Voces de los miembros
El fijar metas es un acto de fe
Como hijos de Dios estamos dotados de un potencial divino, que a veces no comprendemos por completo.
Durante mi vida, he experimentado la poderosa influencia de fijar metas y hacer planes con la ayuda del Salvador. Un ejemplo claro fue cuando tuve la meta de trabajar desde casa y a la vez cuidar a mi hija. No sabía cómo ni de qué manera lo haría, sin embargo, llegaron las personas adecuadas a mi vida y pude lograr esa meta.
Hoy tengo la bendición de trabajar y cuidar a mi hija al mismo tiempo. Esta experiencia me enseñó que, como hijos de Dios, contamos con habilidades y una asistencia celestial que nos guiará hacia el logro de nuestros sueños.
En Moroni 7:33 leemos: “Y Cristo ha dicho: Si tenéis fe en mí, tendréis poder para hacer cualquier cosa que me sea conveniente”. Con fe y la compañía de nuestro Salvador, podemos alcanzar nuestro máximo potencial en esta vida y la exaltación en la venidera.
El fijar metas y hacer planes para lograrlas son actos de fe. Invito a cada uno de ustedes a reflexionar sobre sus sueños y deseos más profundos, luego establecer metas para el año 2024 que los impulsen a avanzar como hijos de Dios. Con Su ayuda, podemos lograrlo y experimentar la plenitud de la vida que Él desea para nosotros.