2022
La educación es parte de nuestra religión
Julio de 2022


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La educación es parte de nuestra religión

Para los miembros de la Iglesia, la educación no es simplemente una buena idea, sino un mandamiento. Hay que aprender “de cosas tanto en el cielo como en la tierra, y debajo de la tierra; cosas que han sido, que son y que pronto han de acontecer”1.

A José Smith le encantaba aprender, pese a que tuvo pocas oportunidades de educación formal. En sus diarios hablaba felizmente de los días que dedicaba al estudio y con frecuencia expresaba su aprecio por el aprendizaje2.

José enseñó a los santos que el conocimiento es una parte necesaria de nuestra jornada terrenal, porque “el hombre no puede ser salvo sino al paso que adquiera conocimiento,” y “cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección3”. Durante épocas difíciles, es aún más importante aprender. El profeta José enseñó: “El conocimiento disipa las tinieblas, la [ansiedad] y la duda, porque éstas no pueden existir donde hay conocimiento”4.

Dios sabe todas las cosas y se nos enseña que “la gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad”5. También creemos que, como hijos de Dios, nuestro objetivo es esforzarnos continuamente por ser como Él, y la educación es una parte vital de ese empeño.

Los profetas actuales han alentado a los hombres y a las mujeres a obtener la mayor educación posible. El presidente Gordon B. Hinckley dijo a los jóvenes que “[se esfuercen] por conseguir una instrucción académica… Obtengan toda la capacitación que puedan”6.

Si nos mantenemos en la senda del aprendizaje continuo en las ciencias y todas las cosas, nos encontraremos en mejor posición de comprender tal como nuestro Padre Eterno comprende y organiza todas las cosas. Que aprendamos de Cristo; busquemos ese conocimiento que lleva a la paz, a la verdad y a los sublimes misterios de la eternidad.

Que procuremos aprender y mejorar nuestra mente y corazón al beber en abundancia de las fuentes puras de la verdad que emanan tanto de las santas Escrituras como de los mejores libros.

Aliente a su familia y a todos a aprender “tanto por el estudio como por la fe”7. El aplicar el aspecto espiritual de la fe al estudio, incluso de cosas temporales, les permitirá ampliar su capacidad intelectual porque “si vuestra mira está puesta únicamente en [la] gloria [de Dios], vuestro cuerpo entero será lleno de luz [el cual] comprende todas las cosas”8.

Si nos mantenemos en la senda del aprendizaje continuo en las ciencias y todas las cosas, nos encontraremos en mejor posición de comprender tal como nuestro Padre Eterno comprende y organiza todas las cosas. Que aprendamos de Cristo; busquemos ese conocimiento que lleva a la paz, a la verdad y a los sublimes misterios de la eternidad.

Que procuremos aprender y mejorar nuestra mente y corazón al beber en abundancia de las fuentes puras de la verdad que emanan tanto de las santas Escrituras como de los mejores libros.

Referencias

  1. Doctrina y Convenios 88:79.

  2. Doctrina y Convenios 131:6.

  3. Doctrina y Convenios 130:18–19.

  4. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 280.

  5. Doctrina y Convenios 93:36.

  6. Gordon B. Hinckley, “Sean dignos de la joven con la cual se van a casar algún día”, Liahona, abril de 1998.

  7. Doctrina y Convenios 88:118.

  8. Doctrina y Convenios 88:67.