Historia de la Iglesia
Un plan de bienestar de embellecimiento


“Un plan de bienestar de embellecimiento”, Historias mundiales: Austria, 2019

“Un plan de bienestar de embellecimiento”, Historias mundiales: Austria

Un plan de bienestar de embellecimiento

En el otoño de 1956, mientras estudiaba arquitectura en Viena, Johann Wondra simpatizó enfáticamente con las protestas estudiantiles del país vecino, Hungría, y se sintió conmovido cuando los tanques soviéticos aplastaron el levantamiento. A medida que los refugiados políticos llegaban a raudales a Austria, abandonó sus planes de una carrera estable y promisoria en arquitectura y buscó sentido en las artes, especialmente el teatro. Dos años más tarde, Wondra conoció a los misioneros Santos de los Últimos Días y se unió a la Iglesia.

La Iglesia en Austria tenía una tradición de participación en las artes. Aun antes de la Segunda Guerra Mundial, la Rama Viena tenía su propia orquesta. El primer llamamiento de Wondra en la Iglesia fue como líder del grupo de teatro de la rama, el cual rápidamente se convirtió en un grupo de toda la misión que prestaba servicio en todas las ramas de Austria. Fue una magnífica oportunidad. “Después de conocer el Evangelio”, escribió Wondra más tarde, “el arte asumió para mí un sentido mucho más grande”. Siendo un joven converso, sentía que el Evangelio restaurado podría abrir nuevas posibilidades en las artes, tan completamente como el descubrimiento de una cuarta dimensión. Bajo el liderazgo de Wondra, el grupo produjo obras de teatro clásicas que planteaban preguntas espirituales e intentaban fomentar un singular “drama mormón” para compartir el espíritu del Evangelio restaurado. Junto con obras tales como el Fausto, de Goethe, produjeron una llamada Pablo en Éfeso, escrita por el hermano Muehlbacher, de la Rama Salzburgo. A las representaciones en las diferentes ramas también asistían cientos de personas que no eran miembros de la Iglesia. Wondra tenía la esperanza de que el grupo de teatro pudiera servir como un embajador artístico de la Iglesia en Europa, así como el Coro del Tabernáculo lo era en los Estados Unidos.

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foto del elenco de Pablo en Éfeso

Los miembros del Grupo de Teatro de la Misión Austria posan con su vestuario durante la producción de la obra de teatro original Pablo en Éfeso; aprox. 1960.

Sin embargo, a algunos líderes locales de la Iglesia les preocupaba el compromiso que requería la ambiciosa producción del grupo y la agenda de la gira. Luego de la sexta producción, el grupo se separó. Fue difícil para Wondra ver que el llamamiento al que le había dedicado tanta pasión y empeño terminaba de una forma tan abrupta. Sin embargo, reconoció que su obra tenía un valor a largo plazo. “Lo que permaneció”, mencionó, “eran las experiencias de los participantes y nuestra amistad”. Estas relaciones resultaron ser valiosísimas en su posterior servicio en la Iglesia. En 1980, cuando se organizó la primera estaca en Austria, Johann Wondra fue llamado como su presidente.

Wondra también continuó pensando acerca de la función del arte en el Evangelio. Había observado cómo el arte podía ser mal utilizado. “La maldad utiliza el arte como una medio para destruir a los hombres”, observó. “En los países libres y democráticos se emplea para destruir la moralidad, y en los estados autoritarios es una herramienta de propaganda y violencia”. Por el contrario, él creía que el arte podía ser usado por personas de fe para lograr grandes cosas. “El arte ennoblecedor”, escribió, “nos permite tener esperanza en una Sion donde los santos vivan juntos en una cultura de paz, amor y belleza”. En un mundo con ambos, Wondra alentaba a los santos a buscar lo bueno y no simplemente rehuir de lo malo. Aun así sentía que las ramas o las estacas de la Iglesia deberían considerar crear un “Plan de bienestar de embellecimiento” para inspirar y proteger a los santos. “No podemos aislar a nuestros jóvenes de las influencias de este mundo”, dijo, “pero podemos enseñarles a diferenciar”.