2020
Guiados al lugar correcto, en el momento correcto
Diciembre de 2020


Voces de los Santos de los Últimos Días

Guiados al lugar correcto, en el momento correcto

Debido a la oración constante que mantuvimos con mi esposa, supimos el lugar exacto adonde ir para encontrar al médico indicado para mi problema, en el momento correcto.

Empecé a presentar los primeros síntomas de COVID-19 a principios de junio, justo cuando entró la tormenta Amanda a El Salvador. Yo trabajo para una institución gubernamental de donde no podía ausentarme tan fácilmente. Fui a consulta médica al Seguro Social, y el doctor me dijo que no era nada grave. Me dio un analgésico y un antialérgico, y me envió a casa.

La tormenta continuaba y tuve que ir a trabajar bajo la lluvia por varios días. Los síntomas persistían. Nuevamente visité al médico y me repitió que no tenía nada, y que con frecuencia recibían pacientes exagerando síntomas y pidiendo una suspensión laboral.

Me sentía muy desanimado y físicamente mal, pero continué trabajando. Mi jefe inmediato me mandó a hacer la prueba de COVID-19.

Mientras tanto, era tan insoportable mi malestar que pensé que no pasaría la noche. Tenía fiebre y mucha dificultad para respirar. Me despedí de mi esposa y de mis hijos y también llamé a uno de mis hermanos. Esa madrugada sentí un deseo inmenso de orar, y le pedí a mi esposa que me acompañara. En nuestra oración le pedimos al Padre que nos inspirara para encontrar la ayuda que yo tanto necesitaba en ese momento.

Horas más tarde, nos levantamos y fuimos a consulta con un doctor privado. Inmediatamente me dio varios medicamentos para que pudiera respirar, pues para ese momento yo ya tenía congestionados los pulmones. Tras una larga lucha, logré recuperarme.

Agradecemos a Dios la inspiración que recibimos de dónde buscar ayuda. Un par de días más tarde me notificaron que los resultados de la prueba de COVID-19 eran positivos, y debía guardar cuarentena.

Debido a la oración constante que mantuvimos con mi esposa, supimos el lugar exacto adonde ir para encontrar al médico indicado para mi problema, en el momento correcto.

Es así como hoy, con mucha fe, puedo agradecer esta nueva oportunidad de vida y dar testimonio del poder de la oración.