2021
“El Templo de Puerto Rico, una respuesta a las oraciones de los Santos de esa isla”
Octubre de 2021


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El Templo de Puerto Rico: una respuesta a las oraciones de los santos de esa isla

Gran gozo por la construcción del templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Puerto Rico consideran que la construcción del templo en su país es una respuesta a sus oraciones de décadas, una bendición del Padre Celestial y una muestra de amor por Sus hijos que residen en la isla.

“Cuando el presidente Russell M. Nelson anunció el templo para Puerto Rico, yo me encontraba sola en mi habitación, viendo la conferencia general, y fue tanta la emoción que lloré, agradecí al Padre Celestial por contestar mi oración de cuarenta años”. Así se expresó María del Carmen Carrasco Caraballo, del Barrio Ponce 1, Estaca Ponce.

Los líderes expresan el entusiasmo con que se preparan los miembros para la apertura del templo, trabajan con sus historias familiares, buscan nombres para hacer ordenanzas, se instruyen en la indexación, reciben clases en preparación al templo y algunos viajan al Templo de la República Dominicana a prepararse para servir como obreros en la Casa del Señor.

Wilfred Rosa, presidente de la Estaca San Juan, refiriéndose a cómo le impacta de manera personal la realidad de contar con un templo en Puerto Rico, dijo: “lo que va a significar para mis hijos, para mis nietos, para mi país, cuántos viajes hemos hecho para República Dominicana, para Washington, para Utah, con sacrificio, con esfuerzo llevando los nombres de nuestros antepasados y ahora lo podremos hacer aquí”.

El sentimiento de gozo, de gratitud y de estar bendecidos es muy visible en los miembros de la Iglesia cuando hablan del templo, del avance de la construcción y de cómo se preparan para la gran apertura, destacando sus constantes oraciones y ayunos en solicitud de su rápida conclusión.

“Muchos están deseosos de que se abra el templo, porque desean ver el edificio terminado y emocionados por asistir y hacer ordenanzas y convenios”, afirma Juan José Vázquez, de la Rama Río Grande, Estaca San Juan.

Afirman que con el templo en su territorio aumentarán sus aportes para salvar vidas y en el recogimiento de Israel, crecerá su fe, el amor por el Señor y se fortalecerá su testimonio como Santos de los Últimos Días. También aseguran que podrán asistir al templo con mayor regularidad.

Aunque debido a la pandemia del COVID-19 la obra fue detenida en marzo de 2020, se sintieron confiados en que todo se resolvería; “me aferré con todo mi corazón al conocimiento de que el tiempo de Dios es perfecto, y sentí paz”, manifestó la hermana Carrasco Caraballo, contenta de que los trabajos se reanudaron en mayo de ese mismo año.

Según algunos miembros, la construcción del templo ha permitido dar a conocer lo que representa la edificación como Casa del Señor y las obras que en él se realizan, a amigos, familiares y a vecinos que no son miembros de la Iglesia de Jesucristo, a quienes se les invita a preguntar al Padre Celestial sobre la veracidad de estas cosas, mientras que a los miembros se les exhorta a vivir de tal forma que siempre estén habilitados para poder entrar al templo.

Un testimonio de preparación

La hermana María del Carmen Carrasco Caraballo, de la Estaca Ponce, junto a un grupo de su barrio, Ponce 1, están preparándose en el Templo de Santo Domingo en la República Dominicana y han sido apartados para poder servir como obreros en el templo de su país.

“Tras cuarenta años de espera por esta gran bendición, nuestra mira está en el templo y las ordenanzas que allí se realizan; nuestra meta es poder servir en el Templo de Puerto Rico”, expresó.

Mientras se construye el templo, esta hermana se ha enfocado en enseñar a los niños de la Primaria la importancia de la historia familiar y de la obra en los templos para un Santo de los Últimos Días. Por otro lado, ha aumentado la búsqueda de datos para reforzar su historia familiar, y se esfuerza cada día por mantenerse digna de entrar a la Casa del Señor.