2022
Señor, ¿a quién iremos?
Abril de 2022


Mensaje de los líderes del Área

Señor, ¿a quién iremos?

Luego de alimentar de forma milagrosa a los cinco mil, Jesús pronunció el maravilloso sermón del Pan de Vida. Él les había hecho notar que muchos que lo seguían no lo hacían por el mensaje, “sino porque comisteis el pan y os saciasteis” 1 , y por ello les explicó que Él era el verdadero Pan de Vida y que las bendiciones temporales recibidas en esta vida, aunque se recibieran en forma milagrosa, no los iban a salvar: “Vuestros padres comieron el maná en el desierto y están muertos” 2 .

El impacto del mensaje fue tal que, “[d]esde entonces, muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él” 3 .

Al observar esa reacción, Jesús miró a los doce que estaban con Él y les preguntó: “¿También vosotros queréis iros?”. De inmediato, Pedro asumió la responsabilidad, dio un paso adelante y, en representación de lo que todos sentían, exclamó: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” 4 .

Todos nosotros hemos pasado, y todavía pasaremos, situaciones difíciles en nuestra vida, en las que nuestras expectativas no se correlacionen con nuestra realidad actual.

Habrá momentos en que quizás se sientan cansados, desilusionados, desanimados o vacíos. Es más, quizás haya algún momento en que pensemos, como los de antaño: “Por demás es servir a Dios. Y, ¿qué aprovecha que guardemos su ley y que andemos afligidos delante de Jehová de los ejércitos?” 5 .

Son esos los momentos en los que nos arrodillamos y clamamos:

“¿Dónde hallo el solaz, dónde, el alivio

cuando mi llanto nadie puede calmar,

cuando muy triste estoy o enojado

y me aparto a meditar?” 6 .

Permítanme compartir con ustedes algunos principios que, si los entendemos, nos ayudarán a perseverar con esperanza en que llegarán tiempos mejores.

El propósito de esta vida. El presidente Russell M. Nelson nos ha recordado que “el gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y tiene todo que ver con el enfoque de nuestra vida” 7 .

Nunca pierdan de vista que esta tierra en la que vivimos fue creada y preparada con el fin de llevar a cabo el Plan de Salvación: “[Y] con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare” 8 , pese a los desafíos circunstanciales de la vida. Por otra parte, tal como se le explicó al profeta José Smith, “todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para tu bien” 9 . Las pruebas son difíciles por naturaleza. Al comprender esto, llegamos a entender que no es que nosotros hayamos hecho algo mal, sino que estamos cumpliendo el propósito mismo por el cual estamos aquí.

Nunca salten de un barco durante una tormenta. Imaginen por un minuto que están en una embarcación durante una tormenta muy fuerte en medio del mar. Imaginen que “el mar se encrespa, y ruge la tempestad. Obscuros los cielos se muestran, terribles y sin piedad” 10 . Estoy seguro de que les vendrían a la mente muchas impresiones y sentimientos, pero a nadie se le ocurriría saltar del barco. El barco del Evangelio siempre nos brindará protección y amparo en las tempestades de la vida.

Aférrense a la fe y al conocimiento que ya tienen. El rey Benjamín nos exhorta a creer en Dios, a creer que Él tiene toda sabiduría y poder, y a creer que “el hombre no comprende todas las cosas que el Señor puede comprender” 11 . De alguna manera, el hecho de comprender nuestra ignorancia debería formar parte de nuestro testimonio.

Como parte de esta experiencia mortal, no recibimos respuestas inmediatas a todos los interrogantes circunstanciales de la vida. Por ello, “aférrense al conocimiento que ya tienen y manténganse firmes hasta que reciban más conocimiento” 12 .

Las cosas que sabemos son más importantes y poderosas que las que quizás no entendamos todavía.

Ruego que, al abrazar estos principios, podamos decir una y otra vez, al igual que Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” 13 .

Notas

  1. Juan 6:26.

  2. Juan 6:49.

  3. Juan 6:66.

  4. Juan 6:67–68.

  5. Malaquías 3:14.

  6. Himno nro. 69, “¿Dónde hallo el solaz?”.

  7. Presidente Russell M. Nelson, “El gozo y la supervivencia espiritual”, Conferencia General de octubre de 2016.

  8. Abraham 3:25.

  9. D. y C. 122:7.

  10. Himno nro. 54, “Paz, cálmense”.

  11. Mosíah 4:9.

  12. Élder Jeffrey R. Holland, “Creo”, Conferencia General de abril de 2013.

  13. Juan 6:67–68.