Historia de la Iglesia
Excursiones al templo


“Excursiones al templo”, Historias mundiales: Finlandia, 2018

“Excursiones al templo”, Historias mundiales: Finlandia

Excursiones al templo

La dedicación de un templo en Suiza en 1955 fue una experiencia que cambió la vida de los Santos de los Últimos Días europeos. Por primera vez, las ordenanzas del templo estaban a su alcance sin tener que atravesar el Atlántico. Muchos barrios y ramas de todo el continente organizaron viajes para asistir a la dedicación del templo. Hannele Blomqvist, una Santo de los Últimos Días finlandesa que estaba sirviendo como misionera en su país de origen, fue una de las personas que viajaron al templo. Deseosa de participar en las ceremonias del templo, usó una parte de los ahorros que había guardado para su misión y su educación para pagar su pasaje. “Sabía que sería difícil, pero mi deseo de ir al templo era tan ardiente que estaba dispuesta a ser especialmente frugal”.

El 11 de septiembre de 1955, Hannele y otros santos y misioneros finlandeses partieron desde Helsinki en barco. Una vez que llegaron a tierra, viajaron en tren hasta Berna, Suiza, un viaje que duró cuatro días. Llegaron la mañana del 15 de septiembre y tomaron un autobús hasta el templo, donde participaron en la última sesión dedicatoria. “Uno de los momentos más solemnes de mi vida fue poder pisar por primera vez la Casa del Señor”, escribió Hannele en su diario. Cuando empezó la obra de ordenanzas del templo al día siguiente, la mayoría de los santos finlandeses empezó el viaje de vuelta, dado que las ceremonias del templo todavía se debían traducir a su lengua. Los pocos que entendían sueco, entre ellos Hannele, permanecieron un día más para recibir su investidura.

Después de que se tradujeran al finés las ceremonias del templo en 1957, la adoración en el templo estuvo al alcance de más finlandeses. Aunque el viaje podía ser largo y difícil para algunos Santos de los Últimos Días, los viajes al templo se convirtieron en momentos fundamentales de su vida espiritual. Un presidente de misión recuerda que una hermana Santo de los Últimos Días mayor le aseguró que estaría bien durante su viaje de regreso a casa. “He ido al templo y toda mi familia está sellada por la eternidad”, dijo. “No pasa nada si no regreso nunca a Finlandia”. Cuando en 1985 se inauguró el Templo de Estocolmo, Suecia, se redujo enormemente la distancia que los santos finlandeses tenían que recorrer hasta el templo. Muchos santos finlandeses asistieron y el coro finlandés cantó en los servicios de dedicación.