Mi experiencia sobre el Libro de Mormón

Soy la hermana Ada Coki Jiménez Sánchez. Tuve la impresión de compartir mis sentimientos sobre el Libro de Mormón. Conocí la Iglesia en 1986, año en que conocí por primera vez el Libro de Mormón.

Dos misioneros me lo regalaron y, al poco tiempo, empecé a leerlo. Lo hacía cada mañana y también por las noches. Me parecía tan lindo; siempre lo dejaba al lado de mi almohada y así, se convirtió en mi compañero.

Después de un año, me bauticé y mis sentimientos hacia este libro eran más fuertes. Sentía tanta paz al leerlo que empecé a querer compartirlo con mis amigos y familiares. Así que les pedí a los élderes que me regalaran uno. De esta manera, empecé a compartirlo.

Sin embargo, cierto día, hablando con uno de mis hermanos sobre el libro, se enojó muy feo conmigo y me insultó, hasta quiso quitármelo para botarlo. Me decía que ese libro no era de Dios. Pero fue en ese momento cuando yo lo defendí con todas mis fuerzas. Luego de ese episodio, me sentí muy triste por todo lo que mi hermano me había dicho; pero a la vez confirmé que era un libro verdadero, el cual habla del único Dios y Jesucristo. También aprendí que era muy valioso en mi vida. Sé que el Libro de Mormón es verdadero; no tengo ninguna duda de ello.