2023
Quince maneras de crear gozo cuando te sientes solo
Septiembre de 2023


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Quince maneras de crear gozo cuando te sientes solo

¿Te sientes solo? El Padre Celestial nos ha dado muchas maneras de sentir Su luz y amor para sostenernos en los tiempos difíciles.

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Mujeres que se ven tristes y felices

Hace años, una amiga mencionó que cada vez que está teniendo un día (o una semana) difícil y necesita un poco más de luz en su vida, busca un mandamiento que guardar. Desde luego, se esfuerza por guardar siempre los mandamientos debido a su amor por Dios. También se ha dado cuenta de que puede sentir aún más luz, en ese momento, cuando busca intencionalmente a alguien a quien servir, hace más historia familiar, lee más las Escrituras o expresa más gratitud por las bendiciones que el Padre Celestial le ha dado. Las palabras de mi amiga se me han quedado grabadas y me recuerdan que “cuando recibimos una bendición de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa” (Doctrina y Convenios 130:21). Ahora llevo ese mismo pensamiento conmigo cada vez que necesito más esperanza, consuelo, paz o gozo.

Cuando deseamos recibir más gozo1 en nuestra vida si nos sentimos solos (o en cualquier momento), podemos actuar de acuerdo con las invitaciones del Señor que tienen esa bendición como promesa. A continuación hay quince ejemplos de esas invitaciones dadas por medio de Sus apóstoles que han traído más gozo a mi vida y que pueden traer más gozo a tu vida también2.

1. Céntrate en las conexiones que sí tienes

A menudo, nos sentimos solos debido a la falta de una conexión en particular que buscamos, pero recuerda que siempre hay alguien a quien acudir. Pueden ser familiares, amigos, compañeros de trabajo, hermanos y hermanas ministrantes u otros líderes de la Iglesia. Piensa en las personas que el Señor te ha proporcionado en la vida para elevarte y bendecirte y conéctate con ellas.

Como el presidente Dallin H. Oaks enseñó: “Atesoren y amplíen sus conexiones familiares […]. Valoren sus amistades y las oportunidades de aprender y prestar servicio, ya que esos esfuerzos también pueden conducir al gozo que es eterno”3. Y como nos invitó el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “Los animo a no centrarse en las conexiones que no tienen, sino en las conexiones familiares que sí tienen. Al hacerlo, serán bendecidos con más cercanía y gozo junto con sus seres queridos”4.

2. Tiende una mano y presta servicio

Centrarnos en los demás puede ayudarnos a superar los sentimientos de soledad. Tal vez sea difícil tender una mano en esos momentos o quizás nos preguntemos si las personas querrán nuestra ayuda, pero podemos orar al Padre Celestial para saber quién necesita nuestra ayuda, y Él nos guiará hacia quienes podamos bendecir (y que seguramente también nos bendecirán a cambio), porque siempre hay alguien que necesita nuestras manos que ayudan.

El presidente M. Russell Ballard, Presidente en Funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos recordó:

“Vivimos en un mundo de incertidumbre, complejidad y confusión. Las exigencias diarias de la vida nos pueden agotar. Creo que hay un principio sencillo y a la vez profundo que nos puede ayudar a librarnos de esa maraña de problemas para encontrar tranquilidad y felicidad: el servirnos unos a otros.

“Hay muchas formas y circunstancias pequeñas y sencillas en las que podemos servir y amar a los demás en el hogar, en la Iglesia y en nuestras comunidades.

“Grandes cosas se logran por medio de actos sencillos y pequeños de bondad y servicio que se acumularán para crear una vida llena de amor hacia nuestro Padre Celestial, de devoción a la obra de Jesucristo, y de un sentido de paz y alegría cada vez que nos acerquemos con amor el uno al otro”5.

3. Testifica del Padre Celestial y Jesucristo

Ya sea en persona, en las redes sociales o incluso en diarios o Recuerdos de FamilySearch para generaciones futuras, podemos testificar del Padre Celestial y de Jesucristo. El hacerlo puede ayudarnos a sentirnos como el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, quien dijo: “Uno de los gozos más grandes de mi vida es testificar de nuestro Redentor e invitar a otras personas a seguirlo. Invito a todos a aprender de Jesucristo y venir a Él”6.

Alma también relató una experiencia similar cuando registró: “… [Q]uizá sea un instrumento en las manos de Dios para conducir a algún alma al arrepentimiento; y este es mi gozo” (Alma 29:9).

4. Canta un himno

Como ha enseñado la Primera Presidencia:

“[L]os himnos pueden beneficiarnos en forma individual porque nos dan ánimo, valor y el empuje para que actuemos correctamente; nos llenan el alma de pensamientos celestiales y nos dan paz espiritual […].

“Aprendámoslos de memoria, reflexionemos en lo que dicen, recitemos o cantemos la letra y permitamos que nos nutran espiritualmente”7.

También sabemos de la gran promesa en Doctrina y Convenios 25:12: “Porque mi alma se deleita en el canto del corazón; sí, la canción de los justos es una oración para mí, y será contestada con una bendición sobre su cabeza”.

Puedes encontrar una variedad de música que te edifique en la sección “Música” de la aplicación Biblioteca del Evangelio.

5. Confía en Dios y en que Él sabe cómo te sientes

Es posible que nuestros momentos de soledad no pasen rápidamente, pero el Padre Celestial y Jesucristo siempre estarán con nosotros. Y con Ellos, nunca nos sentiremos verdaderamente solos. Cuando confiamos en que Ellos nos conocen y saben cómo nos sentimos, nuestro espíritu puede ser edificado. Como expresó el presidente Henry B. Eyring, Segundo Consejero de la Primera Presidencia:

“La oscuridad que sobreviene cuando experimentamos dificultades puede hacer que nos sintamos aislados y solos. Sin embargo, cuando Jesucristo expió por nosotros en el Jardín de Getsemaní, no lo hizo solo por nuestros pecados, sino que también sintió el dolor y la soledad que sentimos cuando surgen pruebas. No importa cuán desconocido sea el camino por delante, siempre hay Alguien que ha recorrido el mismo camino y puede guiarnos.

“Sabiendo esto, les prometo que podemos sentir gozo y optimismo durante nuestras pruebas, no solo porque esperamos que los tiempos mejoren o se vuelvan más fáciles, sino porque confiamos en Él. Confiamos en Él lo suficiente como para orar y pedir ayuda. Confiamos en que Él entiende perfectamente cómo nos sentimos durante esos momentos. Eso nos dará la confianza en que, de alguna manera, todo estará bien”8.

El élder Bednar también ha compartido una promesa similar: “El Salvador comprende perfectamente nuestro sufrimiento. Debido a que Él ha llevado nuestras desilusiones, debilidades y angustia, Él puede apoyarnos y fortalecernos. Él fortalecerá nuestra mente y nuestro espíritu. Él nos fortalecerá físicamente y de toda manera necesaria para hacer las cosas que debemos hacer. Al volvernos a Él, nunca estamos solos”9.

6. Busca el cambio y el crecimiento

A veces somos bendecidos para vencer nuestra soledad al participar en nuevos aprendizajes y actividades. Esto incluye lo que el presidente Russell M. Nelson llamó “el gozo del arrepentimiento diario”10 y también el aprendizaje de nuevas habilidades para toda la vida.

Como enseñó el presidente Nelson: “[A]ceptemos la perfecta y preciada dádiva de Dios. Pongamos nuestras cargas y pecados a los pies del Salvador y experimentemos el gozo que proviene del arrepentimiento y del cambio”11.

El élder Cook también habló sobre los beneficios de crecer de otras maneras:

“El Salvador, al pagar el castigo por nuestros pecados, no nos eximió de la responsabilidad personal por cómo vivimos nuestra vida. El valor del trabajo, la laboriosidad, el trabajar con todas nuestras fuerzas, mejorar nuestros talentos y proveer para la familia se han declarado universalmente en las Escrituras desde el principio.

“Mi desafío para ustedes es que examinen sus metas y decidan cuáles les permitirán cumplir con sus obligaciones familiares, los mantendrán en la senda de los convenios y les permitirán tener el gozo que el Señor desea para ustedes. Recuerden, el tener una meta les permite ahorrar tiempo y esfuerzo al planificar para el futuro y no pasar por alto importantes prerrequisitos y fechas límites”12.

Incluso el Salvador nos mostró la importancia del desarrollo continuo, porque “crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52).

7. Céntrate en los convenios

Incluso en los momentos más difíciles, podemos centrarnos en las bendiciones eternas que tenemos, que muchas personas en el mundo aún no tienen, por medio de nuestros convenios. Consideren las bendiciones y el poder del sacerdocio a los que podemos recurrir, incluso el participar semanalmente de la Santa Cena y el acceder al poder que hemos recibido (o podemos recibir) en la Casa del Señor. El élder Bednar ha enseñado acerca de esta gran bendición y gozo:

“El vivir y amar los compromisos de los convenios crea una unión con el Señor que es profundamente personal y espiritualmente poderosa. Al honrar las condiciones de las ordenanzas y los convenios sagrados, nos vamos acercando, gradual y progresivamente, más a Él y experimentamos el impacto de Su divinidad y realidad viviente en nuestra vida.

“Doy testimonio de que una conexión mediante convenios con el Hijo de Dios viviente y resucitado es posible y real, y es la fuente suprema de seguridad, paz, gozo y fuerza espiritual que nos permiten ‘no hacer caso’ y ‘no temer’, aunque el enemigo se burle”13.

El élder Stevenson también enseñó: “La ‘perla de gran precio’ son las ordenanzas, los convenios, las promesas y la instrucción que se reciben [en el templo]; es la felicidad y el gozo que experimentan aquellos a ambos lados del velo cuando reciben las bendiciones del templo y vienen a Cristo”. Y nos invitó a “reflexionar sobre la paz que se recibe al adorar y servir en el templo”14.

8. Estudia las palabras del Salvador para acercarte a Él

El presidente Eyring expresó:

“Al estudiar las palabras del Salvador y Su vida, llegué a conocerlo y a amarlo por lo que Él ha hecho por cada uno de nosotros […].

“‘Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna’ (Juan 3:16).

“El don del Hijo de Dios es un don de valor incalculable. Él es el don que ilumina nuestro camino y nos eleva. Él es el don que nos sostiene a lo largo de los días difíciles de nuestra jornada terrenal. Él es el don que ofrece amor divino, esperanza duradera y verdadero gozo”15.

Cuanto más aprendemos del Salvador y más nos acercamos a Él, más de Su gozo verdadero podemos sentir. Lehi relató cómo eso lo bendijo cuando, al leer las Escrituras, “fue lleno del Espíritu del Señor” (1 Nefi 1:12).

También tenemos esta promesa al leer el Libro de Mormón, como enseñó el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “Los invito a leer el Libro de Mormón y a seguir las enseñanzas de Jesucristo que se encuentran en este santo libro. Al hacerlo, podrán hallar mayor gozo y paz en esta vida y en la vida venidera. Sé que esto es verdad”16.

9. Habla amablemente de los demás

Expresar buenas palabras acerca de otras personas puede ayudarnos a sentirnos mejor también. El presidente Eyring enseñó: “Les prometo un sentimiento de paz y gozo cuando hablen amablemente de los demás en la luz de Cristo”17.

10. Da gracias

Una actitud de gratitud siempre puede cambiar el día. Como dijo el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

“[M]ás allá de nuestras circunstancias, sean cuales sean nuestros desafíos o pruebas, todos los días hay algo para apreciar y valorar; cada día hay algo que puede causarnos gratitud y gozo si tan solo lo vemos y apreciamos.

“Quizá deberíamos mirar menos con los ojos y más con el corazón. Me encanta la cita que dice: ‘Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos’ [Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, traducción al español: María Soledad Ottone, 1999, pág. 72].

“Se nos manda dar ‘gracias en todas las cosas’ [Mosíah 26:39]. Entonces, ¿no es mejor ver con los ojos y el corazón hasta las pequeñas cosas por las que podemos agradecer, en vez de agrandar lo negativo de nuestra situación actual?”18.

11. Sé unido

Tal vez tu soledad provenga de sentir que los demás no entienden tus pensamientos e ideas. Si es así, recuerda esta promesa del presidente Eyring:

“Sabemos por experiencia que tenemos gozo cuando se nos bendice con unidad. Como hijos espirituales de nuestro Padre Celestial anhelamos el gozo que una vez sentimos con Él en una vida anterior. Por Su amor hacia nosotros, Él desea concedernos ese sagrado deseo de la unidad.

“Él no puede concedernos ese deseo a cada uno de manera individual. El gozo de la unidad que tanto desea concedernos no va solo; debemos buscarlo y ser dignos de él junto con las demás personas. Por lo tanto, no es de sorprender que Dios nos inste a reunirnos para bendecirnos. Él quiere que nos unamos en familias; ha establecido clases, barrios y ramas y nos ha mandado que nos reunamos a menudo. En esas reuniones, que Dios ha designado para nosotros, yace nuestra gran oportunidad; podemos orar y trabajar para lograr la unidad que nos traerá gozo y multiplicará nuestro poder de prestar servicio.

“A los Tres Nefitas, el Salvador les prometió gozo y unidad con Él como galardón final por su fiel servicio. Él dijo: ‘[T]endréis plenitud de gozo; y os sentaréis en el reino de mi Padre; sí, vuestro gozo será completo, así como el Padre me ha dado plenitud de gozo; y seréis tal como yo soy, y yo soy tal como el Padre; y el Padre y yo somos uno’ [3 Nefi 28:10]”19.

Continúa buscando oportunidades de deliberar juntos en familias, barrios y otras unidades. Y considera los principios que pueden conducir a deliberar juntos de manera eficaz en el Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 4.4.

12. Crea

Encuentra algo que crear, ya sea una sonrisa, una obra de arte, un mueble o un espacio limpio. Considera estas palabras del élder Uchtdorf: “¿Cuál consideran que es la clase de felicidad más grande? Para mí, la respuesta a esa pregunta es: la felicidad de Dios. Eso nos conduce a otra pregunta: ¿Qué es la felicidad de nuestro Padre Celestial? […]. Crear y tener compasión son dos objetivos que contribuyen a la felicidad perfecta de nuestro Padre Celestial […]. Crear algo trae profunda satisfacción y realización”20.

13. Invita al Espíritu Santo a formar parte de tu vida

El Espíritu Santo trae gozo a nuestra vida, así que cualquier cosa que hagamos para invitarlo a estar presente en nuestros días puede ayudarnos a sentir ese gozo. Como se enseña en las Escrituras: “[E]l fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe” (Gálatas 5:22). Y en Doctrina y Convenios 11:13, el Salvador nos promete: “Te daré de mi Espíritu, el cual iluminará tu mente y llenará tu alma de gozo”.

14. Sé obediente

El gozo es una “[c]ondición de gran felicidad, que es el resultado de vivir con rectitud. La finalidad de la vida terrenal es que todos tengan gozo (2 Nefi 2:22–25) y el gozo pleno se recibe solamente por medio de Jesucristo (Juan 15:11; Doctrina y Convenios 93:33–34101:36)”21.

Aunque la obediencia no nos promete un mundo libre de desafíos y dificultades, puede ayudarnos a tener fortaleza y gozo para superarlos. Como enseñó el élder Benjamín De Hoyos, de los Setenta: “La felicidad es un estado del alma. Y ese gozoso estado viene como el resultado del vivir con rectitud”22.

Y tenemos la invitación de Mosíah 2:41 a “considera[r] el bendito y feliz estado de aquellos que guardan los mandamientos de Dios. Porque he aquí, ellos son bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales”.

15. Ora

El Padre Celestial ama profundamente a cada uno de nosotros como Sus hijos. Desea que sintamos el gozo de ser Sus amados hijos e hijas. Siempre está allí para nosotros y siempre podemos acudir a Él. Como se enseña en Doctrina y Convenios 136:29: “Si estás triste, clama al Señor tu Dios con súplicas, a fin de que tu alma se regocije”.

Como nos recordó el élder Rasband: “El Padre Celestial y Jesucristo nos aman mucho. Somos hijos de Dios. Debemos compartir esta importante verdad con todos nuestros conocidos. En realidad, nunca estamos solos. En el Padre Celestial y en Jesucristo, tenemos amistad y apoyo constantes”23.

En todas las cosas: Sigue a Jesucristo

Sobre todo, nuestro gozo más importante y sempiterno proviene de seguir el ejemplo del Salvador en todas las cosas. Como enseñó el presidente Ballard: “[D]oy gracias a Dios nuestro Padre por enviar a Su Hijo Jesucristo a la tierra. El Salvador venció la muerte y el pecado. Si lo seguimos a Él, podemos experimentar gozo sempiterno”24.

El élder Cook compartió una expresión similar: “[N]os regocijamos por todo lo que el Salvador ha hecho por nosotros. Jesucristo dio Su vida como una Expiación vicaria, venciendo la muerte y brindando redención a toda la humanidad. Les prometo que el seguir Su luz y ejemplo nos brindará más gozo, felicidad y paz en esta vida que cualquier otra cosa”25.

Y finalmente, el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, captó muy elocuentemente que “la esperanza, la paz y el gozo que provienen de seguir a Jesucristo no se pueden exagerar. Significa todo”26.

En verdad, como dijo el presidente Nelson: “Jesucristo es gozo”27. Y continuó con la siguiente promesa increíble: “Los santos pueden ser felices en cualquier circunstancia. ¡Podemos sentir gozo aun cuando tengamos un día malo, una semana mala o hasta un año malo! Mis queridos hermanos y hermanas, el gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y tiene mucho que ver con el enfoque de nuestra vida. Si centramos nuestra vida en el plan de salvación de Dios […] y en Jesucristo y Su evangelio, podemos sentir gozo independientemente de lo que esté sucediendo —o no esté sucediendo— en nuestra vida. El gozo proviene de Él, y gracias a Él. Él es la fuente de todo gozo. Lo sentimos en Navidad cuando cantamos ‘¡Regocijad! Jesús nació’ [¡Regocijad! Jesús nació, Himnos, nro. 123] y podemos sentirlo el resto del año”28.