Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
El dar a conocer el Evangelio al mundo


Lección 33

El dar a conocer el Evangelio al mundo

Jonás 1–4; Miqueas 2; 4–7

Objetivo

Animar a los miembros de la clase a cumplir con la responsabilidad que tienen como el Israel de los últimos días de amar a todas las personas del mundo y a darles a conocer las bendiciones del Evangelio.

Preparación

Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras y ore al respecto:

  1. Jonás 1–2. El Señor llama a Jonás para que predique el arrepentimiento a la gente de Nínive. Jonás trata de huir del Señor en una nave, un gran pez lo traga, ora y sale del vientre del pez.

  2. Jonás 3–4. Jonás profetiza la caída de Nínive y se enoja cuando el pueblo se arrepiente y el Señor perdona a la ciudad (la Traducción de José Smith de Jonás 3:9–10, en inglés, explica que fue el pueblo, no Dios, que se arrepintió). El Señor utiliza una calabacera y un gusano para enseñar a Jonás que debía amar a la gente.

  3. Miqueas 2:12–13; 4:1–7, 11–13; 5:2–4, 7–8; 6:6–8; 7:18–20. Miqueas profetiza sobre la misión de Israel en los postreros tiempos.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar la atención

Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección.

• ¿Cuántos jóvenes de la Iglesia desea el Señor que sirvan en una misión regular? (Todos los jóvenes dignos y capacitados que haya disponibles.) ¿Por qué es importante que cada uno de estos jóvenes responda a ese llamamiento?

¿Quiénes más son elegibles para servir en una misión regular? (Las hermanas solteras dignas de 21 años y mayores, y los matrimonios misioneros dignos, cuando las circunstancias se lo permitan.)

En 1979, el presidente Spencer W. Kimball habló sobre la necesidad de que hubiera más misioneros que predicaran el Evangelio a la gente de todas partes del mundo. El declaró: “Yo creo que el Señor puede hacer cualquier cosa que se proponga; pero no veo ninguna razón para que nos abra puertas por las que no estamos preparados para entrar” (“Hasta los confines de la tierra”, Liahona, abril de 1980, pág. 9).

En esta lección se analiza cómo la vida y los escritos de Jonás y de Miqueas nos ayudan a comprender nuestras responsabilidades de amar a todas las personas y de darles a conocer las bendiciones del Evangelio.

Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica

Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

1. Se llama a Jonás para que vaya a predicar a Nínive, pero él huye.

Enseñe Jonás 1:2 y analícelo con la clase.

• ¿Por qué quería el Señor que Jonás fuera a Nínive? (Véase Jonás 1:2.) ¿Por qué se habrá sentido renuente Jonás a aceptar el llamamiento de hacer una misión en Nínive? (Véase Nahum 3:1–5, donde se describen la gran iniquidad y la violencia que existían en Nínive. El pueblo de Nínive, la capital de Asiria, era enemigo de Israel.)

• ¿Por qué fue Jonás a Tarsis? (Véase Jonás 1:3.) ¿De qué manera tratamos muchas veces de escapar de la presencia del Señor o de los llamamientos que recibimos de Sus representantes? ¿Cuáles son las consecuencias que eso trae?

• ¿En qué forma demostró misericordia el Señor y ayudó a Jonás a arrepentirse? (Véase Jonás 1:4–2:10.) ¿Qué aprendió Jonás mientras se encontraba dentro del gran pez? (Véase Jonás 2:1–9.) ¿Cómo nos ayuda el Señor a arrepentirnos y a regresar a Su senda?

• Durante Su ministerio terrenal, el Salvador habló acerca de “la señal del profeta Jonás” (Mateo 12:39). ¿Qué significaba esa señal? (Véase Mateo 12:39–41. Jonás pasó tres días y tres noches en el vientre del gran pez y después salió vivo. El Salvador pasaría tres días y tres noches sepultado en la tierra y luego saldría resucitado.)

• Por medio de Sus profetas, el Señor ha mandado repetidamente que todo joven digno y capacitado cumpla una misión regular. Él también ha exhortado a los matrimonios jubilados a prestar servicio como misioneros regulares, siempre que les sea posible. (Véase la sección “Otros conceptos didácticos”.) ¿Cuáles podrían ser algunas de las razones por las cuales algunos jóvenes capaces y matrimonios jubilados deciden no prestar servicio en una misión? (La falta de dedicación y de fe, la indignidad, el no estar dispuestos a dejar las comodidades del hogar y la familia, el temor a lo que se podría esperar de ellos.) ¿Qué aprendemos del relato de Jonás que nos ayuda a ser más valientes para obedecer al Señor y dar a conocer el Evangelio a los demás?

2. El pueblo de Nínive acogió el mensaje de Jonás y se arrepintió.

Enseñe Jonás 3–4 y analice esos capítulos con la clase.

• Una vez que Jonás se hubo arrepentido, el Señor lo llamó nuevamente para predicar el arrepentimiento al pueblo de Nínive. ¿Cómo respondió el pueblo de Nínive al mensaje de Jonás? (Véase Jonás 3:5–9. En los tiempos antiguos, la gente se ponía vestido de cilicio y se sentaba en cenizas para demostrar humildad y arrepentimiento.) ¿Cómo respondió Dios al cambio que había tenido el pueblo? (Véase Jonás 3:10.)

• Jonás había profetizado la caída de Nínive (Jonás 3:4) ¿Cómo reaccionó Jonás cuando el Señor perdonó al pueblo de Nínive? (Véase Jonás 4:1–3. Se enojó mucho porque el Señor había tenido misericordia con esa gente.)

• ¿Qué le enseñó el Señor a Jonás al hacer crecer la calabacera que le dio sombra y comodidad pero que luego se secó? (Véase Jonás 4:4–11. Dios ama a todos Sus hijos. De la misma forma que fue misericordioso con Jonás, también deseaba ser misericordioso con el arrepentido pueblo de Nínive.) ¿Qué nos enseña la experiencia de Jonás con respecto al amar a las demás personas?

3. Miqueas profetiza la misión del Israel de los postreros tiempos.

Enseñe los siguientes pasajes del libro de Miqueas y analícelos con la clase.

El profeta Miqueas instó al pueblo de Israel a que se arrepintiera de su iniquidad y a que regresara al Señor; profetizó la destrucción de Jacob (Israel) y de Judá. Profetizó también que el Israel de los postreros tiempos (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) lograría llevar a cabo con gran poder los propósitos del Señor.

• Según Miqueas 2:12–13, ¿qué promesas hizo el Señor? (Prometió que recogería al remanente de Israel, que éste se convertiría en una gran multitud y que Él los guiaría.) ¿Cómo se están cumpliendo esas promesas en la actualidad?

• Algunas de las grandes profecías de Miqueas sobre los últimos días están registradas en Miqueas 4:1–7. ¿Qué profetizó Miqueas acerca del templo de los postreros tiempos? (Véanse los versículos 1–2.) ¿Qué profetizó acerca del Milenio? (Véanse los versículos 3–7.) ¿Por qué son importantes esas profecías para nosotros?

• ¿Qué aprendemos de lo registrado en Miqueas 4:11–13 sobre el destino final de Israel? (En el mundo antiguo, a menudo se utilizaban bueyes para trillar el grano. Los animales pisaban las gavillas separando la paja del grano. La paja era desechada y el grano se guardaba. Las naciones que se opongan a Sión serán juntadas en gavillas y luego trilladas por Israel.) ¿En qué forma esa separación de la paja y el grano se compara a la responsabilidad del Israel de los postreros tiempos de realizar la obra misional por el mundo? (Véase D. y C. 29:7; 33:5–7.)

• De acuerdo con lo que dice en Miqueas 5:2–4, ¿de quién profetizó Miqueas? (Compare esa profecía con el registro de su cumplimiento que se encuentra en Mateo 2:4–6.)

• En Miqueas 5:7, ¿con qué se compara al pueblo del Señor? ¿De qué manera se puede comparar la imagen del rocío y de la lluvia sobre la hierba con la influencia que los miembros de la Iglesia ejercen sobre la gente del mundo? ¿Qué quiso decir Miqueas al expresar que esas lluvias no aguardarán a los “hijos de hombres”? (Al igual que los mortales no pueden impedir que se forme el rocío o que caiga la lluvia, nada puede detener el progreso de la obra del Señor en el mundo.)

• Según Miqueas 5:8, ¿con qué se compara el pueblo del Señor? ¿Qué indica esa imagen acerca de la fortaleza y el poder de la obra del Señor? (Al igual que una manada de ovejas no tiene poder para detener a un cachorro de león, ningún poder de la tierra podrá obstaculizar la obra del Señor.)

En 1842, el profeta José Smith declaró: “Ninguna mano impía puede detener el progreso de la obra: las persecuciones se encarnizarán, el populacho podrá conspirar, los ejércitos podrán juntarse, y la calumnia podrá difamar; mas la verdad de Dios seguirá adelante valerosa, noble e independientemente, hasta que haya penetrado en todo continente, visitado toda región, abarcado todo país y resonado en todo oído, hasta que se cumplan los propósitos de Dios, y el gran Jehová diga que la obra está concluida” (“Nuestro legado”, pág. 145).

• ¿En qué forma lo que dice en Miqueas 6:6–8 nos ayuda cuando nos sentimos abrumados por todo lo que se espera de nosotros?

• Después de profetizar acerca de la obra de Dios en los postreros tiempos, ¿a qué conclusión llegó Miqueas concerniente a la naturaleza de Dios? (Véase Miqueas 7:18–20.) ¿Qué frases de estos versículos se podrían aplicar a la forma en que el Señor actuó con el pueblo de Nínive? ¿Cuáles de esas frases se podrían aplicar a la forma en que el Señor actúa con nosotros?

Conclusión

Testifique que el Señor ama a todos Sus hijos y que nosotros, como el Israel de los postreros tiempos, tenemos la gran responsabilidad de dar a conocer Su amor y las verdades del Evangelio a todas las personas. Pida a los miembros de la clase que hablen acerca de lo que han aprendido tanto sobre Jonás como sobre Miqueas.

Otros conceptos didácticos

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. Todo joven digno y capaz debe prepararse para servir en una misión

Analice la siguiente declaración del presidente Spencer W. Kimball:

“Cuando pido misioneros, no pido misioneros mediocres ni con problemas mentales; ni misioneros sin un testimonio, ni misioneros inmorales; pido que comencemos a preparar a nuestros jóvenes más temprano y mejor, en todas las ramas y todos los barrios de la Iglesia en el mundo. He aquí otro cometido: que nuestros jóvenes lleguen a comprender que cumplir una misión constituye un gran privilegio, y que deben hallarse en buenas condiciones físicas, mentales y espirituales; y además, que ‘el Señor no puede mirar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia’…

“Frecuentemente surge la pregunta: ‘¿Debe todo joven cumplir una misión?’ La respuesta afirmativa la ha dado el Señor. Todo hombre joven ha de cumplir una misión” (“Id por todo el mundo”, Liahona, noviembre de 1974, pág. 4).

2. La necesidad de matrimonios misioneros

Analice con la clase la siguiente declaración del élder David B. Haight:

“De parte de las Autoridades Generales, éste es un llamamiento a los matrimonios jubilados de considerar seriamente el servir en una misión. Necesitamos desesperadamente más matrimonios que nos ayuden a cubrir nuestras necesidades… se satisface menos del 50 por ciento de las peticiones de matrimonios misioneros de [nuestros] presidentes de misión…

“Las Autoridades Generales esperan que muchos, muchos matrimonios más se preparen para un servicio de tiempo completo en la Iglesia. ¡La necesidad es grande! Cientos de miles de nuevos conversos se unen a la Iglesia cada año y necesitan oír una voz de apoyo y consuelo por parte de miembros experimentados.

“El estribillo ‘A donde me mandes iré, Señor’ (Himnos, número 175) debería ser más que un himno que cantamos el domingo. Debería ser nuestra propia oración de fe para servir allí donde el Señor tenga necesidad de nosotros” (“Los matrimonios misioneros: un recurso maravilloso”, Liahona, octubre de 1997, pág. 26).