Introducción

Cuando un hermano o una hermana Santo de los Últimos Días se acerque a usted con preguntas o inquietudes sobre su fe, considere que es un privilegio sagrado. Usted tiene la oportunidad de profundizar su relación con esa persona y de ministrarla en sus necesidades. No tiene que tener respuestas a todas las preguntas. Solo necesita estar dispuesto a amar, escuchar y ayudar.

Hay quienes tienen preguntas o inquietudes, pero permanecen activos en la Iglesia y encuentran gozo en el Evangelio. Otros se distancian de la Iglesia por diversas razones. Con el tiempo, algunos regresan a la actividad completa. Muchos pasan por un proceso de reconstruir su fe, con el resultado de que la fe y la actividad significan algo diferente para ellos. Otros se retiran más permanentemente de la Iglesia, aunque pueden optar por mantener relaciones estrechas con familiares y amigos que siguen siendo participantes activos.

Independientemente de las decisiones que ellos tomen, su relación con usted puede seguir siendo una influencia para bien en su vida. Un amigo o familiar fiel puede servir de faro si esas personas buscan el camino de regreso a una vida de fe y actividad en la Iglesia. Los artículos de esta sección analizan principios rectores a seguir al ministrar con amor a quienes tienen preguntas acerca de la Iglesia.