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Enseñar siempre acerca de Jesucristo en todo lo que se enseñe


“Enseñar siempre acerca de Jesucristo en todo lo que se enseñe”, Enseñar a la manera del Salvador: Para todos los que enseñan en el hogar y en la Iglesia, 2022

“Enseñar siempre acerca de Jesucristo en todo lo que se enseñe”, Enseñar a la manera del Salvador

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Jesús y Sus apóstoles en la Última Cena

Peace I Leave with You [La paz os dejo], por Walter Rane.

Enseñar siempre acerca de Jesucristo en todo lo que se enseñe

Hay muchas cosas que enseñar acerca del evangelio restaurado de Jesucristo —principios, mandamientos, profecías y relatos de las Escrituras— pero todas son ramas de un mismo árbol, porque todas tienen el mismo propósito: ayudar a todas las personas a venir a Cristo y perfeccionarse en Él (véanse Jarom 1:11; Moroni 10:32). Así pues, en todo lo que enseñe, recuerde que en realidad está enseñando acerca de Jesucristo y de cómo llegar a ser como Él. El Espíritu Santo puede ayudarle a aprender a reconocer verdades sobre el Salvador y Su poder redentor en cada principio del Evangelio, mandamiento y enseñanza profética (véase Jacob 7:10–11).

¿Está enseñando acerca del sacrificio? Podría analizar con los alumnos de qué manera los sacrificios que hacemos dirigen nuestra alma hacia el “gran y postrer sacrificio” del Salvador (véase Alma 34:10). ¿Está enseñando acerca de la unidad? Podría analizar la unidad que Jesucristo logró con Su Padre y Su invitación a que seamos uno con Ellos (véase Juan 17). Considere cada tema del Evangelio como una oportunidad para enseñar y aprender acerca de Jesucristo.

Cada uno de los mandamientos también brinda esta oportunidad. No se limite a aprender las leyes del Evangelio; aprenda también acerca del Legislador. Si están analizando la Palabra de Sabiduría y no van más allá de lo que se puede o no se puede hacer para llevar una vida saludable, pierden la oportunidad de meditar en lo mucho que Jesucristo se preocupa por nosotros (tanto por nuestro bienestar espiritual como físico) para darnos esta ley. Céntrense en cuán dispuesto y ansioso está el Salvador por bendecirnos con Su poder para ayudarnos a vivir Sus leyes. Cada mandamiento que Él nos da nos revela algo acerca de Su disposición, Su voluntad y Su corazón. ¡Hallen gozo al descubrirlo juntos!

Hacer hincapié en el ejemplo de Jesucristo

Podemos colocar a Jesucristo en el centro de la enseñanza y del aprendizaje al reconocer que Él es el ejemplo perfecto de todos los principios del Evangelio, y al hacer hincapié en ello. Como Sus discípulos, no solo seguimos principios; seguimos a Jesucristo. A medida que nos centremos en el ejemplo perfecto del Salvador, el Espíritu Santo testificará de Él y nos inspirará a seguirlo.

Imagine por un momento que está enseñando el principio de perseverar hasta el fin. Un análisis de cómo el Salvador es un ejemplo de perseverar hasta el fin podría generar sentimientos de dulce reverencia hacia Él. ¿Qué podrían aprender y sentir en cuanto al ejemplo de Jesucristo las personas a quienes usted enseña?

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El Salvador sana a un hombre que yace en el suelo

El Salvador nos dio un ejemplo perfecto a cada uno de nosotros. He Healed Them All [Y sanaba a todos], por Michael Malm.

Enseñar acerca de los títulos, las funciones y los atributos de Jesucristo

Jesucristo tiene muchos títulos en las Escrituras. Cada uno de ellos refleja una de Sus funciones en el plan de Dios y nos enseña acerca de Sus atributos divinos. Podría considerar la posibilidad de analizar con los alumnos qué nos enseñan títulos como Cordero de Dios, Abogado, Consumador de nuestra fe y Luz del mundo acerca de Jesucristo. Además, a medida que ayuda a los alumnos a llegar a saber más acerca del Salvador, vaya más allá de lo que Él dijo e hizo y enseñe acerca de quién es Él y qué función desea desempeñar en nuestra vida. Al aprender juntos acerca del carácter y los atributos del Salvador, el Espíritu Santo profundizará su comprensión de Él y su amor por Él.

Buscar símbolos que testifican de Jesucristo

“[T]odas las cosas”, declaró el Señor, “se han creado y hecho […] para que den testimonio de mí” (véase Moisés 6:63; véase también 2 Nefi 11:4). Con esa verdad en mente, podemos aprender a reconocer en las Escrituras una cantidad de símbolos que testifican del Salvador. Estos símbolos incluyen cosas como el pan, el agua y la luz. Una vez que entendamos cómo se relacionan con el Salvador, esos objetos pueden enseñarnos acerca de Su poder y Sus atributos. Incluso puede encontrar paralelismos entre la vida del Salvador y la vida de los profetas y de otros hombres y mujeres fieles de las Escrituras. Al buscar símbolos se revelan verdades acerca del Salvador en lugares que de otro modo habría pasado por alto.