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Unidad 5, Día 4: Mateo 22:15-46


Unidad 5: Día 4

Mateo 22:15-46

Introducción

Mientras Jesús continuaba enseñando en el templo, los fariseos y los saduceos intentaron atraparle al hacerle preguntas difíciles. Él contestó de manera satisfactoria a sus preguntas y les dijo que obedecieran las leyes de la Tierra y que guardaran los dos grandes mandamientos.

Mateo 22:15-22

Los fariseos intentan atrapar al Salvador al preguntarle si es lícito pagar tributo

¿Cuáles son algunas leyes importantes que el gobierno ha establecido en nuestra sociedad? ¿Por qué piensas que son importantes?

A medida que estudies Mateo 22:15–22, busca lo que enseñó Jesucristo en cuanto a obedecer las leyes de la tierra.

Recuerda que durante la última semana de la vida del Salvador, Él enseñó en el templo en Jerusalén. Lee Mateo 22:15 para ver lo que los fariseos intentaron hacerle al Salvador. El “atraparle en alguna palabra” significa que los fariseos estaban intentando engañar al Salvador para que dijera cosas que le desacreditaran.

Lee Mateo 22:16–17 para ver cómo los fariseos intentaron engañar al Salvador. Podría ser útil saber que la palabra tributo en el versículo 17 quiere decir impuestos; César era el emperador del Imperio Romano, y tenía dominio sobre Israel en ese momento.

Las preguntas que los fariseos hicieron a Jesús eran una posible trampa porque si Él decía que estaba bien pagar impuestos al Imperio Romano, los judíos pensarían que apoyaba a Roma y era desleal a Su propio pueblo. Si el Salvador les decía que no era lícito pagar impuestos, entonces los fariseos le podían acusar de traición y denunciarlo a las autoridades romanas.

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Roman coin

Una moneda romana con la imagen de César

Lee Mateo 22:18–21 para ver cómo respondió el Salvador la pregunta de los fariseos.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué crees que la respuesta del Salvador era perfecta para la pregunta de los fariseos?

La frase “Dad, pues, a César lo que es de César” en el versículo 21 hace referencia a nuestra obligación de obedecer las leyes civiles, como la ley de pagar impuestos.

De estos versículos, aprendemos la siguiente verdad: El Señor espera que seamos buenos ciudadanos y que obedezcamos las leyes de la tierra.

¿Por qué es tan importante para nosotros, como discípulos de Jesucristo, ser buenos ciudadanos y obedecer las leyes de la Tierra? (Véase Artículos de Fe 1:12). ¿Por qué espera el Señor que seamos buenos ciudadanos y buenos miembros de la Iglesia, y que obedezcamos las leyes de la Tierra y Sus leyes?

Lee Mateo 22:22 para ver cómo reaccionaron los fariseos a la respuesta del Salvador.

Mateo 22:23-34

El Salvador enseña a los saduceos en cuanto al matrimonio y la Resurrección

Además de los fariseos, los saduceos también intentaron atrapar al Salvador en Sus palabras mientras enseñaba en el templo. Lee Mateo 22:23–28 para ver cómo los saduceos intentaron engañar al Salvador. Fíjate en que los saduceos creían que “no hay resurrección” (versículo 23).

¿Cómo resumirías la pregunta que los saduceos le hicieron al Salvador?

Los saduceos aplicaron intencionalmente de forma incorrecta una costumbre del Antiguo Testamento cuyo propósito era proveer para las viudas (véase Deuteronomio 25:5–6; Bible Dictionary, “Levirate marriage”). Intentaron exagerar esta costumbre para desacreditar la doctrina de la Resurrección.

Lee Mateo 22:29–30 para ver cómo respondió el Salvador la pregunta de los saduceos. Fíjate en lo que dijo Jesús que no podía ocurrir en la Resurrección, o en el momento en que ocurriera.

Dentro del contexto del Plan de Salvación, el élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, proporcionó una explicación de Mateo 22:29–30:

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Elder Bruce R. McConkie

“[Jesucristo] no está negando, sino limitando el concepto predominante de que se casará o se dará en casamiento en el cielo. Está diciendo que en lo que concierne a los saduceos, y en lo que concierne a los niños de este mundo, la unidad familiar no continúa ni continuará en la resurrección…

“‘ Por tanto, cuando [aquellos que ni vivirán, ni viven, ni pueden vivir la ley del matrimonio eterno] están fuera del mundo ni se casan ni se dan en casamiento’.

“Así que, no hay ni casamiento ni se da en casamiento en el cielo para las personas a las que Jesús hablaba; para aquellos que ni siquiera creen en la Resurrección, y menos en todas las otras verdades salvadoras; para aquellos que son injustos e inicuos; para aquellos que viven según la manera del mundo; para las grandes masas de la humanidad que no se arrepienten. Todos estos no alcanzarán a obtener la plenitud de la recompensa en el más allá” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo I, pág. 606).

El Señor le reveló al profeta José Smith muchas verdades importantes en cuanto al matrimonio eterno. Lee Doctrina y Convenios 132:15–17 para averiguar lo que el Señor le reveló al Profeta en esos versículos en cuanto al matrimonio.

¿Quién dijo el Señor que “ni se [casarán] ni se [darán] en casamiento” (D. y C. 132:16) en la Resurrección?

Casarse “ni por mí ni por mi palabra” (D. y C. 132:15) significa que esa persona no se ha sellado a su cónyuge en el templo por la autoridad del sacerdocio.

De Mateo 22:30 y Doctrina y Convenios 132:15–17 aprendemos que aquellos que no están sellados por la autoridad del sacerdocio a su cónyuge en la vida terrenal o mediante las ordenanzas del templo, no se casarán en la vida venidera.

Lee Mateo 22:31–33 para averiguar qué otras verdades enseñó el Salvador a los saduceos en cuanto a la Resurrección. Podrías marcar lo que el Salvador dijo en el versículo 32 que indica que la Resurrección es real.

¿Cómo respondió el pueblo cuando oyeron al Salvador enseñar esas doctrinas?

Mateo 22:34-40

El Salvador enseña en cuanto a los dos grandes mandamientos

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe todos los mandamientos en los que puedas pensar en un minuto.

Algunos rabinos judíos creían que había 613 leyes o mandamientos en la ley de Moisés. Lee Mateo 22:34–36 para encontrar la pregunta que uno de los fariseos le hizo a Jesús en cuanto a esos mandamientos. Si lo deseas, puedes marcar esa pregunta en tu ejemplar de las Escrituras.

Sin ver la respuesta del Salvador, encierra en un círculo un mandamiento de la lista que escribiste en tu diario que piensas que es el “gran” mandamiento, o sea, el más importante.

Lee Mateo 22:37–40 y observa cómo respondió el Salvador la pregunta de los fariseos. (Mateo 22:36–39 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Sería bueno que lo marcaras de un modo especial para que puedas ubicarlo más adelante.)

La indicación del Señor, “Amarás a tu prójimo”, se refiere a cómo tratamos a otras personas.

¿Por qué piensas que esos dos mandamientos se consideran los más grandes mandamientos?

La frase “De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas” (Mateo 22:40) significa que todos los mandamientos que Dios reveló en la ley de Moisés y mediante los profetas del Antiguo Testamento tenían como fin ayudar a las personas a mostrar su amor por Dios, su amor por su prójimo, o por ambos.

De esos versículos, aprendemos el siguiente principio: Si de verdad amamos a Dios y amamos a nuestros semejantes como a nosotros mismos, procuraremos guardar todos los mandamientos de Dios.

Mira de nuevo la lista de mandamientos que escribiste en tu diario de estudio de las Escrituras. Pon una estrella junto a los mandamientos que muestran amor por Dios y un cuadrado junto a los mandamientos que muestran amor por nuestro prójimo. (Algunos mandamientos podrían estar marcados por una estrella así como por un cuadrado).

Piensa en un momento en que escogiste obedecer un mandamiento en particular para mostrar amor por Dios o por otra persona.

Piensa en un mandamiento que podrías obedecer más fielmente para demostrar amor por el Padre Celestial o por otra persona. Ponte la meta de obedecer ese mandamiento más fielmente.

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Dominio de las Escrituras—Mateo 22:36–39

Con cada pasaje de dominio de las Escrituras, deberías ser capaz de distinguir el contexto, la doctrina o el principio, y cómo aplicar la verdad a tu vida. (Véanse los recursos de dominio de las Escrituras disponibles en LDS.org para encontrar recursos de estudio).

En Mateo 22:36–39, el contexto es la respuesta de Jesucristo al fariseo que preguntó qué mandamiento era el más grande. Una doctrina o principio que se enseña en ese pasaje es que los dos grandes mandamientos son amar a Dios y amar a nuestro prójimo. Fíjate que en el versículo 37 dice que “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” (cursiva agregada). Una aplicación de ese pasaje de dominio de las Escrituras sería meditar en cuanto a las siguientes preguntas: ¿Cómo puedes demostrar amor por Dios de corazón, alma y mente? ¿Cómo puedes demostrar amor por los hijos de Dios?

  1. Medita en cuanto a lo que significa amar a Dios con todo tu corazón. Después medita en cuanto a lo que significa amarle con toda tu alma. Y luego piensa en cómo le puedes amar con toda tu mente. Escribe en el diario de estudio de las Escrituras lo que piensas de esas tres ideas:

Mateo 22:41-46

Jesús pregunta a los fariseos lo que piensan de Cristo

Después de contestar las preguntas de los fariseos y los saduceos de manera satisfactoria, el Salvador hizo algunas preguntas a los fariseos. Lee Mateo 22:41–42 para ver qué preguntó el Salvador a los fariseos.

De acuerdo con esos versículos, ¿qué preguntas hizo Jesucristo a los fariseos? ¿Cómo respondieron los fariseos?

La mayoría de los judíos sabían que Cristo, o el Mesías, sería un descendiente del rey David. Los fariseos creían que el Mesías sería coronado como rey de Israel y ayudaría a los judíos a vencer a Roma y conseguir la libertad, como lo había hecho el rey David anteriormente. En Mateo 22:43–46 leemos que Jesús enseñó a los fariseos que, de acuerdo con sus Escrituras, Cristo era más que tan solo el hijo de David; también era el Hijo de Dios. Al explicar eso, Jesús recitó Salmos 110:1 (véase Mateo 22:44).

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Elder Bruce R. McConkie

El élder Bruce R. McConkie explicó: “¿Puede caber alguna duda en cuanto a cómo interpretaba Jesús las palabras del salmo? Él dice que significa: ‘El Padre le dijo al Hijo, Elohim le dijo a Jehová, siéntate a mi diestra, hasta después de tu ministerio mortal; entonces te daré la gloria eterna y la exaltación conmigo, donde seguirás sentado a mi diestra para siempre’. No extraña pensar que el relato inspirador concluye el tema diciendo: ‘Y nadie le podía responder palabra, ni osó alguno desde aquel día preguntarle más’. (Mateo 22:41–46)” (The Promised Messiah: The First Coming of Christ, 1978, pág. 102).

  1. Piensa en cómo contestarías las siguientes preguntas: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es Hijo? Escribe tus ideas en el diario de estudio de las Escrituras.

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Mateo 22:15–26 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: