2022
¿Soy la única entre los jóvenes adultos que tiene dificultades para encontrar su propósito?
Septiembre de 2022


“¿Soy la única entre los jóvenes adultos que tiene dificultades para encontrar su propósito?”, Liahona, septiembre de 2022.

Jóvenes adultos

¿Soy la única entre los jóvenes adultos que tiene dificultades para encontrar su propósito?

Sentí que había arruinado el plan, mi plan para mí y el plan de Dios para mí.

Imagen
Joven adulta escalando bloques

El día de mi cumpleaños 25, estaba ordenando mi habitación. Mi espacio no estaba en orden, y no dejaba de pensar en que mi vida tampoco estaba en orden. No estaba donde pensaba que estaría a los 25 años. No estaba donde debía estar.

Pensé en cómo me sentí cuando recibí mi bendición patriarcal en mi adolescencia. Cada vez que leía acerca de mi futuro, me imaginaba a alguien que era casi perfecto. Pero me di cuenta de que no había crecido para ser la persona que imaginaba. Y me preguntaba: Si mi yo más joven pudiera verme ahora, ¿estaría desilusionada?

De repente, empecé a llorar. Sentía que había arruinado mi plan de vida. No había cometido ningún error catastrófico, pero también sentía que no había logrado nada en la vida. No tenía un propósito. Todos los demás lo tenían todo resuelto, y allí estaba yo, llorando en el piso de mi habitación, sintiendo que toda mi vida se desperdiciaba.

Me sentía sola en mi confusión y desesperación. Pero aun en ese momento, sabía que no podía ser la única entre los jóvenes adultos que luchaba por encontrar el camino. Al hablar con otras personas, me he dado cuenta de que muy pocas personas terminan exactamente como lo habían planeado. Eso me ayuda a sentirme menos sola.

También me ayuda a recordar que el Padre Celestial no quiere que me sienta fracasada. Él desea que “s[iga] adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza” (2 Nefi 31:20). Cree en mi capacidad de cambiar y crecer mediante el poder de la expiación del Salvador. Solo Satanás querría que me dijera a mí misma que he perdido la oportunidad de llegar a ser la persona que el Padre Celestial sabe que puedo ser.

Entender el plan de felicidad

A veces, muchos de nosotros nos sentimos desesperanzados en cuanto al futuro, y eso podría deberse a que malinterpretamos el plan de felicidad de Dios. Tal vez pensemos que nuestra vida es como un videojuego, una trama fija que tenemos que seguir a fin de ganar, pero no es así. Todos los días estamos tomando decisiones, cambiando y creciendo. No hay nada estático ni fijo en cuanto a eso. Nuestras decisiones nunca serán una sorpresa para el Padre Celestial, pero siguen siendo nuestras decisiones. Estamos escribiendo nuestra propia historia, con Él, a medida que avanzamos.

Y si “[p]ermit[imos] que Cristo sea el autor y consumador de [nuestra] historia”1, siempre podemos esperar con confianza un final feliz eterno.

A veces cometemos errores o perdemos el rumbo, resignándonos a andar errantes y sin dirección para siempre.

Sin embargo, este es un Evangelio de esperanza, de cosas perdidas que se encuentran, de aprendizaje, de perdón, de intentarlo de nuevo. Como enseñó el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “… el arrepentimiento no es el plan de emergencia; es el único plan”2.

El amor del Padre Celestial por nosotros es perfecto, y Su plan para nosotros también es perfecto. Es un plan perfecto para personas imperfectas, diseñado con cuidado y con conocimiento de nuestras necesidades y potencial. Hay lugar en Su plan para nuestras fallas: nuestros errores sinceros, y nuestros pecados obstinados y nuestro andar errante por el desierto. Y hay lugar en Su plan para nuestras victorias, las cuales logramos cada vez que miramos hacia Él y lo intentamos de nuevo.

Buscar tu propósito

He pasado mucho tiempo desde ese cumpleaños en que pensaba en mi propósito. Todavía no lo he descifrado por completo, pero ya no me siento tan preocupada. Sé que Dios me conoce y que si acudo a Él, me ayudará a dar significado al momento en el que estoy ahora.

Tal vez algún día alguien encuentre la cura del cáncer, termine con el hambre en el planeta o logre la paz mundial. Pero hoy alguien consolará a un amigo afligido, ayudará a un extraño con dificultades u orará por primera vez en años. Creo que eso significa algo, o acaso todo.

La verdad es que la mayoría de nosotros no haremos cosas gloriosas y revolucionarias en esta vida, pero eso no significa que no tengamos un propósito. Nuestro propósito supremo como hijos de Dios es llegar a ser como Él. Avanzamos en ese propósito a medida que hacemos cosas pequeñas cada día a fin de seguir a Jesucristo.

He llegado a apreciar la enseñanza del Evangelio de que “por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas” (Alma 37:6). Cuando veo mi vida en retrospectiva, no veo nada grandioso, pero sí veo muchas “cosas pequeñas y sencillas” que han marcado una gran diferencia. Y sé que por medio de la gracia del Salvador, mis pequeños esfuerzos de buena fe están allanando mi camino para llegar a ser como Él.

El camino de ninguna otra persona se parecerá al tuyo, pero si estás haciendo todo lo posible por dar pasos hacia Cristo, tu camino es bueno. El Creador Todopoderoso cree en ti, así que levanta la cabeza y cree en ti mismo. Dios tiene cosas asombrosas reservadas para ti, e incluso cuando te sientas pequeño y sencillo, Él “[te] ayudará a llegar a ser algo mayor de lo que [tú creíste] posible”3.

Notas

  1. Camille N. Johnson, “Inviten a Cristo a ser el autor de su historia”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 82.

  2. Neil L. Andersen, en Sarah Jane Weaver, “Repentance Is Not a Backup Plan; It Is the Plan, Says Elder Andersen” (artículo de prensa), 3 de julio de 2018, LaIglesiadeJesucristo.org.

  3. Dieter F. Uchtdorf, “¡Funciona de maravilla!”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 23.