Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
La esclavitud, la Pascua y el éxodo


Lección 13

La esclavitud, la Pascua y el éxodo

Éxodo 1–3; 5–6; 11–14

Objetivo

Alentar a los miembros de la clase (1) a confiar en que el Señor cumplirá Sus promesas, (2) a sentirse más agradecidos por el sacrificio expiatorio del Salvador y (3) a procurar que la Santa Cena tenga más significado para ellos.

Preparación

  1. Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras y ore al respecto:

    1. Éxodo 1–3. Los egipcios hacen esclavos a los israelitas (1:1–14). Faraón ordena que se mate a todos los hijos varones de los israelitas que nazcan (1:15–22). Nace Moisés y lo cría la hija de Faraón (2:1–10). Moisés mata a un egipcio, huye a Madián y se casa con Séfora (2:11–22). El Señor aparece a Moisés en una zarza ardiente y lo llama para liberar a Israel del cautiverio (3:1–22; adviértase que en la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés, “el ángel” en Éxodo 3:2 se cambió a “la presencia”).

    2. Éxodo 5–6. Moisés y Aarón le piden a Faraón que deje libre a Israel, pero Faraón se niega a hacerlo y agrava aún más las cargas del pueblo (5:1–23). El Señor promete cumplir con el pacto que hizo con Abraham (6:1–8). (Nota: En los capítulos 7–10 se relata que Moisés va a ver a Faraón muchas veces más para pedirle que deje libre a Israel; sin embargo, a pesar de las señales, los prodigios y las plagas, Faraón se niega a hacerlo. En la Traducción de José Smith de estos capítulos se explica que Jehová no endureció el corazón de Faraón sino que Faraón endureció su propio corazón.)

    3. Éxodo 11–13. Después de enviar muchas plagas sobre Egipto, el Señor promete una más, por medio de la cual todo primogénito de cada casa morirá (11:1–10). El Señor da instrucciones a Moisés para la preparación de la Pascua, que protegerá a Israel de la plaga (12:1–20). Muere todo primogénito en Egipto (12:29–30). Faraón le dice a Moisés que saque a su pueblo de Egipto y los israelitas parten de allí (12:31–42). Moisés explica a los hijos de Israel que en el futuro deben guardar la fiesta del pan sin levadura como memorial de su liberación (13:1–16). El Señor va delante del pueblo de Israel en una columna de nube durante el día y en una columna de fuego por la noche (13:17–22). (Adviértase que los nombres de “la fiesta de la pascua” y “la fiesta de los panes sin levadura” se utilizan a menudo indistintamente; la Pascua es el primer día de la fiesta de los panes sin levadura.)

    4. Éxodo 14. Faraón persigue con su ejército a los israelitas (14:1–9). El pueblo tiene miedo y Moisés implora al Señor que los ayude (14:10–18). Los israelitas se salvan del ejército y cruzan el Mar Rojo sobre tierra seca; los hombres de Faraón que van en su persecución mueren ahogados (14:19–31).

  2. Lectura complementaria: Éxodo 4; 7–10; 15.

  3. Pida a uno de los miembros de la clase que prepare una breve reseña de los capítulos 1 y 2 de Éxodo.

  4. Prepare tiras de cartulina o de papel con las siguientes inscripciones: Pascua y Santa Cena.

  5. Si lo cree conveniente y tiene a su disposición los siguientes materiales audiovisuales, utilice algunos de ellos como parte de la lección:

    1. “El sacrificio de animales y la Expiación”, un segmento de cinco minutos de las Presentaciones en video sobre el Antiguo Testamento (53224 002).

    2. Las láminas Jesús el Cristo (62572; Las bellas artes del Evangelio 240); Moisés en la arquilla de juncos (62063; Las bellas artes del Evangelio 106); Moisés en la zarza ardiente (62239; Las bellas artes del Evangelio 107) y El cruce del Mar Rojo (62100).

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar la atención

Si lo desea, utilice la actividad siguiente (o una de su preferencia) para comenzar la lección.

Pregunte a los miembros de la clase si alguna vez han sido rescatados de una situación peligrosa. Invite a uno o dos de ellos a hacer un breve relato de lo sucedido o hábleles sobre alguna experiencia personal. Pregúnteles qué sintieron hacia las personas que los rescataron.

Explique que esta lección trata de uno de los rescates más dramáticos que jamás hayan ocurrido: la salvación de los hijos de Israel de la plaga de la muerte y de la esclavitud egipcia. Explique que también, en muchos sentidos, este rescate simboliza uno aún más grandioso: nuestra salvación del pecado y de la muerte mediante el sacrificio expiatorio del Salvador.

Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica

Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

Después que Jacob y su familia se fueron a vivir a Egipto, los israelitas vivieron allí durante 430 años. Durante esa época, subió al trono un Faraón que los esclavizó y les impuso grandes cargas. Cómo José había profetizado, el Señor levantó a Moisés para librar a los hijos de Israel (2 Nefi 3:10).

1. El Señor llama a Moisés para que libre a Israel del cautiverio.

Pida a la persona a la que haya asignado de antemano que haga una breve reseña de los capítulos 1 y 2 de Éxodo; después enseñe el capítulo 3 y analícelo con la clase.

• ¿Cómo llamó el Señor a Moisés para librar a Israel del cautiverio? (Véase Éxodo 3:1–4.) ¿Qué le dijo el Señor a Moisés cuando lo llamó? (Véase Éxodo 3:5–10.) Por el llamamiento que le hizo a Moisés, ¿qué aprendemos acerca del Señor? (Las respuestas podrían ser que el Señor conoce a Su pueblo, que es misericordioso con él y que guarda las promesas que le hace.)

• Pida a los miembros de la clase que hagan la cuenta de que son los hijos de Israel que viven en Egipto. Por generaciones se les había enseñado que eran el pueblo del convenio de Dios y que Él cumpliría las promesas que le había hecho a Abraham. Empero, ahora eran esclavos y vivían en la opresión y el cautiverio. ¿Qué aprendemos de este episodio que nos podría servir cuando pasemos momentos de adversidad? (Dios no nos abandona en la adversidad, tal como lo demostró al llamar a Moisés y finalmente al liberar a Israel. Mas por lo general, Él no nos libera de las pruebas inmediatamente. A pesar del tiempo que dure nuestra prueba o tribulación, debemos continuar orando, confiando en que Él nos ama y en que, si le obedecemos, hará que todas las cosas obren juntas para nuestro bien. (Véase D. y C. 90:24; 98:3; Mosíah 24:14–15.) ¿En qué sentido han recibido consuelo y ayuda del Señor en momentos de adversidad?

• ¿Qué dijo Moisés cuando el Señor lo llamó para liberar a Israel? (Véase Éxodo 3:11; 4:1, 10.) ¿En qué forma se sentía incompetente Moisés? ¿Qué promesas le hizo el Señor? (Véase Éxodo 3:12; 4:11–12.) ¿Qué piensan cuando reciben un llamamiento del Señor? ¿Por qué podría ser bueno sentirse un poco incompetentes? ¿Cómo los ha ayudado el Señor a cumplir con los llamamientos para los cuales se hayan sentido incompetentes?

• ¿Qué sacrificó Moisés al aceptar el llamamiento de guiar a su pueblo? (Véase Hebreos 11:24–26.) ¿Qué sacrificamos al aceptar los llamamientos para servir al Señor? ¿Por qué es importante estar dispuestos a sacrificarnos por el Señor?

2. El Señor envía plagas sobre Egipto.

Enseñe Éxodo 5–6 y analícelo con la clase. Si lo desea, haga una breve reseña de Éxodo 7–10 y explique que Moisés fue a ver a Faraón muchas veces y le pidió que dejara libre a Israel; sin embargo, a pesar de las señales, los prodigios y las plagas, Faraón se negó. Por lo general, sería conveniente que no utilizara el tiempo de la clase para repasar las señales, los milagros y las plagas en forma individual.

• ¿Cómo reaccionó Faraón la primera vez que Moisés y Aarón le pidieron que dejara partir a los hijos de Israel? (Véase Éxodo 5:1–9.) ¿Cómo reaccionaron los hijos de Israel ante esa prueba? (Véase Éxodo 5:15–21.) ¿De qué manera reaccionó Moisés? (Véase Éxodo 5:22–23.) ¿Qué aprendemos de ese relato? (Una de las cosas que debemos aprender es la necesidad de tener paciencia en tiempos adversos. El Señor cumplirá con Sus promesas, aunque puede ser que no lo haga ni en el momento ni en la forma que esperemos.)

• Después que Faraón agravó las cargas de Israel, el Señor reiteró Sus promesas a Moisés. ¿Cuáles fueron esas promesas? (Véase Éxodo 6:4–8.) ¿Cómo reaccionaron los hijos de Israel cuando Moisés les recordó esas promesas? (Véase Éxodo 6:9.) ¿Por qué dejamos algunos de nosotros de escuchar a los Profetas y de creer en las promesas de Dios durante las épocas de aflicción? ¿Qué podemos hacer para mantener la fe en Dios durante los momentos de adversidad?

• ¿Qué respondió Moisés cuando el Señor le pidió que fuera por segunda vez a ver a Faraón para pedirle la libertad de Israel? (Véase Éxodo 6:10–12.) Haga notar que en ocasiones también nos sentimos renuentes a hacer lo que el Señor nos pide porque tenemos temor o porque pensamos que no podremos hacerlo. ¿Cómo les ha ayudado el Señor cuando han tenido dudas o temor?

3. El Señor da instrucciones a Moisés sobre la preparación de la Pascua.

Enseñe Éxodo 11–13 y analícelo con la clase.

• ¿Qué propósito tuvo la primera Pascua? (Véase Éxodo 12:12–13, 22–23.) ¿Por qué quiso el Señor que Israel siguiera celebrando la fiesta de la Pascua durante los años venideros? (Véase Éxodo 12:24–27, 42; 13:1–10.)

• Explique que además de recordar a Israel que Dios los había protegido de la plaga de la muerte y liberado de los egipcios, la Pascua también simbolizó un importante acontecimiento futuro. ¿Cuál era ese acontecimiento? (El sacrificio expiatorio de Jesucristo, el Cordero de Dios, que nos salvó del pecado y de la muerte. Véase 1 Corintios 5:7.) ¿En qué forma era la Pascua un símbolo de la Expiación?

Si lo desea, muestre las siguientes semejanzas que existen entre la Pascua y el sacrificio expiatorio de Jesucristo:

  1. Los hijos de Israel debían utilizar en la Pascua un cordero primogénito, macho y sin defecto (Éxodo 12:5). El Salvador es el Hijo Primogénito de Dios, el Cordero de Dios sin mancha y sin contaminación (1 Pedro 1:19).

  2. Los hijos de Israel tenían que untar el dintel y los dos postes de la puerta de sus casas con la sangre del cordero para salvar de la muerte a sus primogénitos (Éxodo 12:7, 22–23). La sangre del Salvador, que fue derramada en Getsemaní y en la cruz, purifica a los fieles y los salva de la muerte espiritual (Mosíah 4:2).

  3. Los hijos de Israel debían comer pan sin levadura (Éxodo 12:8, 15–20). “La levadura era considerada antiguamente como símbolo de corrupción porque fácilmente se echa a perder y se llena de moho… Para los israelitas, comer el pan sin levadura simbolizaba que participaban del pan que no tenía corrupción o impureza; en otras palabras, que comían el Pan de Vida, el cual es Jesucristo (véase Juan 6:35)” (El Antiguo Testamento, Manual para el alumno: Génesis–2 Samuel, 1983, pág. 101). El eliminar la levadura significaba también el arrepentimiento o la eliminación del pecado de la vida de una persona.

  4. Los hijos de Israel tenían que comer los alimentos de la Pascua apresuradamente (Éxodo 12:11). Al igual que los israelitas, nosotros debemos responder con anhelo e inmediatamente a la salvación que el Salvador nos ofrece.

• Durante la Última Cena, el Salvador instituyó el sacramento de la Santa Cena en lugar de la Pascua (Mateo 26:19, 26–28). Ponga a la vista la lámina del Salvador y coloque la tira de cartulina o de papel con la inscripción Pascua a la izquierda y la tira de cartulina con las palabras Santa Cena a la derecha. ¿Qué semejanzas hay entre la Pascua y la Santa Cena? (Véase Éxodo 12:14; 13:9–10; D. y C. 20:75–79.)

El élder Howard W. Hunter enseñó que en la comida de Pascua que se conoce ahora como la Última Cena, “el pan y el vino, y no los animales y las hierbas, serían lo que se convertiría en emblemas del cuerpo y la sangre del grandioso Cordero, emblemas que para siempre debían comerse y beberse con reverencia y en memoria de Él.

“En esta forma sencilla pero impresionante, el Salvador instituyó la ordenanza que ahora conocemos como [el] sacramento de la Cena del Señor. Con el sufrimiento de Getsemaní, el sacrificio en el Calvario y la resurrección en el sepulcro del huerto, Jesús dio cumplimiento a la ley de la antigüedad y principio a una nueva dispensación basada en una comprensión más elevada y santa de la ley del sacrificio. Ya no se le requeriría al hombre que ofreciera el cordero primogénito de su rebaño, porque el Primogénito de Dios había venido para ofrecerse a sí mismo como ‘sacrificio infinito y eterno’ ” (“Cristo, nuestra Pascua”, Liahona, Informe de la Conferencia General Anual 155 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, abril de 1985, pág. 18).

• El élder Howard W. Hunter dijo que de la misma forma que la Pascua fue un convenio de protección para el antiguo Israel, el sacramento de la Santa Cena es un “nuevo convenio de salvación” para nosotros (“Sus últimas horas”, Liahona, diciembre de 1974, pág. 32). ¿En qué forma la Santa Cena es un convenio de salvación para nosotros? (La Santa Cena nos recuerda el sacrificio expiatorio del Salvador, el cual nos brinda la salvación eterna al librarnos de las ataduras del pecado y de la muerte. Los convenios que renovamos cuando participamos de la Santa Cena también nos proporcionan una salvación eterna.)

El élder Jeffrey R. Holland preguntó:

“¿La consideramos como nuestra Pascua, la forma de recordar nuestra protección, salvación y redención?

“Por ser tan trascendental, esta ordenanza, que conmemora nuestra liberación del ángel de las tinieblas, debe tomarse con más seriedad de la que por lo general se le da. Debe ser un momento importante, reverente, de reflexión; que promueva sentimientos e impresiones espirituales” (“Haced esto en memoria de mí”, Liahona, enero de 1996, pág. 76).

• En sus instrucciones para la Pascua, el Señor hizo hincapié en la necesidad de que los padres enseñaran a sus hijos su significado (Éxodo 12:26–27; 13:8, 14). ¿Por qué era importante que los padres israelitas enseñaran ese significado?

¿Cómo podemos aplicar eso a nuestros días? (Al igual que el antiguo Israel, debemos enseñar a nuestros hijos el significado del sacramento de la Santa Cena y de otras ordenanzas que nos recuerdan la mano del Señor en nuestra salvación del pecado y de la muerte.)

4. Los hijos de Israel cruzan el Mar Rojo.

Enseñe Éxodo 14 y analícelo con la clase.

• Después que Faraón dejó que los hijos de Israel salieran de Egipto, se volvió en su contra y envió al ejército detrás de ellos (Éxodo 14:5–9). ¿Qué hicieron los israelitas al ver que los perseguían? (Véase Éxodo 14:10–12.) ¿Qué dijo Moisés a los hijos de Israel cuando tambaleó la fe del pueblo al ver detrás de ellos al ejército de Faraón? (Véase Éxodo 14:13–14.) ¿Cómo podemos desarrollar una fe suficientemente fuerte para sostenernos cuando nos embargue el temor?

• ¿De qué manera salvó el Señor a los hijos de Israel del ejército egipcio que se acercaba? (Véase Éxodo 14:21–31.) ¿Por qué nos resultará útil este relato al pasar por pruebas y tribulaciones?

Conclusión

Testifique que de la misma manera que el Señor cumplió con Su promesa de salvar a los israelitas del cautiverio, Él cumplirá las promesas que nos ha hecho. Aliente a los miembros de la clase a sentir un agradecimiento más grande por el sacrificio expiatorio del Salvador y a participar de la Santa Cena en forma digna y reflexiva, guardando el mandamiento de “recordarle siempre” (D. y C. 20:77).

Otros conceptos didácticos

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. Satanás procura imitar el poder de Dios

• ¿Qué hizo Faraón cuando Moisés y Aarón le mostraron señales del poder de Dios? (Véase Éxodo 7:8–12, 17–22.) Al leer estos versículos, ¿qué aprendemos acerca de Satanás?

• ¿Cuáles son algunas de las formas en las que en la actualidad Satanás trata de imitar el poder y las bendiciones de Dios? ¿Qué dones nos ha dado el Señor para discernir el bien del mal? ¿Qué podemos hacer para acrecentar nuestra capacidad para discernir entre el bien y el mal?

2. Las plagas

• ¿Por qué envió el Señor las plagas sobre Egipto? (Véase Éxodo 7:5, 17; 8:10; 9:14, 29; 10:2; 14:4.) ¿Cuál fue la reacción de Faraón ante las plagas? (Véase, por ejemplo, Éxodo 8:8, 15, 25, 28, 32.) ¿Por qué las plagas no perjudicaron a los hijos de Israel? (Véase Éxodo 9:4–6, 23–26; 10:22–23; 11:4–7.)

3. La Pascua

Para enseñar cómo la Pascua es un símbolo de la expiación de Jesucristo, consiga, si lo desea, los siguientes artículos con el fin de ilustrar los símbolos de la Pascua:

  1. Láminas o fotografías de un cordero y de una puerta.

  2. (Tortillas de harina de trigo o de maíz [masa cocida sin levadura, delgada y en forma circular que se utiliza en algunos países como pan] galletas o pan ázimo (para representar pan plano [chato] y sin levadura).

  3. Rábano picante (radicha o radicheta) u otra verdura amarga (para las hierbas amargas).

  4. Un par de zapatos o de sandalias (los israelitas comían con los zapatos puestos para simbolizar la prisa con que habían salido de Egipto).

4. “Todos… fueron bautizados en la nube y en el mar” (1 Corintios 10:2)

Si lo desea, lea 1 Corintios 10:1–4, donde Pablo enseña que los hijos de Israel fueron bautizados en la nube y en el mar. Para explicar el significado de este pasaje, el élder Bruce R. McConkie dijo: “[Pablo] está diciendo que, al igual que Israel cuando pasó por el Mar Rojo, huyó de la mundanalidad de Egipto, del mismo modo, sus descendientes cristianos, por medio del bautismo, deben abandonar los apetitos de la carne y llevar una vida pura” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1966–1973, tomo II, pág. 355).