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Unidad 1, Día 1: El Plan de Salvación


Unidad 1: Día 1

El Plan de Salvación

Introducción

El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, recalcó la importancia de una breve reseña del Plan de Salvación al inicio de cada año de seminario:

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President Boyd K. Packer

“El brindar una reseña general del ‘plan de felicidad’… al comienzo del curso y repasarlo de vez en cuando, será de gran provecho para los alumnos…

“Los jóvenes se preguntan: ‘¿Por qué?’ ¿Por qué se nos manda hacer ciertas cosas, y por qué se nos manda que no hagamos algunas otras? El conocimiento del plan de felicidad, incluso de manera esquemática, puede proporcionar a las mentes jóvenes una respuesta” (“El gran plan de felicidad”, en La enseñanza en seminario: Lecturas de preparación para el maestro [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2006], pág. 74, LDS.org; véase Alma 12:32).

En esta lección se proporciona una breve reseña del Plan de Salvación, la cual hace hincapié en la función central de Jesucristo y de Su expiación en dicho plan.

La función de Jesucristo en la vida preterrenal

¿Cómo responderían si alguien les preguntara por qué es importante Jesucristo para ustedes?

En la clase de hoy aprenderás sobre la función de Jesucristo en el plan de salvación del Padre Celestial. Al estudiar hoy, busca verdades que te ayuden a fortalecer tu fe en Jesucristo.

  1. Copia el siguiente cuadro en tu diario de estudio de las Escrituras. A medida que estudies la lección, escribirás doctrinas en el cuadro.

    Jesucristo es la figura central en el plan de salvación del Padre Celestial

    La vida preterrenal

    La vida terrenal

    La vida después de la muerte

El plan del Padre Celestial consiste en tres etapas principales: nuestra vida preterrenal, que precedió nuestro nacimiento físico; nuestra vida terrenal; y nuestra vida después de la muerte.

Lee la siguiente cita y marca las palabras o frases que describan las limitaciones que teníamos en la vida preterrenal:

“Antes de nacer en esta tierra vivíamos como hijos procreados en espíritu de nuestro Padre Celestial [véanse Hechos 17:28–29; Abraham 3:22–26]; sin embargo, no éramos como nuestro Padre Celestial ni podíamos llegar a ser como Él y disfrutar de todas las bendiciones de las que Él disfruta sin la experiencia de vivir en la vida terrenal con un cuerpo físico.

“Todo el propósito de Dios —Su obra y Su gloria— es permitirnos a cada uno disfrutar todas Sus bendiciones [véase Moisés 1:39]. Él ha proporcionado un plan perfecto para lograr Su propósito. Nosotros entendimos y aceptamos ese plan antes de venir a la tierra…

“A fin de que progresáramos y llegáramos a ser como Dios, cada uno de nosotros tenía que obtener un cuerpo y ser probado durante un período de prueba en la tierra” (véase Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2004, págs. 48, 49).

Cuando el Padre Celestial presentó Su plan de felicidad, aprendimos que se necesitaría un salvador para llevar a cabo dicho plan. Lucifer, uno de los hijos de nuestro Padre Celestial procreado en espíritu, se rebeló contra el plan del Padre Celestial. Se le llegó a conocer como Satanás.

Lee Moisés 4:1–3 y busca lo que Satanás exigía al Padre Celestial.

¿Qué le exigió Satanás al Padre Celestial?

En Moisés 2 aprendemos que Jesucristo era el escogido desde el principio para hacer la voluntad del Padre Celestial. En el cuadro, en la columna “La vida preterrenal”, escribe la siguiente doctrina, que aprendemos de ese pasaje: Jesucristo fue escogido en la vida preterrenal para ser el Redentor del género humano.

Después que se escogió a Jesucristo para llevar a cabo el plan de salvación del Padre Celestial, debía crearse una Tierra, donde podríamos recibir un cuerpo físico y obtener experiencia.

Lee Hebreos 1:1–2 a fin de saber cuál fue la función de Jesucristo en la creación de la Tierra.

En esos versículos aprendemos la siguiente doctrina en la pizarra: Jesucristo creó la Tierra bajo la dirección del Padre Celestial. Escribe esa doctrina en el cuadro del diario de estudio de las Escrituras, en la columna “La vida preterrenal”.

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mountain lake
  1. Piensa en la belleza de la Tierra y en momentos y lugares en los que la hayas apreciado mucho. En el diario de estudio de las Escrituras, responde lo siguiente:

    1. Describe algún momento en que hayas apreciado la belleza de la Tierra.

    2. ¿De qué modo saber que Jesucristo creó la Tierra influye en lo que sientes por Él?

La función de Jesucristo en la vida terrenal

Después de venir a la Tierra y obtener un cuerpo físico, experimentamos otros obstáculos que podrían evitar que lleguemos a ser semejantes al Padre Celestial y regresar a Su presencia. Dos de ellos son la muerte física y la muerte espiritual. La muerte física es la separación de nuestro cuerpo y nuestro espíritu, y la muerte espiritual es nuestra separación de Dios. Lee la siguiente cita y marca las palabras o frases que describan esos dos obstáculos que experimentamos durante nuestra vida terrenal:

“En la tierra vivimos en una condición en la que estamos sujetos tanto a la muerte física como a la espiritual. Dios tiene un cuerpo de carne y huesos perfecto, glorificado e inmortal. Para llegar a ser como Dios y volver a Su presencia, nosotros también debemos tener un cuerpo de carne y huesos perfecto e inmortal. Sin embargo, debido a la caída de Adán y Eva, toda persona que vive en la Tierra tiene un cuerpo imperfecto y mortal que con el tiempo morirá. Si no fuese por el Salvador Jesucristo, la muerte acabaría con toda esperanza de tener una existencia futura con nuestro Padre Celestial.

“Junto con la muerte física, el pecado es un gran obstáculo que nos impide llegar a ser como nuestro Padre Celestial y regresar a Su presencia. En nuestra condición mortal, a menudo cedemos a la tentación, quebrantamos los mandamientos de Dios y pecamos… Aunque a veces no parezca ser así, el pecado siempre conduce a la desdicha, ya que trae sentimientos de culpa y vergüenza. Debido a nuestros pecados, no nos es posible regresar a vivir con nuestro Padre Celestial a menos que primeramente seamos perdonados y limpiados…

“Al igual que con la muerte física, no podemos vencer los efectos del pecado por nosotros mismos; sin la expiación de Jesucristo, no podemos hacer nada” (Predicad Mi Evangelio, págs. 50, 51).

Antes que Jesús naciera en la Tierra, después que José supo que María estaba esperando un hijo, un ángel lo visitó en un sueño. Lee Mateo 1:21 para conocer lo que el ángel proclamó a José.

Gracias a lo que el ángel dijo que Jesús haría, sabemos que Jesucristo vino para salvarnos de nuestros pecados. Escribe esa doctrina en el cuadro, en la columna “La vida terrenal”.

Podemos ser salvos de nuestros pecados gracias a la expiación de Jesucristo. La Expiación incluye el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesucristo.

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Christ in Gethsemane, Crucifixion, resurrected Christ

La expiación de Jesucristo

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué debemos hacer para ser salvos de nuestros pecados por medio de la expiación de Jesucristo?

    2. Según Hechos 2:32, ¿qué más debemos hacer?

La función de Jesucristo en la vida después de la muerte

¿Ha fallecido algún familiar o amigo que quisieras mucho?

Gracias al conocimiento que tenemos del plan de salvación del Padre Celestial, sabemos que, al momento de la muerte, los espíritus de todas las personas entran en el mundo de los espíritus.

Lee 1 Pedro 3:18–20 y 1 Pedro 4:6 para saber lo que Jesús hizo inmediatamente después de Su muerte.

Lee además Doctrina y Convenios 138:18–19, 30–32 para saber lo que hizo Jesucristo para permitir que se predicara el Evangelio a todos los que están en el mundo de los espíritus. (Doctrina y Convenios 138 es una revelación sobre el mundo de los espíritus que recibió el presidente Joseph F. Smith mientras se hallaba meditando acerca de la visita del Salvador a los espíritus de los muertos mientras Su cuerpo estaba en la tumba).

Haz un resumen de lo que hizo Jesucristo para permitir que se predicara el Evangelio a todos los que están en el mundo de los espíritus:

El Salvador resucitó el tercer día después de Su muerte (véase 1 Corintios 15:4). Cuando una persona resucita, su espíritu y su cuerpo físico se reúnen para no separarse nunca más (véase D. y C. 138:17).

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Jesus Christ with Mary

El Señor resucitado

Lee 1 Corintios 15:20–22 para saber cómo influye en cada uno de nosotros la resurrección de Jesucristo.

En el cuadro, en la columna “La vida después de la muerte”, escribe la siguiente doctrina: Gracias a la resurrección de Jesucristo, todas las personas resucitarán.

Lee Apocalipsis 20:12 para determinar lo que nos sucederá a todos después de que resucitemos.

El libro de la vida puede representar los pensamientos y las acciones de una persona en esta vida, así como también el registro que se lleva en el cielo de las personas rectas (véase Guía para el estudio de las Escrituras, “Libro de la vida”). Se nos juzgará no solo por nuestras obras, sino también por nuestros pensamientos, palabras y deseos (véanse Mosíah 4:30; Alma 12:14; D. y C. 137:9).

Lee Juan 5:22 para averiguar quién nos juzgará. (Si lo deseas, escribe Juan 5:22 en el margen de tus Escrituras, cerca de Apocalipsis 20:12).

En el cuadro, en la columna “La vida después de la muerte”, escribe la siguiente doctrina: Jesucristo juzgará a toda la humanidad.

El propósito primordial del plan del Padre Celestial es brindar a todos Sus hijos la oportunidad de obtener la vida eterna o exaltación, lo cual significa llegar a ser semejantes al Padre Celestial y vivir con Él para siempre, en familias eternas. Piensa en la familia que tienes ahora y en la familia que esperas tener algún día.

  1. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe por qué es importante para ti poder vivir con el Padre Celestial y tu familia para siempre.

Lee Juan 3:5, 16–17 para saber lo que cada uno de nosotros debe hacer para recibir la vida eterna.

Creer en el Hijo Unigénito significa ejercer la fe en Jesucristo y vivir de acuerdo con Su evangelio.

En el cuadro, en la columna “La vida después de la muerte”, escribe el siguiente principio: Si ejercemos la fe en Jesucristo y vivimos de acuerdo con Su Evangelio, recibiremos la vida eterna.

  1. Piensa de nuevo en la pregunta que se hizo al comienzo de la clase: “¿Cómo responderían si alguien les preguntara por qué es importante Jesucristo para ustedes?”. Contesta la pregunta en el diario de estudio de las Escrituras, basándote en lo que has aprendido y sentido durante tu estudio de hoy.

Considera la posibilidad de usar el cuadro que has llenado en el diario de estudio de las Escrituras para enseñar a tu familia o a otras personas sobre la función de Jesucristo en el plan de salvación del Padre Celestial.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado la lección “El Plan de Salvación” y la he terminado el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: