Historia de la Iglesia
Difundir el espíritu de servicio


“Difundir el espíritu de servicio”, Historias mundiales: Corea del Sur, 2021

“Difundir el espíritu de servicio”, Historias mundiales: Corea del Sur

Difundir el espíritu de servicio

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Manos que Ayudan

Unos miembros, de forma voluntaria, preparan y comparten kimchi durante un evento de Manos que Ayudan en 2010.

Lo que comenzó como un servicio a los visitantes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang en 2018 condujo a la creación de una campaña anual de servicio en todo el país. Durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, voluntarios de la Iglesia, en colaboración con el Centro de voluntarios de la ciudad de Gangneung, trabajaron en el Centro de Manos que Ayudan en Gangneung. Los visitantes podían detenerse en el centro para calentarse, conseguir algo de comida o cargar sus teléfonos. También podían obtener ayuda con traducción, ver exposiciones e intentar efectuar una búsqueda de historia familiar. A lo largo de dos meses, participaron más de 750 voluntarios de la Iglesia y de la comunidad, que prestaron servicio a más de 10 000 visitantes. Aproximadamente unos 1400 de esos visitantes dejaron su información de contacto porque querían participar en el servicio de “Manos que Ayudan” en el futuro.

Complacida con el éxito del Centro de Manos que Ayudan, la Presidencia del Área Asia Norte se sintió inspirada a difundir ese espíritu de servicio por todo el país. Como preparación para el primer “Día anual de servicio de Manos que Ayudan en Corea”, gerentes de servicio voluntario de toda Corea se comunicaron con grupos de la sociedad civil y las oficinas gubernamentales para determinar cuáles eran las necesidades. Los proyectos de voluntariado incluían llevar a cabo una donación de sangre (Haeundae), una campaña para fomentar el voto (Gwangju), ayudar con un festival (Suncheon), limpiar lápidas (Jeonju) y limpiar el medio ambiente (Cheonggyecheon y otras áreas). El 26 de mayo de 2018, tres mil personas, entre ellos miembros, misioneros y miembros de la comunidad, se pusieron los chalecos de “Manos que Ayudan” para prestar servicio a sus comunidades locales, creando así una “ola amarilla de Manos que Ayudan” en toda Corea.