La bendición de una familia

Conocí la Iglesia a los 11 años por medio de un compañero de trabajo de mi papá, lo que trajo esperanza, felicidad y amor a mi vida al ser enseñado por un obispo preocupado por mí y un grupo de jóvenes comprometidos. Luego aprendí más de Jesucristo al participar de las clases de seminario y más tarde al servir en una misión.

El Plan de Salvación es un milagro en nuestras vidas. Mi testimonio sobre las familias está basado en LA FAMILIA: UNA PROCLAMACIÓN PARA EL MUNDO.

Soy feliz al saber que lo más hermoso y sagrado es el crecimiento de la familia. Hoy representa para mí una bendición de nuestro amado Padre Celestial que debemos valorar.

Desde chico lo viví con las noches de hogar y los consejos de familia y, hoy en día, junto a mi familia, seguimos fortaleciéndonos con el programa Ven, sígueme y las oraciones familiares.

Sé que Jesús es el Cristo; Él vive, el presidente Nelson es el profeta en este tiempo y debemos seguir sus consejos. Estamos en los últimos tiempos y podemos ser parte del recogimiento de Israel también como familias.