2022
Venid a Cristo y perfeccionaos en Él
Enero de 2022


Mensaje de la Presidencia de Área

Venid a Cristo y perfeccionaos en Él1

El comienzo de un nuevo año es la época en la cual tradicionalmente hacemos un inventario de nuestra vida durante el periodo que pasó y nos proyectamos con metas y nuevos desafíos hacia el nuevo año. Al comenzar un nuevo año nos sentimos llenos de esperanza; es un nuevo comienzo, y es como escribir en la primera página en blanco de un cuaderno que tendrá 365 hojas.

Pensando en el primer mes del año tuve la curiosidad de saber el origen del nombre de este mes. Enero toma su nombre del latín, Jano que era un dios con dos caras, una mirando hacia el pasado y otra hacia el futuro, y también conocido como el dios de los comienzos. Quisiera enfocarme en esta última parte, en el comienzo.

Generalmente, al finalizar o al iniciar un nuevo año cantamos el himno “Otro año ha pasado”2. Al analizar este hermoso himno podemos obtener sabios consejos, y nos recuerda principios que marcan un rumbo a seguir.

Otro año más queda ya atrás;

evaluemos lo que pasó.

¿Puedo mejorar, puedo progresar

este año que ya comenzó?

La primera estrofa nos invita a realizar una evaluación de nuestros hechos en el año que pasó; es decir, nos invita a dar una ojeada al pasado. Luego de esta invitación, nos enfrentamos a una pregunta:

“¿Puedo mejorar, puedo progresar este año que ya comenzó?”

Es sabido que todas las buenas intenciones se escriben el primer día del año, pero a medida que los días pasan, el entusiasmo disminuye. Hacer resoluciones es fácil, pero cumplir con ellas y progresar es algo totalmente diferente.

Pero ¿qué significa la palabra progresar?

La palabra “progreso” viene del término latino “progressus”. En el sentido genérico indica avanzar, dar un paso adelante y hacia arriba, superar distintos niveles o peldaños.

Progresar seria entonces subir los peldaños de una escalera.

Nuestro amado profeta nos ha invitado a caminar en la senda de los convenios, es decir a progresar y a tener un deseo continuo de buscar la excelencia en nuestras vidas.

El énfasis del Área, que a su vez está enmarcado en las prioridades proféticas, nos invita a:

  • Vivir el Evangelio (perseverar)

  • Cuidar del necesitado (bienestar y autosuficiencia)

  • Invitar a todos a recibir el Evangelio (obra misional-bautismos)

  • Unir a las familias por la eternidad (ordenanzas en el templo)

Entonces, ¿que se nos ha invitado a hacer?

Tanto el profeta como las palabras de este himno nos invitan a dar:

Un paso adelante en el peldaño de la oración, lectura de las Escrituras, de guardar los mandamientos; en resumen, de profundizar nuestras raíces en el evangelio.

Un paso adelante en el peldaño de cuidar a nuestros hermanos que se encuentran necesitados tanto temporal como espiritualmente.

Un paso adelante en el peldaño de compartir las buenas nuevas de gran alegría que trae el Evangelio.

Un paso adelante en el peldaño de realizar e incrementar las ordenanzas del templo.

¿En qué deberíamos concentrarnos en este año que se inicia?

Con valor seguid, por la senda id

que nos llevará al Señor.

Venos, Dios, aquí; guíanos a Ti;

haznos conocer Tu gran amor.

La tercera estrofa nos invita a seguir por la senda que el Señor nos mostró.

¿Como podemos seguirlo y evitar ser “llevados por doquier de todo viento de doctrina?”3.

Debemos establecer metas. Estas nos ayudan a establecer un curso apropiado. El establecer metas nos brinda una dirección a seguir, nos permite tener control sobre nuestro tiempo y nuestra vida. “No desperdiciarás tu tiempo, ni esconderás tu talento en la tierra para que no sea conocido”4.

El Obispo John H. Vanderberg dijo: “Creo que el fijar metas es absolutamente necesario para tener una vida feliz; sin embargo, la meta es solo parte del procedimiento para lograrla. Debemos saber qué decisiones debemos tomar para alcanzar esa meta”5.

El presidente Ezra Taft Benson dijo: “Todo hijo de Dios que sea responsable de sus hechos debe establecerse metas, tanto a corto como a largo plazo. En este proceso hay cuatro aspectos en los que se pueden establecer metas: el espiritual, el mental, el físico y el social”6.

Las cuatro áreas se entrelazan entre sí y para desarrollarlas se nos invita a que en cada una de estas áreas hagamos lo siguiente:

Descubrir en lo que hay que trabajar haciendo un inventario de los talentos y habilidades que tenemos, e identificar en aquello que debemos mejorar.

Planificar cómo hacerlo, actuar en el plan, poner en práctica el mismo y avanzar con fe en Dios y en nosotros mismos como Sus hijos.

Reflexionar qué aprendimos en el proceso y comenzar nuevamente el mismo.

Tengamos en cuenta que, a pesar de que no lleguemos a alcanzar completamente la meta, el solo hecho de ser diligentes en el esfuerzo nos hará mejores7.

La última estrofa es un ruego, una plegaria pidiendo ayuda para poder subir estos peldaños que nos ayudarán a alcanzar un nivel superior en nuestras vidas.

Padre Celestial, líbranos del mal;

danos Tu sostén y solaz,

y felicidad, gracia y bondad

mientras pase otro año más8.

El Señor nos ha invitado a perfeccionarnos en Él. La forma más eficiente es desarrollar amor por nuestro Padre, ya que, si le amamos, guardaremos Sus mandamientos9 y como demostración y extensión de ese amor por Él, debemos amar a nuestro prójimo10.

Que al comenzar el presente año podamos enfocarnos en perfeccionarnos en Él estableciendo metas a la manera del Señor, buscando Su ayuda con fe y oración, descubriendo lo que necesitamos, y actuando con entusiasmo mirando hacia el resultado que ese esfuerzo firme y constante traerá sobre nosotros11.

Referencias

  1. Ver Moroni 10:32–33.

  2. “Otro año ha pasado”, Himno nro 142 español.

  3. Ver Efesios 4:14.

  4. Doctrina y Convenios 60:13.

  5. Conference Report, abril de 1966, ´pág. 94.

  6. Liahona, marzo de 1987, pág. 5.

  7. Ver Mosíah 4:27.

  8. Otro año ha pasado, letra: Mary B. C. Slade, 1826–1882.

  9. Ver Juan 14:15.

  10. Ver Marcos 12:30–31.

  11. Ver Éter 12:4.