Historia de la Iglesia
“Para que miles de personas en esta tierra se regocijen”


“Para que miles de personas en esta tierra se regocijen”

El 9 de julio de 1849, en el puerto de El Havre, un joven galés desembarcó de un barco de vapor. William Howells, un converso desde hacía solo seis meses, había venido a Francia a predicar el Evangelio restaurado. Aunque disponía de folletos en francés e inglés, el conocimiento de Howells del idioma francés era muy limitado. Afortunadamente para Howells, El Havre era un puerto cosmopolita. Howells pasó gran parte de su tiempo con británicos expatriados y marineros estadounidenses que frecuentaban la ciudad. Entre 1849 y 1850, Howells dividió su tiempo para atender tanto la obra misional en las ciudades portuarias del norte de Francia como su hogar en Gales. Tras breves temporadas en Saint-Malo y Saint-Servan, Howells empezó a predicar en Boulogne-sur-Mer. En Boulogne, Howells encontró a un pequeño grupo de personas receptivas a su mensaje. Howells bautizó a seis nuevos conversos y el 6 de abril de 1850, en el vigésimo aniversario de la fundación de la Iglesia, organizó la primera rama de la Iglesia en Francia.

Los líderes de la Iglesia en Salt Lake City, viendo la necesidad de ampliar el alcance mundial de la Iglesia, buscaron en Europa nuevas áreas en las cuales predicar el Evangelio restaurado. Durante la conferencia general de la Iglesia de octubre de 1849, unos miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles y otros hermanos fueron llamados para servir misiones en Italia, Suecia, Dinamarca y Francia. John Taylor, que en ese entonces era Apóstol, fue llamado a presidir en Francia. Acompañado de Curtis Bolton, un profesor de francés en Salt Lake City, Taylor salió rumbo a Francia poco después de la conferencia.

Cuando Taylor y Bolton llegaron a Francia, el 18 de junio de 1850, el país experimentaba graves disturbios políticos y sociales. Muchos de los pensadores sociales más prolíficos de la historia, entre ellos Karl Marx (1818-1883), Victor Hugo (1802-1885) y Étienne Cabet (1788-1856), residían en París a finales de la década de 1840. En 1848, por tercera vez desde 1792, una revolución política derrocó al gobierno. La “Segunda República Francesa”, bajo el liderazgo del presidente Luis Napoleón Bonaparte, sobrino del famoso emperador, estaba intentando estabilizar el sistema político. Después de asegurar a funcionarios del gobierno que su mensaje era religioso y no político, Taylor y sus compañeros obtuvieron permiso para predicar.

Ocho días después de llegar, Taylor viajó a una playa al norte de la ciudad de Boulogne-sur-Mer y dedicó el país para la predicación del Evangelio. Taylor invocó la ayuda de los cielos para guiar “a muchos al conocimiento de la verdad; para que miles de personas en esta tierra se regocijen en la plenitud de las bendiciones del Evangelio de paz”. Poco tiempo después, Taylor y sus compañeros emprendieron viaje rumbo a París.