2011
Diario de ayunos
Julio de 2011


Diario de ayunos

Renee Harding, Carolina del Norte, EE. UU.

Ayunar era muy difícil para mí, hasta que empecé a llevar un diario de ayunos. Ahora, antes de iniciar cada ayuno, anoto su propósito específico. Por ejemplo, tal vez escriba: “Debido a que estoy muy nerviosa por mi nuevo llamamiento como asesora de las Abejitas, estoy ayunando y orando para que el Señor me bendiga mañana a fin de estar tranquila, segura y serena cuando enseñe mi primera lección”.

En el transcurso del ayuno, anoto cosas que ocurren al respecto: los pensamientos, sentimientos e impresiones que acuden a mi mente y corazón, y referencias de las Escrituras que guardan relación especial con el propósito de mi ayuno.

Al comunicarle mis deseos a mi Padre Celestial, muchas veces me bendice de formas que no había imaginado. Lo que aparentemente parecerían ser acontecimientos imprevistos en mi vida, resultan estar claramente relacionados cuando los anoto y veo la forma en que todos contribuyen a mi progreso y desarrollo. Desde 1966, cuando primeramente empecé a llevar un diario de ayunos, he visto cómo mi Padre Celestial me ha bendecido. Testifico del increíble poder espiritual del ayuno y de la oración, y considero el ayuno una oportunidad para “regocijarse y orar” (D. y C. 59:14).