Oración dedicatoria

Templo de Tijuana, México, 13 de diciembre de 2015

Al acercarnos a Ti en oración, Oh Dios, nuestro Padre Eterno, alzamos nuestras voces en agradecimiento y amor en este día histórico, para dedicar a Ti el Templo de Tijuana, México. Nuestro corazón se vuelve a Ti en fe y oración. Este templo es la respuesta a las oraciones de Tu pueblo fiel y el cumplimiento de Tus promesas a ellos. Nos regocijamos, y nuestro corazón está lleno de alabanzas hacia Ti. Tú has honrado a Tus hijos al dirigir a Tu profeta para que construyese Tu Santa Casa aquí en Tijuana, México.

Estamos agradecidos por el evangelio de Jesucristo, que ha influido en la vida de todos los que están reunidos para esta dedicación. Te agradecemos Tu verdad divina, restaurada sobre la tierra en esta dispensación del cumplimiento de los tiempos. Te damos gracias por el Profeta José Smith y por todos los que lo han sucedido, incluso el profeta de nuestros días, Thomas S. Monson; lo amamos, lo sostenemos y oramos por él.

Te agradecemos el progreso de Tu obra en este gran país de México. Damos gracias por todos los que han hecho posible este hermoso templo. Rogamos que continúes bendiciendo a los líderes y al pueblo de esta nación por su cordialidad hacia Tu Iglesia.

Te pedimos que toques la vida y el corazón de todos aquellos que tendrán la oportunidad de escuchar y prestar oídos al mensaje del Evangelio Restaurado de Jesucristo. Apresura el milagro de la conversión entre la extraordinaria y buena gente de esta tierra.

Te agradecemos el sagrado registro de Lehi, Nefi, Jacob, Alma, Mosíah, Benjamín, Mormón y Moroni. Te agradecemos esta voz que clama desde el polvo para testificar de la divinidad de Tu Amado Hijo, el Señor Jesucristo.

Tú has enviado a Tu profeta Elías para volver el corazón de los padres hacia sus hijos y el de los hijos hacia sus padres. Este santo templo abre las puertas hacia la eternidad para que esos propósitos misericordiosos se cumplan.

Querido Padre, perdona nuestras flaquezas. Fortalece nuestra fe y fortifícanos contra la debilidad. Danos poder para resistir los muchos y astutos engaños del adversario. Que tengamos más amor hacia Ti y hacia Tu Hijo en el corazón y que lo manifestemos mediante el amor de los unos por los otros al cumplir Tus mandamientos y honrar los convenios que hagamos en Tu Iglesia y en este santo templo.

Ahora, amado Padre, en el nombre de Jesucristo y por la autoridad del sacerdocio sempiterno, dedicamos el Templo de Tijuana, México, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Lo dedicamos a Ti como Tu sagrada morada. Lo dedicamos a Tu Hijo como la Casa del Señor donde se pueda ejercer la plenitud del sacerdocio. Lo dedicamos como una casa de adoración, una casa de convenios, una casa de fe, una casa de Dios.

Dedicamos el terreno en el cual yace con toda su vegetación; el edificio, desde los cimientos hasta la punta de la aguja con la figura de Moroni como coronación; las paredes y los ventanales para que resistan las tormentas de la naturaleza y para que se las observe con reverencia y respeto; todos los elementos del interior y del exterior de esta estructura y sus alrededores; el bautisterio, las salas de investidura, las salas de sellamientos y el magnífico salón celestial.

Acepta este templo como una dádiva de nuestro corazón y de nuestras manos. Que Tu Santo Espíritu more aquí en todo momento y que todos los que entren por sus puertas lo sientan. Que un manto de santidad cubra este sagrado edificio; que sea un faro de verdad y luz eternas en esta excepcional ciudad y en esta parte de Tu creación. Protégelo de cualquiera que quiera dañarlo o profanarlo de cualquier manera.

Que todos los que entren en él lo hagan dignamente. Rogamos que selles sobre ellos una investidura de rectitud que sea una protección a lo largo de su vida.

Bendice a los jóvenes de Tu Iglesia con un entendimiento del Evangelio Restaurado de Jesucristo. Bendícelos con un amor profundo por el templo y con un deseo de llegar a ser discípulos en Tu divina obra. Que permanezcan leales y fieles durante toda su vida.

Bendice a todos los que asistan al templo como participantes, que Tu Espíritu repose sobre ellos, que los sagrados convenios de Tu Casa se les graben en la mente y en el corazón. Rogamos por aquellos que servirán y trabajarán en esta Casa del Señor en cualquier capacidad; que lo hagan con un espíritu de dedicación y amor.

Rogamos por el presidente del templo y sus consejeros, por la directora de las obreras y sus ayudantes al servirte a Ti en sus sagradas responsabilidades.

Te damos gracias por los fieles pagadores de diezmos en todo el mundo cuyas ofrendas consagradas hicieron posible esta y otras Casas del Señor. Abre las ventanas de los cielos y derrama bendiciones sobre ellos. Que sientan Tu amor y que Tus brazos de misericordia los rodeen.

Nuestro Padre Celestial, Te amamos; sabemos que Tú nos amas. Amamos a Tu Amado Hijo que se encuentra a Tu lado. Te damos gracias por Su sacrificio expiatorio. Todas las bendiciones de esta Casa dependen de ese gran acto divino de amor de Tu Hijo, el Salvador de toda la humanidad.

Amado Padre, acepta nuestra humilde oración de gratitud al dedicar este templo a Ti y al rededicarnos a nosotros mismos a Ti y a Tu servicio; en el nombre de nuestro Redentor, el Señor Jesucristo. Amén.