Ministrar a todos

Al leer durante una clase Doctrina y Convenios 25:10: “Y de cierto te digo que desecharás las cosas de este mundo y buscarás las de uno mejor”, tuve la inspiración de ministrar a algunas de las jóvenes que están menos activas.

No encontré a las personas que pensé ministrar, sin embargo, durante el camino tuve la inspiración de visitar a otra joven. Al llegar a su hogar descubrí que la Escritura que preparé era para ella y su familia y que ellos la necesitaban.

Pienso que no solo los menos activos necesitan ser ministrados, sino que todos necesitamos ser ministrados. La ministración es una de las cosas que nos lleva a un mundo mejor y es una ayuda tanto para uno mismo como para los demás.