2021
Una plenitud de gozo
Febrero de 2021


Una plenitud de gozo

Es difícil describir el increíble gozo que inundó mi alma cuando salí de la clínica aquel día.

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girl wearing a medical mask

Mientras me encontraba en la sala de espera de una clínica médica, vi a una madre con su hija. La niña llevaba puesta una mascarilla y tosía mucho. Tenía los ojos hundidos y estaba pálida, y me fue imposible no sentir lástima por ella. Su madre parecía agotada.

La sala de espera era pequeña, así que escuché todo lo que dijo. Después de pagar el copago por la visita, la recepcionista le recordó el saldo pendiente, que era más del doble del costo de su visita actual.

La mujer explicó, con dificultad para controlar sus emociones, que no tendría dinero disponible hasta el mes siguiente y que apenas tenía suficiente para pagar el alquiler. La recepcionista le dijo que debía intentar pagar el saldo lo antes posible. Luego, acompañaron a la mujer y a su hija a la parte de atrás para la consulta.

Al estar allí, no podía dejar de pensar en esa mujer y su situación. No soy en absoluto una persona rica, pero cuando pensé en lo bueno que el Señor ha sido con mi familia y conmigo, sentí un deseo enorme de ayudar a esa mujer y a su hija.

Me acerqué a la recepcionista, preguntándome si lo que quería hacer era siquiera posible. Le expliqué que había escuchado el dilema de la mujer y que deseaba pagar el saldo restante. La recepcionista estaba sorprendida, pero también encantada de honrar mi petición.

Le pedí que le dijera a la mujer que la deuda había quedado saldada y que ya no tenía que preocuparse por ello. También le dije a la recepcionista que no revelara quién lo había pagado. Después pagué el saldo y seguí con mi consulta. No volví a ver a la mujer ni a su hija, pero oré para que las cosas mejoraran pronto para ellas.

Es difícil describir el increíble gozo que inundó mi alma cuando salí de la clínica aquel día. No es de extrañar que el Salvador hable de tener una plenitud de gozo (véase Doctrina y Convenios 11:13). Más que nunca antes, supe que quería ser más como mi Salvador y experimentar más a menudo el gozo que se recibe al servirle.