Líderes políticos y religiosos asisten a la conferencia de estaca de la Estaca Cartagena
Los días 14 y 15 mayo, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la Estaca Cartagena pudieron disfrutar de su 20.ª conferencia de estaca. Tras dos años de pandemia, esta fue la primera vez que las reuniones se llevaron a cabo de manera presencial en el centro de estaca que la Iglesia tiene en la localidad de Los Alcázares.
Presidida por el presidente de estaca, el hermano Enrique Alfonso Segarra, pudimos contar con la presencia del presidente y la hermana Hidalgo, de la presidencia del templo, quienes compartieron emotivas experiencias relacionadas con la historia familiar y nos animaron a asistir al templo.
Jóvenes en vías de servir una misión compartieron sus testimonios, después de lo cual pudimos escuchar mensajes relacionados con la determinación y la ilusión de vivir el Evangelio, así como de seguir adelante a pesar de las tribulaciones y desafíos que se nos presentan en la vida. Finalizó el presidente Enrique Alfonso con un mensaje relacionado con la abundancia de la vida, haciéndonos saber que esta abundancia viene determinada por el amor al prójimo, el perdón a los demás y el ser abnegados y activos en el Evangelio.
Un número musical de niños al comienzo de la conferencia, así como otro número musical a cargo de mujeres de distintos barrios y un número musical de los jóvenes al finalizar la misma pusieron el broche e hicieron sentir aún más el Espíritu Santo.
Pero si por algo será también recordada esta conferencia es porque pudimos contar con la presencia del alcalde de los Alcázares, Mario Ginés Pérez Cervera, quien acudió acompañado por su hermana, Amanda Pérez Cervera. También tuvimos la presencia del representante de la comunidad islámica en la Región de Murcia, Walid Habbal, y dos representantes de la comunidad bahá’í, Raúl Liarte y Gaspar Solano.
Todos ellos coincidieron en lo diferente, emotiva y espectacular (según sus palabras) que había sido la conferencia, en lo edificantes que habían sido los mensajes y los números musicales, que conmovieron sus corazones, en lo mucho que habían aprendido, en lo elegante —pero al mismo tiempo sencillo— que era el edificio y, por último, en el buen recibimiento y acogida que tuvieron por parte de todos los miembros.
“Pensamos repetir” fueron las palabras de todos ellos.
El presidente Dallin H. Oaks enseñó: “Comprender la religión y su relación con las inquietudes y los gobiernos es esencial a fin de procurar mejorar el mundo en el cual vivimos”.