Historia de la Iglesia
Los jóvenes de Panamá continúan un legado de sacrificio y servicio


Los jóvenes de Panamá continúan un legado de sacrificio y servicio

Los jóvenes panameños han viajado grandes distancias para participar en la edificación del Evangelio en su país. En 1966, treinta y seis jóvenes panameños viajaron a Costa Rica para asistir a una conferencia regional para jóvenes llevada a cabo en el Rancho Sarapiquí. Durante el viaje a través de la frontera, tuvieron que pasar por pasos de montaña envueltos en una espesa niebla. La falta de visibilidad hacía difícil que el conductor viera.

En lugar de retroceder, los jóvenes caminaron por el sendero hacia adelante, guiando al vehículo para que avanzara. Finalmente llegaron a la conferencia, donde participaron en actividades recreativas y espirituales con más de 150 otros jóvenes centroamericanos. La conferencia los ayudó a prepararse para ser misioneros y líderes en sus comunidades de la Iglesia.

Medio siglo después, los jóvenes panameños continuaron ese legado de fe, dejando sus hogares y uniéndose a fin de prepararse para la dedicación del Templo de la Ciudad de Panamá en 2008. Raquel Velásquez Cárdenas era una de las líderes que trabajó con los miembros jóvenes de la Iglesia para planificar la celebración cultural que tendría lugar como parte de la celebración dedicatoria.

Ella dijo que 850 jóvenes participaron en las prácticas que se llevaron a cabo en la capilla de San Isidro. “En una de las prácticas que tuvimos, algunos jóvenes que vinieron de las islas San Blas habían viajado dos días en bote para llegar a tiempo a la ciudad y practicar”, recordó ella. Ellos navegaron por altas olas y condiciones arduas para asegurarse de que la presentación de la dedicación del templo estuviera lista.

Luego de que un grupo de dieciséis jóvenes llegara al ensayo, su líder le dijo a Raquel que debido a la longitud y al peligro del viaje, era posible que no pudieran regresar para la dedicación. Raquel se dio cuenta de que podrían perderse una oportunidad única de visitar el templo. Ella y su líder condujeron para llevarlos desde la capilla del ensayo hasta la Ciudad de Panamá para ver el templo.

En febrero de 2019, jóvenes panameños de todo el país se reunieron en Chiriquí para participar en una conferencia Para la Fortaleza de la Juventud. “Sé que Jesucristo responde mis oraciones y sabe exactamente lo que necesito”, aseveró Alejandra Polo. “Sé que, por mi ejemplo, puedo enseñar a otra familia sobre el Evangelio, sobre el gozo que yo tengo”.

“Aunque la vida sea difícil”, señaló Abish González, pensando en sus amigos y familia que estaban en su hogar, “espero que con lo que he aprendido, con lo que mis líderes me han enseñado, con mis experiencias, ellos puedan aprender y no tener que pasar por las mismas cosas”. Al igual que generaciones de jóvenes santos panameños antes que ellas, Abish y Alejandra estaban listas para servir y liderar con el ejemplo.