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Lección 15 — Material de preparación para la clase: Acercarse más a Jesucristo mediante la Santa Cena


“Lección 15 — Material de preparación para la clase: Acercarse más a Jesucristo mediante la Santa Cena”, Jesucristo y Su evangelio sempiterno: Material para el maestro, 2023

“Lección 15 — Material de preparación para la clase”, Jesucristo y Su evangelio sempiterno: Material para el maestro

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In Remembrance of Me [En memoria de Mí], por Walter Rane

Lección 15 — Material de preparación para la clase

Acercarse más a Jesucristo mediante la Santa Cena

Piensa en la última vez que tomaste la Santa Cena. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué atención prestaste a la expiación del Salvador y a tu relación por convenio con Él? A medida que estudies las lecciones de la unidad 4, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre lo que puedes hacer para que Jesucristo y Su expiación te resulten más personales, relevantes y aplicables en tu vida.

Sección 1

¿Cómo me puede ayudar la Santa Cena a acercarme más al Salvador?

Unas horas antes de entrar en el Jardín de Getsemaní, Jesús mandó a Sus doce apóstoles que prepararan la cena de Pascua (véase Mateo 26:17–19). Durante casi 1500 años, el pueblo de Israel había conmemorado la Fiesta de la Pascua y había utilizado la sangre de corderos sin mancha para simbolizar su liberación del ángel destructor (véanse Éxodo 12:21–28; 13:14–15). Después de esa cena, Jesucristo, el Cordero de Dios, cumplió con el simbolismo de la Pascua cuando Su sangre fue derramada y se convirtió en el Salvador del mundo (véanse Juan 1:29; 1 Pedro 1:18–19). Como parte de Su última cena de Pascua, “[i]nstituyó la Santa Cena como recordatorio de Su gran sacrificio expiatorio” (“El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles”, LaIglesiadeJesucristo.org). La expiación del Salvador incluye Su sufrimiento en Getsemaní, Su muerte en la cruz y Su gloriosa resurrección.

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Cristo partiendo el pan en la Última Cena
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Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee Mateo 26:26–28 e imagina cómo podría haber sido recibir la Santa Cena de manos de Jesucristo. Podrías ver el video “La Última Cena” (6:01) para ayudarte a reflexionar sobre esa experiencia.

El pan y el vino, o agua, son los sagrados emblemas de la Santa Cena. Un emblema es una representación física de un concepto, una cualidad o una idea. A medida que estudies los apartados siguientes, medita en cómo los emblemas de la Santa Cena pueden recordarte al Salvador y lo que Él ha hecho por ti:

  • Durante los cuarenta años que el antiguo Israel pasó en el desierto, fueron sustentados a diario por maná o “pan del cielo” (Juan 6:31; véase también Salmo 78:24–25). Después de hablar sobre el maná, Jesucristo declaró: “Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo […]. El que come de este pan vivirá eternamente” (Juan 6:51, 58).

  • Como parte de Su expiación, el cuerpo de Jesucristo fue “magullado, partido y desgarrado por nosotros” (“Jesus of Nazareth, Savior and King”, Hymns, nro. 181). El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, declaró: “[D]ebido a que está partido y desgarrado, cada pedazo de pan es único, así como las personas que participan de él son únicas” (“Important Aspects of Missionary Work Remain Unchanged, Says Elder Oaks”, Church News, 30 de junio de 2017, LaIglesiadeJesucristo.org).

  • En la primera Santa Cena se utilizó vino para representar la sangre de Jesucristo. Somos purificados por Su sangre (véase 1 Juan 1:7). Hoy en día utilizamos agua, que también representa la purificación (véase Doctrina y Convenios 27:2) y es esencial para la vida. Mientras estaba junto a un pozo, Jesús le dijo a una mujer samaritana que el agua que Él nos ofrece es como “una fuente de agua que brot[a] para vida eterna” (Juan 4:14).

  • El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “[E]n sentido figurado, el comer [la] carne [de Cristo] y beber Su sangre tiene un significado adicional, y es el interiorizar las cualidades y el carácter de Cristo […]. Al participar del pan y del agua de la Santa Cena cada semana, bien haríamos en considerar cuán plena y completamente debemos incorporar Su carácter y el modelo de Su vida sin pecado en nuestra propia vida y nuestro ser” (véase “El pan vivo que ha descendido del cielo”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 37).

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Los emblemas de la Santa Cena
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Anota tus ideas

Escribe respuestas para las preguntas siguientes: ¿Qué te llama la atención sobre el significado simbólico del pan y del agua? ¿Qué quieres recordar acerca del Salvador la próxima vez que participes del pan y del agua durante la Santa Cena?

Sección 2

El participar de la Santa Cena, ¿cómo puede proporcionarme un mayor acceso al poder del Señor?

Durante Su ministerio entre los nefitas y los lamanitas, Jesucristo dio autoridad a Sus discípulos y les mandó que bendijeran la Santa Cena y la repartieran a los miembros de Su Iglesia. Él dijo: “Y siempre procuraréis hacer esto […], así como he partido pan y lo he bendecido y os lo he dado” (3 Nefi 18:6; véase también el versículo 5). Reunirse con frecuencia y participar dignamente de la Santa Cena es también un mandamiento del Señor en nuestros días (véanse Doctrina y Convenios 20:75; 59:9).

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Jesucristo bendice la Santa Cena y la reparte a los nefitas
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Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee 3 Nefi 18:7, 10–12; 20:8–9 y busca las bendiciones que el Señor promete a quienes obedecen fielmente Su mandamiento de bendecir y repartir la Santa Cena y participar de ella.

La hermana Cheryl A. Esplin, quien fue consejera de la Presidencia General de la Primaria, también describió las bendiciones que el Señor nos ofrece mediante la Santa Cena:

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Hermana Cheryl A. Esplin

La Santa Cena se convierte en una experiencia que nos fortalece cuando escuchamos las oraciones sacramentales y volvemos a comprometernos a cumplir nuestros convenios […]. Al participar de la Santa Cena, testificamos a Dios que recordaremos a Su Hijo siempre y no solo durante la breve ordenanza de la Santa Cena […].

La Santa Cena brinda un momento para una experiencia realmente espiritual al reflexionar en el poder redentor y habilitador del Salvador por medio de Su expiación […].

Cuando un poseedor del sacerdocio extiende el brazo para ofrecernos los emblemas sagrados, es como si el Salvador mismo estuviera extendiendo Su brazo de misericordia, invitando a cada uno de nosotros a participar de los preciosos dones de amor que se ponen a nuestra disposición mediante Su sacrificio expiatorio: los dones del arrepentimiento, el perdón, el consuelo y la esperanza.

Cuanto más meditemos sobre el significado de la Santa Cena, más sagrada y significativa será para nosotros (véase “La Santa Cena: Una renovación para el alma”, Liahona, noviembre de 2014, págs. 12, 13).

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Una joven adulta tomando la Santa Cena
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Analiza a fin de prepararte para la clase

Ponte en contacto con un amigo o pariente de confianza que sea un ejemplo de fe en Jesucristo. Pregúntale qué ha hecho para aumentar su reverencia durante la Santa Cena o pídele que comparta cómo trata de recordar siempre al Salvador. Prepárate para compartir con la clase lo que aprendas.

Sección 3

¿Cómo puedo saber si soy verdaderamente digno de tomar la Santa Cena?

El apóstol Pablo alentó a los miembros de la Iglesia a examinarse a sí mismos (véase 1 Corintios 11:28) antes de participar de la Santa Cena. Y luego advirtió: “Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí” (1 Corintios 11:29; véanse también los versículos 27–28 y 3 Nefi 18:28–29). La condenación consiste en limitar nuestro progreso (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Condenación, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).

El élder John H. Groberg, cuando prestaba servicio en los Setenta, ofreció la siguiente guía para evaluar la dignidad personal:

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Élder John H. Groberg

“Si deseamos mejorar (lo cual es arrepentirnos), y si las autoridades del sacerdocio no nos han impuesto ninguna restricción, entonces, en mi opinión, somos dignos. Pero si no tenemos deseos de mejorar, si no tenemos intención de seguir la guía del Espíritu, debemos preguntarnos si somos dignos de participar o si nos estamos burlando de la mismísima finalidad de la Santa Cena, la cual es servir de catalizador del arrepentimiento y el progreso personales” (véase “La belleza e importancia de la Santa Cena”, Liahona, julio de 1989, pág. 47).

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Actúa

Al prepararte para participar de la Santa Cena, considera lo que puedes hacer para aprovechar al máximo esa experiencia sagrada. Podrías comenzar tu preparación examinando tu vida. Si te sientes indigno de tomar la Santa Cena, concierta una cita con tu obispo o presidente de rama y comparte con él tus inquietudes.