Solo para versión digital: Jóvenes adultos
Dedicar tiempo a hacer las cosas sencillas
Sentía que estaba perdiendo mi relación con el Padre Celestial porque no estaba haciendo las cosas sencillas.
Después de graduarme de la escuela secundaria y conseguir trabajo, me costaba dedicar tiempo a hacer las cosas sencillas todos los días para mantener mi fe fuerte; cosas como leer las Escrituras y asistir a Instituto. Sentía que mi fe se estaba debilitando y que estaba perdiendo mi relación con el Padre Celestial.
Así que un día anoté dos metas en una hoja de papel: “Leer las Escrituras todos los días” y “Asistir a Instituto cada semana”. Puse la hoja en la pared, oré al Padre Celestial y le pedí que me ayudara; ese día me prometí que realmente haría esas cosas.
Y así fue. Comencé a leer dos capítulos del Libro de Mormón todos los días e iba a Instituto cada semana. Algunas semanas tuve que trabajar y no pude asistir a Instituto; y algunos días estaba tan ocupada que me olvidaba de leer las Escrituras. También estaba trabajando en otras metas que requerían tiempo y atención, pero seguí intentándolo.
Sentí a mi Padre Celestial más cerca de mí que antes y sentí que Él me ayudaba con más frecuencia porque decidí seguirlo. Leer el Libro de Mormón todos los días me ayudó a entender mejor el Plan de Salvación, lo cual me hizo muy feliz. Fue más fácil para mí encontrar respuestas a mis preguntas relacionadas con la fe. Asistir a Instituto cada semana me ayudó a ver la luz de Dios dondequiera que iba. En general, sentí más el Espíritu en mi vida.
Hay tantas cosas sencillas que podemos hacer para ayudar a mantener nuestra fe fuerte. Podemos meditar en los mensajes de nuestros líderes, ir a la Iglesia, orar sinceramente, participar en actividades de la Iglesia, servir a los demás y asistir al templo. Son cosas pequeñas pero importantes.
A los jóvenes adultos que creen que están demasiado ocupados para hacer las cosas sencillas que mantienen firme su fe les digo que he visto personalmente que es posible dedicarles tiempo. Todos los días elegimos cómo emplear nuestro tiempo.
Doctrina y Convenios 63:9 es uno de mis pasajes favoritos de las Escrituras sobre la fe y las bendiciones: “[P]ero he aquí, la fe no viene por las señales, mas las señales siguen a los que creen”.
Tengo un testimonio de que si hacemos nuestra parte y hacemos las cosas aparentemente sencillas todos los días, el Padre Celestial nos bendecirá. A medida que nos esforcemos por acercarnos más a Él, Él realmente se acercará más a nosotros (véase Doctrina y Convenios 88:63). Sé que eso es verdad porque he sentido que Él estaba más cerca de mí al esforzarme por acercarme más a Él.