lugar de que el Señor nos libre inmediatamente de nuestras pruebas?

    2. El saber que el Señor conoce nuestras dificultades, ¿cómo puede fortalecer nuestra fe en Él aun cuando no nos libre inmediatamente de ellas?

Imagina que estás en el barco; has estado luchando contra el fuerte viento y las olas por muchas horas durante la noche, y entonces ves a alguien caminando sobre el agua. ¿Qué pensarías o sentirías en esa situación?

Lee Mateo 14:26–27 para saber cómo reaccionaron los discípulos cuando vieron a Jesús. Si lo deseas, marca lo que les dijo Jesús.

Lee Mateo 14:28–30 y averigua lo que quiso hacer Pedro cuando oyó la voz del Señor.

¿Cómo mostró Pedro al principio su fe?

¿Qué vio Pedro que le hizo temer, dudar y comenzar a hundirse?

Piensa en lo que podrían representar en tu vida el viento y las olas que podrían hacer que sientas temor o tengas dudas.

De la experiencia de Pedro aprendemos que, si mantenemos nuestra fe en Jesucristo, no seremos vencidos por nuestros temores y nuestras dudas.

Imagen
President Howard W. Hunter

Lee la siguiente declaración del presidente Howard W. Hunter, y señala cuál dijo él que era el peligro de no preservar nuestra fe en el Señor: “Yo creo firmemente que si nosotros individualmente, así como las familias, las comunidades y las naciones, al igual que Pedro, mantenemos la vista fija en Jesucristo, también seremos capaces de caminar triunfantes sobre ‘las gigantescas olas de la incredulidad’ y de mantenernos ‘impávidos ante los crecientes vientos de la duda’. Pero si apartamos los ojos de Aquel en quien debemos creer —como es tan fácil que nos suceda en medio de las tentaciones del mundo—, y fijamos la mirada en el poder y la furia de los elementos destructivos y horribles que nos rodean, en lugar de prestarle atención a El, que puede ayudarnos y salvarnos, inevitablemente nos hundiremos en un mar de conflictos, sufrimientos y desesperanza” (“Un faro en un puerto de paz”, Liahona, enero de 1993, pág. 21).

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe varias maneras en que podemos “mantener la vista fija” en Jesucristo como lo hizo Pedro al principio. Además, anota alguna ocasión en que has visto que la fe en Jesucristo ha ayudado a alguien a evitar ser vencido o vencida por el temor o la duda.

Piensa en los cambios que puedes hacer en tu vida para mantener tu fe en Jesucristo, y ponte la meta de hacer esos cambios.

Al igual que Pedro, a veces nosotros podemos dejar de mantener nuestra fe en Jesucristo y tal vez sucumbamos al temor, la duda o el desaliento.

Lee Mateo 14:30–32 para descubrir lo que sucedió a medida que Pedro caminaba hacia el Salvador.

Imagen
Christ walking on water

Según el versículo 30, ¿qué hizo Pedro cuando se dio cuenta de que se estaba hundiendo? (Si lo deseas, marca lo que dijo Pedro).

Al igual que Pedro, si procuramos la ayuda de Dios cuando nuestra fe flaquea, Él nos puede elevar por encima de nuestros temores y nuestras dudas.

  1. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo nos eleva Dios por encima de nuestros temores y nuestras dudas?

Lee Mateo 14:33 para saber cómo reaccionaron los discípulos que estaban en la barca cuando Jesús y Pedro entraron en ella.

En Mateo 14:34–36, aprendemos que, después de ese suceso, Jesús y Sus discípulos continuaron su viaje y llegaron a las lejanas costas de Galilea. Cuando la gente supo que Jesús estaba allí, llevaron ante Él a los enfermos. Su fe era tan grande que todos los que acudieron fueron sanados al tocar el borde de Su ropa. Compara eso con lo que les sucedió a las personas que se describen en Mateo 13:57–58.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Mateo 14 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: