Historia de la Iglesia
“Fue una batalla”


“Fue una batalla”, Historias mundiales: Corea del Sur, 2021

“Fue una batalla”, Historias mundiales: Corea del Sur

“Fue una batalla”

Cuando Nam Mi Kyung se mudó a Onyang con sus tres hijos pequeños en 2017, hacía tiempo que no asistía a la Iglesia. Se sorprendió cuando Kim Chun-hee, una miembro de la rama local, contactó con ella para invitarla a cenar. Veinticinco años antes, Chun-hee había servido como misionera en la rama de origen de Mi Kyung en Taebaek. “Era reacia a ir con mis tres hijos a un lugar desconocido”, dijo Sung Young, “pero no podía negarme, porque me sentía agradecida por su sinceridad al invitarme”.

Después de la cena, recordaron viejos tiempos juntas mientras Chun-hee mostraba fotografías del tiempo que pasó en Taebaek, cuando Mi Kyung todavía estaba en la escuela secundaria. Después de esa reunión inicial, Chun-hee continuó llamando a Mi Kyung para invitarla a asistir a la Iglesia o estudiar el Evangelio juntas. Sin embargo, regresar a la Iglesia no fue fácil. “Fue una batalla”, dijo Mi Kyung sobre asistir a la Iglesia con sus hijos, que en aquel entonces tenían nueve, seis y tres años. “Necesitaba escuchar la buena palabra y regar con agua las semillas de mi fe”, dijo. “Cuando lidiaba con mi hijo menor durante toda la reunión, no quedaba tiempo para que la palabra me llegara a los oídos”.

Chun-hee le ofreció aliento, recalcando la importancia de santificar el día de reposo y diciéndole a Mi Kyung que afrontarían el desafío juntas. Con el tiempo, aumentó el deseo de Mi Kyung de ir a la Iglesia con sus hijos y supo que podían beneficiarse del amor y la hermandad de los miembros de la rama. Pronto aceptó el llamamiento para servir como presidenta de las Mujeres Jóvenes de la Rama Jecheon. “Ahora sé cuán importante es guardar el día de reposo y [qué] gran poder representa”, reflexionó Mi Kyung. “Doy las gracias a mi hermana [Chun-hee], quien sabía que no sería fácil, pero me alentó a guardar el día de reposo”.