Lo que Ven, sígueme significa para mi familia

Mi esposo Salomón y yo tenemos tres hijas. La mayor es Ada Gabriela; la segunda, Frances Marissa; y Adriana María, la menor. Mi suegra, María Luisa Argüelles también vive en casa con nosotros.

Desde que anunciaron el programa Ven, sígueme, me sentí sumamente agradecida con mi Padre Celestial y Jesucristo, pues fue una respuesta a mis oraciones. Necesitábamos mejorar nuestro estudio de las Escrituras en casa; antes simplemente leíamos como familia.

Recuerdo que cuando mis hijas estaban pequeñas, ellas repetían lo que nosotros leíamos. Luego, cuando aprendieron a leer, leían un versículo cada una hasta completar entre todos un capítulo.

El primer mes que utilizamos Ven, sígueme fue maravilloso, ya que me convertí en la maestra de este programa para mi familia. Siempre he tenido llamamientos para enseñar en la Iglesia, pero nunca enseñando allí a mis hijas, y ahora me convertía en maestra del Evangelio en casa.

Una de mis hijas pensó que solo lo haríamos el primer mes, pero gracias al amor del Salvador hemos sido constantes en nuestro estudio. Estudiamos a diario como familia. Antes de esta pandemia surgían muchos obstáculos: exámenes, tareas y otras cosas, pero ahora no hay excusas. Ven, sígueme es nuestro tiempo para ser nutridos por la buena palabra.

Además de leer a diario las Escrituras, seguimos el manual y otros recursos para profundizar nuestro conocimiento. También vemos videos de las Autoridades Generales que refuerzan los principios que aprendemos ese día. Llevamos también un diario en el que anotamos las impresiones a las preguntas de la lección y las compartimos como familia.

Al preguntarle a mi esposo, Salomón, acerca de sus sentimientos sobre Ven, sígueme, me comentó lo siguiente: “Me siento muy entusiasmado por este nuevo programa de estudio centrado en el hogar y apoyado por la Iglesia. Testifico que el Señor, conociendo las cosas desde el principio hasta el fin, nos preparó para los sucesos que actualmente afectan al mundo, como la pandemia que nos ha obligado a confinarnos en nuestros hogares”.

Mi suegra, María Luisa, también me compartió sus sentimientos: “Me siento agradecida con mi Padre Celestial por este programa, porque a través de él he conocido más a mi Salvador y a los profetas antiguos. He podido aprender de su fidelidad y obediencia, de su constancia para llevar el Evangelio a los que están descarriados. También he aprendido lo que necesito hacer para regresar de nuevo a la presencia del Señor”.

Para Adriana María, Ven, Sígueme es una muy buena manera de aprender sobre Jesucristo.

Por su parte, Frances Marissa dijo: “Yo creo en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y al estudiar Ven, sígueme lo confirmé aún más. Realmente creo que este programa no solo nos enseña acerca de las experiencias de los profetas, sino que nos nutre espiritualmente. Recibir la clase, larga o corta, me fortalece todos los días y me ayuda en mi progreso personal y espiritual. He aprendido a pensar y actuar como Cristo lo haría. Es mi deseo que otras personas sepan de este programa”.

Ada Gabriela me comentó: “Desde que iniciamos a estudiar con el programa, me he sentido más cerca del Señor ya que he podido aprender más de Él y de Sus obras. Ahora sé con certeza que todo lo que hemos leído en las Escrituras es verdad. Nuestro estudio como familia, al igual que lo que nos enseñan los profetas, me motiva a continuar con mi estudio personal de las Escrituras. Ahora tengo una perspectiva eterna de mis acciones, y mi testimonio se fortalece todos los días. Estudiar juntos Ven, sígueme me motiva a seguir sembrando la semilla de la fe y de la palabra en mi corazón y siempre seguir el ejemplo de Jesucristo”.

Yo coincido con mi familia sobre la divinidad de este programa. Es la respuesta del Padre Celestial para unir a la familia y acercarnos más a su Hijo, Jesucristo. Además, nos fortalece para poder resistir todas las pruebas y tentaciones que actualmente pasamos.

Me siento agradecida por conocer los sentimientos de mi familia sobre este programa y el evangelio de Jesucristo. Ven, sígueme nos ayuda en nuestros esfuerzos diarios de convertirnos en discípulos del Salvador.